Lord Thomas Thomsing acude a la Mansión Black a pedirle un favor a la tía-abuela de Amanda. Hace siglos un antepasado suyo tenía en su poder un amuleto mágico que podía convocar plagas y provocar catástrofes, y lo utilizó para acabar con sus enemigos. Los daños fueron incalculables y en consecuencia los Black le arrebataron el amuleto y expulsaron a los Thomsing del culto a Maat (el objetivo de este culto es localizar los objetos mágicos que hay en el mundo y ponerlos a buen recaudo para proteger a la humanidad, y es a lo que se dedican los Black).
Lord Thomas le pide a Paula que le devuelva el amuleto, aduciendo que su madre está muy enferma y quiere dárselo antes de que muera. Paula accede y convoca a Lord Thomas en la mansión para dentro de dos días. Entonces le comunica a Amanda el grave problema que tienen entre manos: el amuleto de los Thomsing no está en su poder.
Al parecer, la tatarabuela de Amanda, Elsa, le regaló el amuleto a una amiga suya y desde entonces no volvió a saberse de él. En el pasado los Thomsing fueron grandes aliados de los Black y Paula quiere restablecer de nuevo esa asociación. Para ello se le ocurre un plan bastante loco para salir del lío en el que están metidas. Ella organizará una falsa búsqueda del amuleto a la que llevará a Lord Thomas para mantenerlo ocupado, y mientras tanto Amanda y su amigo Eric se dedicarán a buscar el amuleto, para lo que tendrán como mucho tres días. ¿Qué podría salir mal?
Esta segunda novela de Amanda Black me ha gustado mucho. Tiene algo de investigación, aventuras, acción y algo de sobrenatural como la aparición de un fantasma. La parte de Paula y Lord Thomas me sobra bastante y está ahí para rellenar y hay cosas que pasan porque sí, y hay que aceptarlo porque es una novela juvenil, pero es bastante entretenida y me lo pasé bien leyéndola.
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