Han pasado siete meses desde que una misteriosa cúpula cayó sobre el pueblo de Perdido Beach, aislándolo del mundo exterior, al mismo tiempo que los adultos y mayores de 15 años desaparecieron sin dejar rastro. A los supervivientes les queda muy poca comida y no hay electricidad ni agua corriente. El conflicto entre chicos normales y raros (chicos con poderes) se ha recrudecido. La Banda Humana, un grupo de chicos normales que les ha declarado la guerra a los raros, ha establecido una zona libre de raros y expulsan de ella a los que encuentran viviendo allí, sin ningún tipo de miramiento. Pero la cosa pasa de castaño a oscuro cuando se apropian de la gasolinera e incendian el pueblo, poniendo en peligro tanto a normales como a raros. Entre el humo algunos chicos creen haber visto al psicópata de Drake, algo imposible ya que todos saben que está muerto.
Mientras, empiezan a circular rumores sobre una chica llamada Orsay, tildándola de profetisa. Orsay puede entrar en los sueños de la gente, pero al tocar la barrera también puede entrar en los sueños de los adultos y chicos que desaparecieron al cumplir los 15 años, que se encuentran sanos y salvos al otro lado. Esto da esperanzas a muchos de los chicos atrapados en el pueblo y Orsay empieza a tener cada vez más seguidores.
Astrid, una chica lógica y racional,, miembro del Consejo que dirige Perdido Beach, no se lo cree y piensa que es una tontería, pero que es también un asunto muy grave porque lo que está haciendo Orsay es fomentar el suicidio.
Todo el que cumple 15 años hace puff y desaparece pero lo que ocurre realmente es que ve a la persona que más quiere delante de él, que lo tienta para que lo acompañe; si dice que sí desaparece y si dice que no pues se queda en Perdido Beach. Lo que todo el mundo cree es que si dices que sí desapareces y mueres, pero lo que está haciendo Orsay es hacer creer a todos que al desaparecer reapareces al otro lado de la barrera, lo cual no hay forma de probar que sea cierto, y significaría llevar a la muerte a muchos chicos desesperados por recuperar su libertad y volver a ver a sus padres. Y Astrid no está dispuesta a dejar que mueran en vano.
He leído en algún blog que este era algo flojo compardo con los anteriores, pero a mí me ha gustado, me ha parecido bastante bueno. Los dos primeros pasaban algo de las 500 páginas y este no llega a las 400, lo cual veo como algo positivo. Aquí hay pocos momentos de esos en los que los abusones atormentan a niños inocentes que no han hecho daño a nadie o persiguen a chicos con poderes solo porque son diferentes. Yo no soporto a los abusones y leer eso me disgusta bastante, así que es de agradecer que haya poco de esto en el libro.
Lo que me hubiera gustado es que Caine tuviera más protagonismo. En el primer libro era una seria amenaza, pero en los dos siguientes es como si el autor no supiera qué hacer con él. Está desaprovechado y es una lástima.
En general me ha parecido una muy buena novela de la saga, no tan larga como para que se haga cansina, y muy ágil y de fácil lectura.
En un mes o menos la siguiente entrega, "Plaga".
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