Buscar este blog

jueves, 14 de noviembre de 2019

El hijo de Neptuno, de Rick Riordan

"El hijo de Neptuno" es el segundo libro de la saga "Los héroes del Olimpo", continuación de "El héroe perdido", y en él descubrimos lo que ha pasado con Percy Jackson mientras ocurre todo lo del primer libro. Como bien dedujeron nuestros protagonistas al final de "El héroe perdido", a Percy le ha pasado lo mismo que a Jason Grace.
Si Jason era un semidios romano al que le borraron la memoria y pusieron en el Campamento Mestizo, a Percy le han hecho lo mismo y puesto en el campamento romano, el Campamento Júpiter. La diferencia es que él se acuerda de Annabeth, que es su novia y que la quiere, pero por lo demás está en blanco.

El responsable de esta arriesgada maniobra es la diosa Hera, pues la única forma de vencer a la diosa Gaia es que semidioses griegos y romanos trabajen juntos. Percy llega al Campamento Júpiter perseguido por dos Gorgonas y allí conoce a dos semidioses romanos que le ayudan a vencerlas, Hazel Levesque y Frank Zhang, de los que se hace amigo. Posteriormente se revela que son hija de Plutón y de Marte, respectivamente.
La líder del campamento, la pretora Reyna, decide permitir que Percy se quede tras oír su historia, y lo envía a que se úna a la Quinta Cohorte, la que más mala suerte tiene de todo el campamento, y es que parece que una maldición cayó sobre ellos desde que, décadas atrás, perdieron el estandarte del águila dorada, símbolo del campamento, en una expedición por las tierras heladas de Alaska. Desde entonces parece que los ha mirado un tuerto.

Esa noche, tras los juegos de guerra, el dios Marte se presenta ante todos y reclama a Frank como hijo suyo y le encomienda su primera misión importante: debe viajar al norte, a Alaska, y liberar a Tánatos, el dios de la muerte, que es prisionero de Gaia. Liberarlo es de vital importancia pues mientras siga prisionero nadie podrá morir (ni semidios ni ninguno de los monstruos que Gaia envíe contra ellos). Para su misión Frank se llevará consigo a Percy y a Hazel.


El libro está genial y ya tenía ganas de leerlo después de que al final del libro anterior se nos insinuara que Percy podría estar en peligro de muerte en el campamento romano. Pero aún tuve que esperar lo mío, porque cuando pillé el primer libro en la biblioteca todos los demás libros de la saga estaban prestados.
Una cosa que mola del libro es que aquí nos reencontramos con un viejo conocido, Nico di Angelo, hijo de Hades. Él ha estado viviendo en el Campamento Júpiter y al ver allí a Percy finje no conocerlo, pero Percy percibe que le está ocultando algo, y a partir de entonces trata de evitarlo. Y es que Nico conoce el plan de Hera y no puede intervenir en los designios de Percy.

Me ha gustado volver a tener en mis manos otro libro protagonizado por Percy Jackson, del que no sabíamos nada desde el final de la saga anterior, además este libro nos introduce de lleno en la mitología romana y la dualidad griega-romana de los dioses, que es muy interesante. Conocemos también a Hazel y Frank, los dos últimos semidioses que quedaban por aparecer de la profecía de los Siete, que son unos personajes muy interesantes y que tienen sus propios secretos. Y la misión de rescatar al dios de la muerte es muy épica.
En resumen, es una estupenda segunda entrega de esta saga, que es tan buena como la primera, o incluso mejor. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario