Judson Esterhazy, el
cuñado de Pendergast, es el misterioso desconocido que hirió de
gravedad a D'Agosta en un intento fallido de matar a Pendergast, el
hombre implicado en el Proyecto Aves que investigó la difunta esposa
de Pendergast, Helen y en el propio asesinato de ésta, y el que
trató de matar a Pendergast y a la capitana Hayward en las cercanías
de Spanish Island, en los pantanos de Louisiana. Ignorando todo esto,
Pendergast acepta la invitación de Judson de ir a cazar a los
páramos de Escocia, sin saber que éste piensa asesinarlo. Pero una
vez allí descubrimos que Pendergast ya se olía algo y ha ido
preparado. Entonces tiene lugar entre ellos una persecución mortal,
cada uno queriendo matar al otro, que termina con Pendergast herido
de gravedad atrapado en un viscoso lodazal, y antes de hundirse del
todo, Judosn le revela que Helen en realidad está viva.
A oídos del teniente
D'Agosta llega la noticia de la muerte de Pendergast, que no acaba de
creérselo, así que viaja hasta Escocia para tratar de seguir los
últimos pasos de su amigo. Finalmente acaba encontrándolo en una
cabaña en lo profundo de los páramos escoceses, muy débil y
recuperándose de sus graves heridas. Pendergast le pide que mantenga
en secreto que está vivo, pues necesita recuperarse para poder ir
tras Judson, y él así lo hace, aunque no le agrada la idea. Una vez
lo suficientemente recuperado, aunque no del todo. descubre que
Judson ha regresado a Estados Unidos y no tiene forma de dar con él,
pero lejos de rendirse decide investigar por su cuenta si es posible
que su esposa siga con vida, escarbando en su pasado.
Por su parte, Judson se
ve incapaz de ocuparse él solo de Pendegast y recurre a la Alianza,
una poderosa y peligrosa organización de nazis responsable entre
otras cosas del Proyecto Aves, a la que Judson le debe todo lo que
tiene, los cuales también consideran a Pendergast una amenaza.
Si el libro anterior
era impresionante, este ya es una auténtica locura. Imposible parar
de leer, te lo aseguro. Tiene un ritmo rápido y tal grado de tensión
que se vuelve tremendamente adictivo. La revelación de Judson nos
deja con la boca abierta,, y con razón Pendergast se obsesiona mala
manera con descubrir si es verdad. Ver a alguien como él, siempre
frío e inalterable perder los nervios y convertirse en un ciclón de
violencia es algo indescriptible.
Además en este libro
obtenemos respuesta a algunas preguntas que quedaron en el aire en el
primer libro de la trilogía. Descubrimos cosas muy interesantes y
asombrosas sobre la familia Esterhazy, cómo se llevó a cabo la
“muerte” de Helen y algo más sobre la enigmática Alianza, que
en el libro anterior solo era una voz al otro lado del teléfono.
Otra cosa que me
encanta es la reaparición de Corrie Swanson, de “Naturaleza
muerta”. Me gustó mucho este personaje en aquel libro y es genial
que Preston y Child la hayan rescatado del limbo literario en el que
se encontraba. Y luego está el final, que es como un puñetazo en el
estómago, un final brutal que te deja con el corazón en un puño,
con unas ganas locas de leerte ya el último libro de la trilogía de
Helen. Por suerte lo tengo listo y preparado en casita.
Pronto, “Dos tumbas”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario