Este libro es como el
de “La Larga Marcha”. En aquél tenía lugar una maratón cuyo
ganador era el único superviviente; los que bajaban de la velocidad
mínima o se paraban recibían un tiro en la cabeza. “El fugitivo”
tiene lugar en un futuro en el que los reality shows han degenerado
de tal forma que lo que buscan es la muerte del concursante.
El programa de más
éxito es “El fugitivo”, en el que el concursante es perseguido
hasta la muerte por unos cazadores, y cuanto más tiempo sobreviva
más dinero ganará. Asímismo, si el concursante mata a algún
cazador también ganará dinero, y si sobrevive todo un mes recibirá
la friolera de mil millones de dólares, aunque todo aquel que lo vea
puede o bien ayudarle o informar a la Cadena, y si lo atrapan
recibirá su recompensa. Ningún concursante ha durado más de una
semana.
La hija de Ben Richards
está muy enferma y Ben no tiene dinero para comprarle medicinas, así
que toma la drástica decisión de presentarse a las pruebas de la
Cadena, y allí lo consideran el candidato perfecto para “El
fugitivo”.
Personalmente me gustan
mucho esas novelas de ciencia-ficción en las que se critica
duramente la sociedad en que vivimos, historias distópicas en las
que la gente carece de derechos y privilegios y el libre pensamiento
está prohibido. Este libro me gusta especialmente porque aquí King
se mete con la caja tonta. Con el paso del tiempo los programas
televisivos han ido degenerando cada vez más (los peores son los
japoneses, que se centran en la humillación y sufrimiento del
concursante); no sé qué puede tener de interesante ver a unos
famosillos en una isla, o tirándose de un trampolín, o vendiendo
sus miserias a los cuatro vientos. Stephen King simplemente lo lleva
al extremo y el resultado es inmejorable. El libro tiene unas 300
páginas y se leen casi sin darse uno cuenta. En concreto me gusta el
principio, cuando conocemos la situación personal de Ben Richards y
la sociedad decadente en la que le ha tocado vivir, y las diferentes
pruebas a las que lo someten en la Cadena. El final es brusco e
inesperado, pero si lo piensas un poco no cabía otro posible.
En definitiva, un buen
libro que te hace reflexionar sobre hasta dónde está dispuesta a
llegar la gente por dinero. Visto lo visto, no creo que King
anduviera muy desencaminado.
este lo leí hace tiempo, es bastante corto y fácil de leer, es entretenido aunque no es de mis favoritos :)
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