Los doctores David y Angela Wilson creen haber alcanzado el sueño de su vida. Empiezan a trabajar en un moderno complejo hospitalario y viven en una tranquila comunidad de Vermont, donde todo el mundo es agradable y amigable, lejos del estrés de las grandes ciudades. Pero este ambiente aparentemente idílico tiene un lado oscuro. En el hospital se han producido varias violaciones a enfermeras y aún no han dado con el culpable, Angela empieza a sufrir acoso por parte de su jefe, David también tiene problemas con el suyo, que le ha echado la bronca porque está ingresando a demasiados pacientes por urgencias y está empleando demasiados recursos del hospital en pacientes terminales, y además varios pacientes están muriendo periódicamente de forma misteriosa, presentando los mismos síntomas.
Me pillé varios libros de Robin Cook en un mercadillo de libros de segunda mano, uno de ellos el presente libro. El título me sonaba y cuando empecé a leerlo me di cuenta de que ya lo había leído hace muchos años. Tanto entonces como ahora me ha parecido uno de los mejores libros de Robin Cook. No me he parado a hacer una lista de sus diez mejores obras pero claramente estaría entre los cinco primeros.
Un hospital idílico que pronto descubrimos que no lo es tanto: violaciones, extrañas muertes, acoso, y además la novela es bastante crítica con la privatización de la medicina. Te sientes tan impotente como los Wilson ante el comportamiento de los administradores del hospital, que prefieren ahorrarse unos dólares antes que tratar a unos pacientes que de todas formas se van a morir. Qué cabrones. Sin duda una novela muy recomendable.
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