Un monstruo viene a verme, de Patrick Ness

Connor O”Malley tiene 13 años y está pasando por el peor momento de su vida. Su madre tiene cáncer y los diversos tratamientos a los que se ha sometido no parecen haber funcionado. No mantiene una buena relación con su abuela, que lo trata como a un desconocido, en el colegio sufre de bullying y al saberse lo de su madre se ha convertido en un paria social.
Una noche, a las 12:07 de la madrugada, un monstruo de aspecto arbóreo atraviesa la ventana de su habitación y se presenta a Connor aduciendo que él lo ha convocado, aunque Connor niega haberlo hecho. El monstruo le contará a Connor tres historias en tres ocasiones diferentes y la cuarta se la contará Connor a él, y será la verdad que el chico se niega a admitir sobre sí mismo y que le atormenta.



No he visto la película de Bayona, no porque no me guste sino porque sé que es muy sensiblera y que te pasas todo el rato llorando a moco tendido. Yo soy de lágrima fácil y lloro con las pelis de Pixar, así que quise ahorrarme el mal trago. En cambio descubrí que tenían el libro en la biblioteca y no quise dejar pasar la oportunidad. Sin embargo, si lo que quería era ahorrarme la llorera me equivoqué de lleno, porque cada cinco minutos estaba secándome los ojos. El libro me ha encantado, es una historia que te toca la fibra, muy emotiva y tierna y sus doscientas y pico páginas se te pasan volando.

Connor es un personaje con el que te identificas desde el primer instante. Está contenido durante todo el libro y no hace otra cosa que guardárselo todo dentro, tragando y tragando, y llega un momento, claro, que acaba explotando y sacándolo todo, y ese momento es tan intenso y emotivo que, digámoslo así, las compueretas se abren y no puedes contener la marea, aunque lo intentes. Se supone que es una novela juvenil, pero a mi modo de ver es una novela muy adulta. Sin duda una de las mejores lecturas de este año, absolutamente recomendable.