Esta es una de las pocas novelas de Robin Cook en las que se aparta de su género habitual, el thriller médico, y se adentra en la ciencia-ficción (está esta novela y "Abducción"), aunque sigue guardando cierta relación con lo suyo.
La novela trata sobre una invasión alienígena bastante peculiar. Unos discos negros caen del cielo y empiezan a aparecer por todas partes. Al tocarlos sientes un pinchazo y desarrollas síntomas similares a los de la gripe, pero tras 12 horas te recuperas, lleno de vitalidad. Entonces ya te has infectado y eres uno de ellos.
Todos los infectados actúan de forma extraña. Ya no les importan las cosas que les importaban antes, abogan por la pureza genética, carecen de empatía y están obsesionados por salvar el planeta.
Los infectados se multiplican por doquier pero un pequeño grupo formado por una joven profesora, su ex-novio, un alumno adolescente y sus padres, un científico y un veterano policía, tratan de resistir y buscar un antídoto para la infección.
Recuerdo haber visto la miniserie de esta novela de adolescente, en 1997, una en la que salía Luke Perry (¿te acuerdas de Luke Perry?), así que cuando me topé con ella no lo dudé.
La novela me ha gustado mucho. Me encanta la ciencia-ficción y el acercamiento de Cook a este género no ha estado nada mal. Me ha recordado a "Los ladrones de cuerpos", el clásico de Jack Finney, con la falta de emociones y tal. Está muy bien escrita y engancha desde el principio. Sin duda una de las mejores novelas del autor.
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