Al final de la 3ª temporada Walter
enviaba a Jesse a matar aGale, su ayudante, porque Gus tenía
pensado matarlo a él y poner a Gale al frente del negocio. En
principio iba a hacerlo él, pero la noche en cuestión Mike y Víctor
planean liquidarlo en la lavandería, así que Jesse tiene que
hacerlo en su lugar y a toda prisa, antes de que maten a Walter y así
se vean obligados a mantenerlo con vida.
Esta 4ª temporada continúa donde lo
dejó la 3ª, un instante después de que Jesse se cargara a Gale.
Víctor lo atrapa y se lo lleva a la lavandería, donde Mike está
con Walter esperando. Allí todos tienen que esperar a que llegue Gus
y decida qué hacer. Y mientras, Walter se da cuenta de que la muerte
de Gale no ha servido para nada, porque parece que Víctor conoce
todo el proceso de fabricación de la meta y se pone manos a la obra
mientras esperan.
Gus aparece y Walter empieza a decirle
lo mucho que siente lo ocurrido, que Gale le caía bien y era un buen
tipo, pero que no le quedó otra opción, era él o Gale. Gus se
quita su traje y se pone el de protección, sin decir una palabra, y
así por las buenas le rebana el cuello a Víctor, les dice que
vuelvan al trabajo, se cambia de ropa y se larga como si nada. Walter
no entiende a qué ha venido eso y solo lo ve como una advertencia
hacia ellos: “como me volváis a tocar los huevos vosotros seréis
los siguientes”.
De todas formas Walter sabe que su
relación con Gus ya no tiene arreglo y considera que lo más sensato
es matarlo antes de que él los mate a ellos. Pero Gus frustra sus
planes al decidir que él y Walter no volverán a verse más en
persona, y a partir de ahora Mike hará de intermediario entre los
dos. Además instalan cámaras de vigilancia en el laboratorio para
tener a Walter controlado las 24 horas y Gus decide separar a Jesse
de Walter y enviarlo con Mike, a recoger los pagos de la droga, tener
los ojos abiertos mientras Mike recoge la pasta y cubrirle las
espaldas si surge algún problema. A Jesse esta nueva situación
empieza a gustarle y Walter no es capaz de hacerle ver que Gus lo
está manipulando para enfrentarlos, y su relación se acaba
deteriorando.
Hank está pasando por una dura
rehabilitación para volver a andar y se ha vuelto muy apático. Le
piden su colaboración en la investigación del caso de Gale, y tras
leer un diario suyo encontrado en la escena del crimen lleno de
fórmulas químicas, deduce que se trataba de Heisenberg. Al hablarlo
con Walter este le insinúa (pecando de orgullo) que Heisenberg
bien podría seguir vivo y que Gale
solo le fabricara la droga. Hank le da vueltas al asunto y tras leer
más a fondo el diario este lo pone tras la pista de Gus.
Este, por su parte, tiene problemas con
el cártel mejicano. Está sufriendo constantes ataques a sus
camiones de reparto y se están cargando a sus hombres. El capo del
cártel, un tal Valenzuela, quiere la mitad de su negocio y que le dé
la fórmula de la meta azul, y si no cede los ataques continuarán.
Todo esto proviene de una vieja rencilla de hace 20 años, cuando Gus
empezó en el negocio, sin el permiso de Valenzuela, que era quien
controlaba el tráfico de drogas en aquella época, y en consecuencia
mató a su socio (y tal vez amante). Gus acaba accediendo y viaja con
Jesse a Méjico para enseñarles el proceso de fabricación de la
meta azul, ya que no se fía de Walter. Sorprendentemente Jesse lo
hace perfecto y después de esto Gus decide darle la patada a Walter
y poner a Jesse al frente del negocio, con las graves consecuencias
que esto supone para Walter.
Una vez más otra gran temporada de
esta magnífica serie. Cada temporada es cien veces mejor que la
anterior y esta es todo un espectáculo, impresionante y brutal.
Ya sabíamos que Gus era un tipo con el
que no se podía bajar la guardia, pero aquí demuestra ser un cabrón
desalmado y carente de escrúpulos. Puede estar tan tranquilo,
sonriéndote amigablemente como ordenar que masacren a tu familia sin
inmutarse. Es la perfecta contrapartida de Walter. A través de los
flashbacks entendemos de dónde viene su conflicto con Valenzuela y
Héctor Salamanca y por qué es como es, pero eso no cambia el hecho
de que es un auténtico monstruo.
En esta temporada a Walter no le pueden
ir peor las cosas. Su problema con Gus se ve que no puede acabar bien
de ninguna de las maneras y su relación con Jesse se deteriora de
tal forma que pedir disculpas y fingir que todo está bien no sirve
de nada. Se supone que aquí Walter es el bueno y la víctima, pero
en esta temporada se vuelve tan mezquino y ruin como el propio Gus,
y cuesta decidir quién es el peor. Lo del niño, por ejemplo, no
tiene perdón de Dios.
De estas 4 temporadas esta es sin duda
la mejor y más cañera y su final es para que te dé un infarto.
Ahora espero ver pronto la 5ª y última temporada de esta gran serie
y alucinar como todo el mundo.
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