"Micro" es la novela póstuma de Michael Crichton, que dejó inacabada en el momento de su muerte, en 2008, y el escritor Richard Preston fue el elegido para terminarla. Dado el título de la novela y la portada, queda bastante claro que la historia guarda ciertas similitudes con la película "Cariño, he encogido a los niños".
En la selva de Oahu, Hawai, un grupo de científicos de Nanigen MicroTechnologies se dedica a estudiar las drogas naturales presentes en millones de organismos y bacterias de la zona. ¿Y cómo lo hacen? Pues básicamente tienen una máquina que encoge a las personas al tamaño de una hormiga, y así pueden aprovechar al máximo estas drogas y enzimas de las plantas y organismos.
Mientras, en Cambridge, Nanigen MicroTechnologies pretende fichar a siete estudiantes de postgrado para trabajar en sus laboratorios de Hawai. Uno de ellos, Peter Jansen, es hermano del vicepresidente de la compañía, y el día antes de viajar todos a Hawai recibe un mensaje suyo diciéndole que no vaya. Peter no es capaz de ponerse en contacto con él y poco después es informado de que su hermano ha desaparecido. Al parecer salió a navegar en su barco y sufrió una avería mecánica. Trató de regresar a nado a la costa pero las fuertes corrientes lo arrastraron y su cuerpo no ha aparecido.
Tras hablar con la policía empieza a sospechar que el accidente no fue tal y que Vin Drake, el presidente de Nanigen, es el responsable (esta sospecha la corrobora el hecho de que la secretaria de Drake y novia de su hermano, parece más interesada en saber qué le ha dicho la policía sobre la investigación del accidente que en la propia muerte de su hermano). Así que a Peter se le ocurre una idea descabellada: obligar a Drake a confesar y que todos lo oigan, pues así cree que si hay testigos no podrá hacerle nada. Pero Peter subestima hasta dónde es capaz de llegar Drake para salvar el pellejo.
Al descubrir que todos los compañeros de Peter han escuchado su confesión, Drake reacciona como un animal acorralado, se lleva a los siete jóvenes a la máquina y los reduce a tamaño microscópico para deshacerse de ellos. Pero nuestros protagonistas logran huir del laboratorio y acaban en plena selva de Hawai. Este solo será el inicio de sus problemas, pues no solo tendrán que luchar contra peligrosos insectos para sobrevivir, sino también contra un equipo de soldados armados enviados para matarlos. Por si no fuera poco, disponen de 48 horas para regresar a su estado normal, pues a partir de ese tiempo empezarán a sufrir una serie de microhemorragias que les provocarán una muerte horrorosa. Su única esperanza es lograr regresar al laboratorio a tiempo, pero con su tamaño actual, la tarea es titánica como poco.
Tenía esta novel en casa, pendiente de leer, desde hacía ya demasiados años, prácticamente desde que se publicó, así que decidí este año que ya tocaba. Yo no tenía ni idea de qué trataba la novela (la sinopsis del libro no te cuenta nada sobre encoger gente y creo que esto es lo principal; ¿no os fastidia cuando las sinopsis no os revelan nada sobre el argumento? ¿Entonces para qué se molestan en hacerlas?) y lo cierto es que me ha gustado muchísimo. El tema no es que sea precisamente original, ahí tenemos a Richard Matheson y la película antes mencionada, pero es una historia muy Crichtoniana y te engancha desde las primeras páginas. En serio, es terriblemente adictiva, como suelen ser los libros de este gran autor que, por desgracia, ya no está entre nosotros. Y al ser una novela inacabada, es un misterio saber qué parte es la escrita por Crichton y cuál corresponde a Preston. Supongo que nunca lo sabremos.
La novela es fantástica e incluye alguna que otra sorpresa que no ves venir. Ideal para despedir a este gran autor del siglo XX y principios del XXI.
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