"El juego de Ender" es el libro más conocido de Orson Scott Card y uno de los grandes clásicos de la ciencia-ficción, ganador del premio Nébula en 1985 y del premio Hugo en 1986 y que surgió a partir de un relato del mismo nombre publicado en 1977.
En un futuro lejano la humanidad está en guerra contra una raza alienígena conocida como insectores. Andrew "Ender" Wiggin, un niño prodigio de seis años, es recultado por la Flota Internacional y enviado a la Escuela de Batalla, una estación espacial en la que niños superdotados como él son adiestrados desde temprana edad para dirigir la próxima guerra. En Ender radica la única esperanza de la Flota para vencer a los insectores, pero para llegar a comandante deberá sobrevivir a un duro e intenso entrenamiento, que no muchos logran completar.
Leí "El juego de Ender" por primera vez hace muchos años pero debo decir que no me gustó. Bueno, no es que no me gustara, estuvo bien, pero una novela que iba en su mayor parte sobre juegos y batallas virtuales no era lo que me esperaba. Años después (de hecho este mismo año) vi la película y me gustó mucho, y supuse que si volvía a leer el libro mi opinión sería muy diferente, y así ha sido. Esta segunda lectura me ha encantado, supongo porque ya sabía lo que me iba a encontrar, pero lo he disfrutado igualmente. Este no era el único motivo para releer la novela. Este año conseguí gratis la tercera entrega de la serie, "Ender el Xenocida", y como quería hacer bien las cosas planeé leerlos en orden (lógicamente antes de leerlo tenía que leer el segundo, y era tontería no leer de nuevo el primero antes que ese), así que dentro de poco le llegará el turno a "La voz de los muertos", su continuación.
Visto lo visto no descarto leer toda la saga.
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