Antes Murakami me tiraba
bastante para atrás, porque como la crítica siempre lo ponía por
las nubes, ganaba premios e incluso fue nominado al Nobel de
Literatura, pensaba que era uno de esos escritores serios solo aptos
para, digámoslo así, la gente fina. Pero me leí “Tokio blues”
y me encantó, y enseguida se convirtió en uno de mis escritores
favoritos.
Con Paul Auster me pasaba
lo mismo, pensaba que no era para mí. Como la comida, los libros
entran por los ojos y como en sus fotos siempre sale superserio, me
intimidaba bastante. Tengo un colega bloguero que es superfan de
Auster, se ha leído varios libros suyos y todos ellos le encantaron,
así que decidí darle una oportunidad, para ello escogí su
“Trilogía de Nueva York”, el libro que lo lanzó al estrellato.
El libro está formado por
tres historias detectivescas en las que sus protagonistas se
obsesionan de tal forma con los casos que están investigando que
acaban poniendo patas arriba sus propias vidas. En “Ciudad de
cristal”, Quinn es un escritor de novelas de misterio que un día
recibe una llamada de teléfono equivocada, de alguien que pregunta
por un tal Paul Auster, no el escritor sino el detective privado.
Quinn le dice que se equivoca de número y cuelga, pero siente
curiosidad y la próxima vez que llama se hace pasar por Auster y
concierta una reunión con su cliente.
Peter Stillman es un
hombre bastante desequilibrado cuya infancia fue un auténtico
infierno a causa de su estricto padre. Peter vivió durante años en
la más absoluta oscuridad, encerrado en una habitación y alimentado
como si fuera un animal, hasta que se produjo un incendio y todo
salió a la luz. A su padre lo juzgaron y lo metieron en un
psiquiátrico, y ahora va a quedar en libertad. Peter está
convencido de que intentará matarlo, así que el trabajo de Quinn
será vigilarlo las 24 horas y asegurarse de que no se acerque a él.
En “Fantasmas”, un
hombre llamado Blanco contrata a Azul, detective privado, para que
vigile a un tercero llamado Negro. Blanco le ha alquilado un
apartamento enfrente del de Negro y Azul deberá vigilarle las 24
horas y enviarle a Blanco un informe sobre el seguimiento todas las
semanas. Negro no hace gran cosa aparte de escribir y de dar algún
paseo por el barrio, y a medida que pasa el tiempo no ocurre nada
relevante, Azul empieza a volverse algo paranoico y a considerar la
idea de que Blanco y Negro están compinchados y de que él es a
quien está vigilando.
Y en “La habitación
cerrada”, el protagonista recibe la llamada de la esposa de
Fanshawe, su mejor amigo de la infancia. Fanshawe desapareció hace
seis meses, pero Sophie no se pone en contacto con él para que lo
busque, sino para cumplir la promesa que le hizo a su marido.
Fanshawe era un gran escritor y escribió muchas obras de distintos
géneros, pero nunca quiso publicar ninguna, prefería mantenerlas en
secreto. Fanshawe acabó prometiéndole a su mujer que en el plazo de
un año trataría de publicarlas y si no cumplía el trato o si
llegaba a pasarle algo, ella debería ponerse en contacto con él (no
llega a decirse su nombre) y entregarle toda su obra para que tratara
de publicarla. Y eso es lo que ha hecho.
Sophie le da todos los
manuscritos de su marido y al empezar a leerlos nuestro protagonista
descubre que su amigo tenía un gran talento y tras mover algunos
hilos Fanshawe se convierte de la noche a la mañana en el escritor
de moda, alabado tanto por el público como por la crítica. Pero la
gente empieza a creer que Fanshawe no es real, sino que es el
protagonista quien escribe los libros, así que este decide escribir
la biografía de su amigo para probarles que sí es real, pero su
verdadero objetivo es utilizarla de excusa para encontrar a Fanshawe,
pues sabe que aún está vivo.
Como con Murakami tengo qu
tragarme mi opinión inicial sobre Auster, porque he descubierto aquí
a un magnífico escritor. Me ha gustado mucho su prosa, fluída y
fácil de leer, y el libro me ha resultado muy ameno. Como primer
libro suyo igual debí haber escogido otro, porque a veces éste se
vuelve un poco raro y en alguna de las historias no llega a aclararse
por qué pasa lo que pasa, pero en general me ha gustado mucho. Sin
duda incluiré a Paul Auster entre mis escritores favoritos y pienso
leerme todos los libros suyos que hay en mi biblioteca.
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