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martes, 20 de septiembre de 2016

Sepulcro, de James Herbert

Félix Kline es un hombre dotado de poderes psíquicos que trabaja para la empresa minera “Magma” localizando minas por todo el mundo utilizando su don. Por una visión Kline sabe que alguien pretende secuestrarlo aunque no sabe quién ni cuándo ni cómo sucederá, así que su empresa contrata los servicios de “El Escudo de Aquiles”, una empresa dedicada a dar protección y seguridad a sus clientes, así como ocuparse de secuestros y pagos de rescate y tal. Estos le asignan a Liam Halloran, su mejor agente, la protección de Kline, y este acompaña al psíquico y a su guardia personal privada (un americano, un polaco y dos jordanos, estos últimos unos individuos bastante siniestros) a una solitaria casa que se alza sobre un pequeño valle alejado de la ciudad, con un sistema de seguridad bastante pobre. Pero al poco de llegar Halloran empieza a percibir cosas extrañas que suceden en esa casa, los perros salvajes que vagan libremente de noche por el exterior; la casa del guarda que siempre está a oscuras y abandonada, pero cuando pasa por delante siente que alguien lo está observando; la siniestra personalidad de Kline, que utiliza su don para crear alucinaciones muy vívidas en la mente de Halloran, enfrentándole a sus peores pesadillas, solo para disfrutar torturándole; la fuerte influencia que Kline ejerce sobre Cora, su ayudante personal, como si la tuviera bajo su control; la desaparición y muerte de algunas personas cercanas a Kline…


Si este libro fuera una película sería una de esas de terror de serie B de bajo presupuesto. Que no se me entienda mal, la novela me ha gustado (aunque a veces es un poco lenta), es bastante entretenida, pero mezcla varios géneros distintos (espías, poderes psíquicos, criaturas, sacrificios humanos, etc) y el resultado es algo bizarro, y más que de terror es de tensión, al menos hasta el tramo final. 

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