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lunes, 18 de noviembre de 2019

La piel del tambor, de Arturo Pérez-Reverte

Un hacker se infiltra en el ordenador personal del Papa para informarle sobre ciertos sucesos relacionados con una pequeña iglesia de un barrio de Sevilla. La iglesia en cuestión es la de Nuestra Señora de las Lágrimas, una pequeña iglesia en ruinas con la que se relacionan dos muertes, aparentemente accidentales. La iglesia se alza en un terreno ideal para edificar y tanto el vicepresidente del Banco Cartujano, el alcalde y el Arzobispo de Sevilla tienen un interés especial en que se sea derruida. Pero con lo que no contaban era con la férrea oposición del viejo cura que da misa allí, que se niega a claudicar y no atiende a razones. La primera víctima fue el arquitecto municipal, que buscaba razones para declararla en ruinas y poder cerrarla, y la segunda víctima fue el secretario del Arzobispo, que fue a meter presión al cura. El primero se cayó del tejado y al segundo le cayó encima una piedra de la bóveda.
El Vaticano decide enviar a Sevilla al padre Lorenzo Quart, especialista en ocuparse de los asuntos sucios de la Iglesia, para que averigüe la identidad del hacker y descubra la verdad sobre esas muertes.

Leí "La piel del tambor" hace como un millón de años y este año vi este ejemplar en un mercadillo de libros de segunda mano, y como era gratis pues me lo llevé. El libro está bien pero tampoco es de los más sobresalientes del autor. Está el misterio de la identidad del hacker, las dos muertes sospechosas y la tensión sexual de Quart y Macarena, en plan Pájaro Espino, pero luego Reverte incluye lo de la historia de amor trágica de la tía-abuela de Macarena con el capitán Xaloc y un tesoro, pero esto no guarda relación con la trama principal y en mi opinión está aquí para rellenar páginas. Vamos, que no hacían falta 500 y pico páginas para contar todo esto.
Eso sí, la identidad del hacker es toda una sorpresa. De hecho es tan sorprendente que no hay quien se lo crea. Venga ya, ¿en serio es esa persona? Surrealista total.
En fin, que el libro es entretenido y nada más. Al acabarlo te olvidas de él. 
Por cierto, en el 2007 hicieron una serie titulada "Quart: el hombre de Roma", que en realidad no era una adaptación sino una secuela de la novela, pero duró solo seis episodios. 


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