Cuando se publicó el
libro en 1986 se convirtió en todo un fenómeno literario y encumbró
a Noah Gordon como uno de los grandes, pese a que ya tenía
publicados tres libros con anterioridad. “El médico” dio lugar a
una trilogía (El médico, Chamán y La doctora Cole) y yo me la leí
hará sus buenos 12 años. Cuando en diciembre del año pasado
hicieron la película me prometí a mí mismo que volvería a leerlo
para refrescar la memoria antes de verla, y ya de paso leerme la
trilogía entera, y ahora que ha salido en DVD pues decidí ponerme
manos a la obra.
El libro narra la
epopeya de Rob J. Cole para hacerse médico bajo la tutela del médico
más importante de la época, Ibn Sina (Avicena), en la convulsa Edad
Media, concretamente en el siglo XI. Rob se queda huérfano siendo
niño, cuando su madre muere durante el parto de su nuevo hermano y
su padre de unas fiebres. Al no quedar ningún progenitor vivo, el
gremio de carpinteros, al que pertenecía su padre, se reparte tanto
sus bienes como a sus hermanos y Rob se va con un cirujano barbero
que casualmente pasaba por allí con su carromato. Rob permanecerá
con Barber hasta su mayoría de edad, aprendiendo los entresijos del
oficio, a desarrollar sus habilidades para el espectáculo y a
colarle a la gente una Panacea Universal que cura cualquier
enfermedad cuando es simple aguardiente. Pero hay enfermedades ante
las que Barber no puede hacer nada, pues es un simple cirujano
barbero y no lo sabe todo y por ello, tras su repentina muerte, Rob
decide hacerse médico y parte en un arduo viaje rumbo a Persia, para
formarse con el legendario Avicena, el médico más importante de
todo Oriente. Pero la Iglesia Católica prohibe que los cristianos
estudien medicina con los muslumanes, así que Rob se hace pasar por
judío, aún sabiendo que si lo descubren lo condenarán a muerte.
El libro es muy bueno,
eso no hace falta decirlo. A veces se vuelve algo lento, pero aún
así vale la pena, porque es un libro muy didáctico. Aprendes mucho
sobre la cultura musulmana y hebrea y de cómo era la medicina en esa
época, siempre supeditada a la religión. Algo normal hoy en día
como abrir a una persona o hacer una autopsia, estaba castigado con
la muerte hace mil años por el Corán. Irónicamente a ladrones y
asesinos les cortaban una mano o la cabeza y no pasaba nada.
Además la historia del
protagonista te atrapa desde el primer minuto. Pasa por tantas
dificultades que resulta imposible no compadecerse de él. Sin duda
“El médico” es una gran novela histórica y bien merece el éxito
que cosechó. Noah Gordon aplicó a la perfección la regla nº1 de
la escritura, escribir sobre lo que se conoce (estudió Medicina y es
judío, blanco y en botella) y el resultado es inmejorable. Ahora
espero ver pronto la película.
No hay comentarios:
Publicar un comentario