Ahora se está preparando para embarcarse rumbo a Estados Unidos con su hermano menor Innes, que hace de su asistente, para cumplir con su gira americana, pero a bordo del crucero que lo llevará al Nuevo Mundo pasarán ciertas cosas que empujarán a Doyle sumerjirse en una nueva trama ocultista que volverá a poner su vida en serio peligro.
Al parecer alguien está robando los libros sagrados de cada religión del mundo. Doyle descubre que su amigo Jack Sparks, el hombre que le inspiró a Sherlock Holmes y que murió hace 10 años en Reichenbach, luchando con el psicópata de su hermano, en realidad está vivo y se encuentra a bordo del barco, haciéndose pasar por un clérigo irlandés. Uno de los pasajeros, un joven llamado Lionel Stern, tiene en su poder un libro sagrado judío, y ha contratado a Sparks para que lo proteja y averigüe quien quiere robarle el libro. El asunto se torna peligrosamente serio cuando el compañero de camarote de Stern aparece asesinado.
Doyle, que ha sido testigo de todo, es incapaz de seguir con su gira como si no hubiera pasado nada, así que se presenta voluntario para ayudar a su amigo en su misión.
Sinceramente el libro no ha sido lo que me esperaba. Es demasiado largo, le sobran muchas páginas y también tiene demasiados personajes; le dedica muchas páginas a cada personaje en solitario y a veces parece que tantas páginas no tienen un propósito claro, que es puro rellenoi, y tardan bastante en encontrarse unos con otros y confluír en el mismo lugar para confrontar al villano. Además al final ocurren ciertas cosas de tipo sobrenatural que no encajan con el tono de intriga y misterio del libro.
Puestos a elegir prefiero el primer libro, aunque tampoco es que fuera perfecto. Hay un tercer libro pero está sin traducir.
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