En esta temporada las
cosas empiezan a complicarse para Walter.
Skyler descubre su
secreto, lo echa de casa y tiene que irse a vivir a un motel cutre y
luego encima le pide el divorcio (Skyler pensaba que Walter traficaba
con marihuana y cuando le confiesa lo de la metanfetamina se queda
blanca).
Todo lo que ha hecho
Walter ha sido por su familia y como ahora Skyler no quiere saber
nada de él ni de su dinero decide dejar el negocio de la droga, y
cuando Gus le propone pagarle tres millones de dólares por tres
meses de trabajo le dice que no, aunque Gus le aconseja que se lo
piense.
Walter no piensa
rendirse con Skyler y decide colarse a la fuerza en su casa, y cuando
Skyler lo obliga a irse él se niega, que aquella es su casa, así
que ella llama a la policía con la intención de contárselo todo,
pero cuando llega la policía al final no es capaz de hacerlo, y como
la casa está a su nombre y Walter nunca la ha maltratado y
técnicamente aún están casados, ellos no pueden hacer nada, así
que Skyler acepta a regañadientes que Walter se quede en casa,
aunque hará todo lo posible para convencerlo de que firme los
papeles del divorcio, como por ejemplo acostarse con su jefe y
soltárselo a Walter en la cara.
Jesse se quedó muy
afectado por lo de Jane y desde entonces ha estado en un centro de
rehabilitación para desintoxicarse. Al salir pretende volver al
negocio, pero Walter le dice que lo ha dejado y que se acabó, así
que Jesse se lo monta por su cuenta, utilizando la fórmula de
Walter, y su meta azul es casi idéntica a la suya. Pero cuando
Walter se entera de lo que Jesse ha hecho se cabrea un montón,
porque considera que la meta azul es suya y nadie más que él puede
hacerla y a partir de entonces empiezan los malos rollos entre los
dos. Jesse le pide a Saúl que lo ponga en contacto con Gus para
ofrecerle su meta y Gua decide utilizarlo para hacer que Walter
vuelva a trabajar para él; solo le paga la mitad y la otra se la
entrega a Walter a la fuerza.
Walter acaba aceptando
la oferta de Gus, tres millones a cambio de hacer 100 kg a la semana
durante tres meses, pero decide dejar fuera a Jesse y Gus le monta un
laboratorio con la mejor maquinaria para que pueda hacer la
metanfetamina como Dios manda, colocándole a un ayudante llamado
Gale, licenciado en Química como él.
A todo esto, aparecen
dos gemelos mejicanos que cruzan la frontera para ir en busca de
Walter, con la intención de matarle. Son los primos de Tucco y saben
que Walter estuvo implicado en su muerte y quieren venganza. Gus los
conoce porque ha tenido tratos antes con su familia y les convence
para aplazar su venganza, pues necesita a Walter hasta que termine su
trabajo, aunque están bastante impacientes y difícilmente
aguantarán hasta el final.
Por su parte, Hank
vuelve a ponerse tras la pista de Heisenberg y su investigación le
conduce hasta Jesse. A causa de un incidente Hank pierde los nervios
y le da tal paliza a Jesse que lo manda al hospital. Si Jesse
presenta cargos eso podría acabar con la carrera de Hank, así que
Walter echa a su ayudante y le ofrece el puesto a Jesse y llevarse
millón y medio de dólares, a cambio de que no denuncie a Hank, y
Jesse acaba aceptando.
En los últimos
capítulos todo se tuerce para Walter por culpa de Jesse. Jesse
descubre quiénes fueron los dos camellos responsables de la muerte
de su colega y planea matarlos, pero antes de poder hacerlo es Walter
quién se ocupa de ellos. El problema es que los camellos trabajaban
para Gus y ahora Jesse tiene que salir por piernas y esconderse de
sus hombres. Walter aclara el asunto con Gus y aparentemente todo
queda zanjado. Vuelve a colocarle a Gale de ayudante y todo parece ir
bien, pero Walter descubre que en cuanto Gale domine todo el proceso
de fabricación de la meta azul, Gus piensa deshacerse de él. La
única forma de salir bien parado de esta es cargarse a Gale, para
que Gus se vea obligado a mantenerlo con vida. El plan es que Jesse
descubra dónde vive y sea él quien se lo cargue, pero no se ve
capaz de hacerlo, y quedan en que lo hará Walter. Pero la noche en
que planeaba hacerlo los hombres de Gus lo capturan para matarlo, así
que a Jesse no le queda otra que ir a casa de Gale a toda leche para
matarlo, antes que de que le den el pasaporte a Walter.
Una vez más tengo que
quitarme el sombrero ante esta serie, porque esta temporada es
impresionante; pero esto no es ninguna novedad, cada temporada le da
cien vueltas a la anterior.
Walter es cada vez más
cabronazo. Te quedas alucinado ante algunas cosas que hace, como el
dejar a Jesse colgado en los primeros capítulos, asesinar a los dos
camellos a sangre fría o decidir cargarse al pobre Gale para salvar
el pellejo.
Skyler es simplemente
odiosa. Yo me imaginaba que cuando Walter le contara de dónde sacaba
el dinero se le saldrían los ojos de las órbitas, y así ha sido.
Me parece fatal que se acueste con su jefe y luego se lo pase por la
cara a Walter solo para cabrearlo. Qué bruja. Además en su reacción
se contradice a ella misma. Se escandaliza al saber la verdad sobre
Walter, pero bien que acepta que su jefe manipule las cuentas de su
empresa. Con ella Walter es un poco calzonazos.
Y qué decir de Jesse.
Aquí demuestra que es algo más que un camello yonki, se nota que ha
evolucionado y se ha convertido en un personaje más complejo. Y
pensar que inicialmente se lo iban a cargar en la 1ª temporada. A
Dios gracias por aquella huelga de guionistas.
Los últimos capítulos
son muy intensos y trepidantes, como una montaña rusa de emociones y
el final de temporada es de infarto. No puedo esperar a ver ya la 4ª
temporada.
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