Este fue el primer libro que compré en Círculo de Lectores y creo que es el nº 7 de la serie de Jack Stapleton y Laurie Montgomery. No es necesario leerse los libros anteriores para disfrutar de él, pero nunca está de más. Si lo haces en orden los personajes te serán más familiares y los conocerás más íntimamente, pero si no es así tampoco pasa nada.
Jack Stapleton se rompe el ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha jugando al baloncesto y planea operarse tan solo unos días después en el Angels Orthopedic. Pero ese es uno de los centros en los que se han producido una serie de muertes por infección postoperatoria causadas por una cepa muy agresiva de estafilococos. Hasta la fecha ha habido más de una veintena de casos y muchos de estos han acabado en la mesa de Laurie Montgomery. Ésta teme que Jack pueda convertirse en la última víctima y trata de convencerle de que posponga la operación. Pero Jack cree que está paranoica y sigue adelante con la operación. Así que está en manos de Laurie descubrir el origen de la cepa de estafilococos y ponerle fin antes de que Jack vaya a quirófano.
El libro es muy bueno. Me he leído varios libros de estos dos patólogos forenses, 4 de 10, y son los que más me gustan del autor. Un punto interesante es que aquí Jack es el paciente y todo el peso de la novela recae sobre Laurie, y la trama transcurre en muy poco tiempo, a lo sumo tres días, el tiempo de que dispone Laurie para resolver el asunto y salvarle la vida a su marido (sí, Laurie y Jack llevan casados un año). Aunque en realidad todos los libros de esta serie transcurren en menos de una semana.
Es un buen thriller médico y con un ritmo rápido y trepidante. Muy recomendable.
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