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miércoles, 31 de agosto de 2016

Orange is the new black, de Piper Kerman

Bueno, pues este es el libro en el que se basa la conocida serie de televisión, que a su vez es la autobiografía de su protagonista, Piper Kerman. Al acabar la universidad Piper no sabía muy bien qué hacer con su vida y conoció a una mujer llamada Nora Jansen por la que se sintió atraída, y esta la sedujo y la introdujo en una red internacional de blanqueo de dinero y tráfico de drogas. Ella en realidad no estaba muy metida, solo tenía que llevar un paquete de un sitio a otro o recogerlo y llevarlo a donde le indicaran, y no ganó ningún dinero ya que era Nora quien la mantenía, pero la cosa acabó complicándose y decidió dejarlo. Unos años más tarde la policía reventó la red de Nora y alguien dio el nombre de Piper como uno de sus miembros (Piper estaba convencida de que fue Nora la que se fue de la lengua), pero el juicio fue aplazándose una y otra vez durante años, hasta que 10 años más tarde, con Piper asentada, prometida con su novio Larry y un trabajo estable, le informan que debe cumplir una condena de 14 meses en la prisión de mujeres de Danbury, Connecticut, y que si no se presenta allí voluntariamente la llevarán custodiada. Así que en este libro Piper Kerman nos cuenta su experiencia en prisión durante ese año, su día a día entre rejas, su trato con las demás presas y las amistades que hace allí dentro y lo duro que resulta estar alejada de su novio, su familia y sus amigos.  


Conozco la serie pero no la he visto ni tengo previsto hacerlo (hay como un millón de series y es imposible verlas todas, además no me llamó tanto la atención como para empujarme a verla), pero cuando salió el libro en Círculo de Lectores me hice con él, porque tenía curiosidad por conocer la historia y porque en Círculo tienes que comprar un libro cada dos meses sí o sí y los otros libros que había no me convencían.

El libro me ha gustado. La prosa es sencilla y fácil de leer y la autora nos cuenta su experiencia carcelaria con bastante humor y situaciones graciosas. Tal y como nos lo narra cualquiera diría que la cárcel es el peor sitio del mundo, porque aquí no hay malos rollos ni nada, todas las presas se llevan de maravilla, se cuidan y se protegen entre ellas y casi parece el mejor lugar del mundo. Será que las prisiones de mujeres pertenecen a otro nivel. 

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