Tras varios años
esperando a que lo tradujeran, por fin he podido leer el tercer
volumen de “La Liga de los Hombres Extraordinarios” de Alan
Moore. El volumen está formado por tres números, que transcurren en
1910, 1969 y 2009 respectivamente y en ellos la Liga tiene que
enfrentarse a una secta ocultista que pretende traer al Anticristo al
mundo.
De la Liga original
solo siguen dos miembros, Mina Murray y Allan Quatermain. Al final
del segundo volumen se incluían unos relatos que nos contaban lo que
pasaba en los años siguientes, entre aquél y éste, con Mina y
Allan realizando una serie de viajes por el mundo al estilo de los
viajes de Gulliver, viendo cosas asombrosas y tal, y en uno de esos
viajes fueran a África, donde los rumores hablaban de un lago que
podía rejuvenecerte y hacerte inmortal. Daban con él pero tras
sumergirse en sus aguas nada paració haber cambiado y poco después
Allan enfermaba y moría. Más adelante Mina daba con el hijo
ilegítimo de Allan, un joven de veintitantos años, que decidía
acompañarla en sus viajes.
Alan Moore y Kevin O'Neill |
Pero en el cómic de
1910 descubrimos que esto es mentira, que el lago sí funcionó y
Allan se hizo joven e inmortal, pero decidieron fingir su muerte y
hacerlo pasar por su propio hijo para no levantar sospechas. En
aquellos viajes conocieron a un guerrero inmortal llamado Orlando,
que además es hermafrodita (cada x tiempo cambia de sexo), que se
unió a ellos, y en 1910, aparte de ellos tres, la Liga cuenta con
otros dos miembros, Carnacki, un tipo que tiene premoniciones y
Raffles, un ladrón de guante blanco. En este primer número la Liga
tiene la primera toma de contacto con la secta ocultista, pero creen
que es una falsa alarma porque no hay rastro de Anticristo alguno. En
el número de 1969 la Liga está formada solamente por tres personas,
Mina, Allan y Orlando, y transcurre durante un concierto de rock.
Haddo, el líder de la secta, aún está vivo, cuando hace mucho que
debería haber muerto, pero lo que pasa es que, cuando lo considera
oportuno transfiere su alma a otro cuerpo y así puede vivir durante
siglos. Durante dicho concierto Haddo va a hacerlo una vez más y
Mina tratará de impedírselo en una batalla en el plano astral.
En el último número
descubrimos que Mina lleva 40 años encerrada en un psiquiátrico. En
aquel concierto acabó bastante puesta y empezó a delirar sobre
almas, hombres invisibles, vampiros y alienígenas, así que la
tomaron por loca y la encerraron. Al no poder dar con ella Orlando y
Allan se separaron y Allan ha llegado hasta nuestros días viviendo
en la calle como un vagabundo demente. Orlando descubre que el
Anticristo nació hace años y que ahora está en pleno uso de sus
poderes. Encuentra finalmente a Mina, la saca del psiquiátrico y la
pone al día, y la Liga tiene que volver a juntarse para hacerle
frente al Anticristo.
Tengo que decir que
este tercer volumen no me ha gustado. La historia esta del Anticristo
me decepcionó bastante. Me pareció demasiado surrealista y que no
pegaba nada con los protagonistas sacados de clásicos de la
literatura del siglo XIX. No es que las tramas de los otros dos
volúmenes fueron 100% realistas, pero como también estaban sacadas
de la literatura de esa época, le pegaba más. Llevar la Liga hasta
el siglo XX y XXI resulta algo forzado y en mi opinión Alan Moore
debió dejarlo en dos volúmenes. Dicho queda.
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