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martes, 16 de octubre de 2018

Las poseídas de Stepford, de Ira Levin

Como he mencionado en algunas reseñas decidí leer algunos de los libros de los que Stephen King habla en su ensayo del terror “Danza Macabra”. Sobre Ira Levin habla largamente de “La semilla del diablo”, habla un poco por encima de “Los niños del Brasil” y le dedica tan solo un par de líneas a “Las poseídas de Stepford”, pero a mí eso me vale, así que aquí está.
Este es uno de los libros más conocidos de Ira Levin, de hecho el término “mujeres de Stepford” ha pasado a formar parte de la cultura popular americana, refiriéndose a mujeres conformistas que no cuestionan su rol al servicio de su esposo.

La historia es de sobra conocida. Joanna Eberhart, fotógrafa aficionada, se traslada con su marido y sus dos hijos al idílico pueblo de Stepford. Allí no tarda en fijarse en el extraño comportamiento de las mujeres, que parecen salidas de un anuncio de los años 50, siempre arregladas y sonrientes, todas obsesionadas con las tareas del hogar y con tener sus casa perfectamente limpias, sin tiempo para nada más.

Joanna conoce a dos mujeres afines a ellas, Bobbie y Charmaine, esta última una joven ama de casa que lleva pocos meses viviendo en Stepford. Cuando Charmaine cambia radicalmente de conducta esto pone sobre aviso a Bobbie, que comienza a comportarse de forma paranoica y a tener unas ideas descabelladas sobre lo que está pasando, pero cuando Bobbie es la siguiente en cambiar, Joanna empieza a alarmarse y decide investigar por su cuenta, antes de que sea ella la siguiente.



La novela ha sido adaptada en varias ocasiones. La primera en 1975, respetando el misterio y el horror de la novela, y a esta le siguieron hasta tres secuelas, todas para televisión. En 2004 se hizo un remake dirigido por Frank Oz y protagonizado por Nicole Kidman, aunque tenía un tono más de comedia y al contrario que la novela, un final feliz.

La novela me ha gustado. Es una historia muy satírica y con mucho humor negro acerca del rol de la mujer y el feminismo, aunque creo que si se publicara en la actualidad muchos (y muchas) pondrían el grito en el cielo. Es una novela corta, de poco más de 200 páginas, de fácil lectura, ritmo ágil y muy entretenida. Acerca del final, bueno, no es ninguna sorpresa. Este tipo de historias suelen acabar así.

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