El pueblo de Calla Bryn Sturgis vive
una terrible situación desde hace más de un siglo. Cada
23 o 24 años los Lobos procedentes del Tronido (donde se alza
la Torre Oscura, te consta, ¿no?) llegan montando sus caballos
grises, provistos de sus espadas de luz y sus sneetches explosivas, y
se llevan a uno de cada pareja de gemelos (en el Calla los partos son
mayormente de gemelos) de vuelta al Tronido. Los que regresan ya no
son los mismos que se fueron. Son “arrunados”, meros cascarones
vacíos con apenas inteligencia y de los que hay que estar
pendientes continuamente.
Cuando el robot Andy (Robot Mensajero,
Muchas Otras Funciones) informa a las yentes del Calla que los Lobos
llegarán en un mes, algunos de ellos deciden que ya ha sido
suficiente y que ha llegado la hora de defenderse, y al saber que
Roland y su Ka-tet se acercan al pueblo, organizan un pequeño
grupo para pedirles ayuda. Para inclinar la balanza a su favor, el
sacerdote del pueblo le ofrece entregarle a cambio algo que lleva
demasiado tiempo escondiendo en el sótano de su Iglesia: la
temible Trece Negra, la bola más poderosa y peligrosa del Arco
Iris del Mago.
Roland ya pensaba ayudarles, pero
accede de todas formas a llevársela, pues su Ka-tet la
necesitará para viajar a nuestro mundo y solucionar algunas
cosas que llevan demasiado tiempo pendientes de un hilo. La rosa del
solar vacío está más en peligro que nunca.
Resulta que el propietario del solar no es otro que Calvin Torre, el
mismo que le vendió los libros a Jake en LTO3, y éste
firmó un contrato de propiedad con una empresa llamanda Sombra
Corporation, según el cual Torre conservará el solar
durante un año, hasta el 15 de julio de 1977, y después
de esa fecha podrá vendérselo a cualquiera que esté
interesado. La fecha se acerca y Sombra Corporation envía a
unos matones (unos jóvenes Enrico Balazar y Jack Andolini),
también te consta, ¿no?) para que obliguen a Torre a
vendérselo antes de la fecha límite, algo que de
momento aún no han conseguido.
Está claro que Sombra
Corporation se relaciona con el Rey Carmesí y que quiere el
solar para destruír la rosa, así que el plan de Roland
es simple: viajar al Nueva York de 1977 y comprar el solar antes que
ellos. La tarea no será para anda sencilla.
Durante estas cuatro semanas Roland y
su Ka-tet se dedicará a dejarse ver por el pueblo, hablar con
las yentes y darse a conocer, estudiar el terreno y trazar un plan
para poder vencer a los Lobos, si es que eso es posible. Y sobretodo
hablarán mucho con el sacerdote, que es un viejo conocido
nuestro: el padre Callahan, el sacerdote maldito de Salem's Lot, que
les cuenta su historia desde que abandonó Salem's Lot hasta
que llegó al Calla y halló la Trece Negra. Y por último
está Susannah, que está embarazada y todo parece
indicar que su bebé no es humano, y ante esta nueva situación
su personalidad se escinde nuevamente creando a Mia, que en la Alta
Lengua significa “Madre”, de la que, por cierto, ignora su
existencia.
Este es uno de mis libros favoritos de
la Torre Oscura (en realidad no hay inguno que no me haya gustado) y
fue mi primer libro nuevo de LTO (sin contar Corazones en la
Atlántida, claro), pues conocí la saga cuando ya habían
pasado unos pocos años desde la publicación del 4º
volúmen, aunque no tuve que esperar tantos años como
los que seguían la saga desde el primer día. Me gusta
por el conjunto de su historia en sí, pero sobretodo porque es
mucho de contar historias, la de los Lobos, la de Lady Oriza y la más
importante, la del padre Callahan. Esto me encantó. Me pareció
algo magistral por parte de King que recuperara a este personaje y lo
introdujera en el mundo de Roland. También me gustó ver
que se avanzaba en la trama de la rosa. En LTO3 solo se nos decía
que la rosa estaba en peligro, aquí por fin empezamos a ir a
alguna parte, aunque habrá que esperar a los siguientes libros
para saber en qué acaba todo. Y finalmente sabemos qué
son los disgregadores y cuál es su cometido (en Corazones en
la Atlántida se mencionan por primera vez, pero no se nos dice
nada), así como el por qué los Lobos se llevan a los
niños. Y no nos olvidemos de la batalla final contra los
Lobos, simplemente apoteósica. Y eso que es mi tercera vez.
Bueno, ahora a ver si antes de que
toque leerse el 6º volúmen puedo leerme el de Corazones
en la Atlántida.
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