Bien, al lío, que se nos hace tarde.
El protagonista de “Jugar duro” es Ernest
Stickley Jr, “Stick”, un ex-presidiario que ha pasado 7 años en
la cárcel por robo a mano armada. Allí conoció a René Moya,
“Rainy”, y al salir éste les consigue un trabajo con un
traficante de drogas llamado Chucky. Tienen que entregar una bolsa a
unos cubanos, y a cambio Chucky les pagará 5.000 dólares. Resulta
que Chucky la cagó en un negocio con los cubanos y perdió 200.000
dólares (confió para el negocio en un conocido que resultó ser de
Narcóticos y se quedó con su pasta) y esa es la cantidad que hay en
la bolsa.
Stick era quien tenía que hacer la entrega pero
en el último momento es Rainy quien la hace, y al entregar la bolsa
Stick ve cómo los cubanos lo acribillan a balazos, y sin perder un
instante sale huyendo por patas. El único que estaba al tanto de que
él haría la entrega era Chucky, así que está claro que el
traficante lo quería ver muerto. Stick consigue trabajo de chófer
de un hombre llamado Barry Stam, un tipo que está forrado y que
resulta tener tratos con Chucky, algo que Stick ignora al principio.
Por su parte Stick tiene que eludir a los cubanos y al propio Chucky,
que quieren deshacerse de él ya que es un cabo suelto.
“Fulgor de muerte” es ya una novela más
policial. El teniente Vincent Mora recibe un tiro en la cadera cuando
un ladrón intenta atracarle de camino a su casa. Para recuperarse
decide pasar unos días en Puerto Rico y allí se encariña de una
prostituta llamada Iris Ruíz, con la que solamente conversa. Vincent
metió en la cárcel a Teddy Magyk hace 7 años por violar a una
anciana y casi matarla. Ahora ha salido en libertad y se presenta en
Puerto Rico dispuesto a vengarse de Vincent. Empieza a seguirlo a
todas partes y a sacarle fotos y a acosarlo, y cuando Vincent
descubre quién es decide darle un buen susto con ayuda de unos polis
portorriqueños, advirtiéndole que si no se va ya de Puerto Rico
puede que acabe pasándole algo. Vincent cree haberse librado de
Teddy, pero nada más lejos.
Iris informa a Vincent de que va a trasladarse a
Atlantic City. Ha conocido a un hombre llamado Tommy Donovan, dueño
de un casino en Atlantic City, que le ha ofrecido trabajo como
azafata en él, pero Vincent no se fía del tipo y cree que azafata
significa chica de compañía, aunque no puede hacer nada para
hacerla cambiar de opinión. Unos días más tarde le informan de que
Iris ha aparecido muerta, así que viaja a Atlantic City para
investigar el asesinato por su cuenta.
Elmore Leonard ya me gustaba de antes, aunque lo
mismo que cualquier escritor del montón, pero no fue hasta después
de muerto que me dio fuerte con él. Ahora me pasa como a Stephen
King, que entro en una librería y me llevo todo lo que encuentro de
él. El estilo de Elmore Leonard es rápido y directo y no pierde el
tiempo en adornos innecesarios. Por ejemplo, “Jugar duro” empieza
así:
Stick dijo que él no iba si tenían que recoger
algo. Rainy declaró que no, que no entraba ningún producto en el
trato; lo único que tenían que hacer era entregar una bolsa.
Solo con estas pocas líneas ya despierta la
curiosidad del lector y hace que se pregunte quiénes son Stick y
Rainy y qué puede haber en la bolsa. Además Leonard utiliza mucho
el lenguaje de la calle y sus diálogos son muy frescos, muy
naturales, y por eso es tan fácil de leer y tan ameno, por eso fue
uno de los mejores del género.
En el caso de “Jugar duro” se hizo una
película en 1985, con Burt Reynolds en el papel principal, pero
entonces Reynolds ya estaba de capa caída y la película no tuvo
mucha fortuna. La novela en sí me gustó mucho, es muy fresca y
tiene su buena dosis de humor negro. Además, no puedes evitar sentir
cierta simpatía por Stick, a pesar de que sea un delincuente.
En su día, Stephen King dijo que “Fulgor de
muerte” era la novela policíaca del año. Yo no diría tanto, pero
sí es bastante buena. Además no es como la típica novela
policíaca, porque tienen el mismo peso tanto la trama policial como
los asuntos de los personajes de dudosa reputación. Una cosa que me
disgustó es que en la sinopsis de la solapa ya se nos dice quién es
el asesino y eso, en el libro, no se descubre hasta el tramo final, y
es un chasco. Aunque de todas formas ya se veía venir. Bueno, espero
leerme este año algún otro libro suyo.
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