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jueves, 4 de julio de 2013

Viejos amigos. Capítulo 52

52. Los X-Men

-¿Entonces por eso montaste todo esto? ¿Por eso quieres construir ese ordenador?
-Bueno, es una de las razones.
Eric meneó la cabeza.
-Tú y tu irracional necesidad de ayudar. No me voy a meter contigo por eso, Charles, es decisión tuya, pero ten cuidado. Yo no me fiaría de ese hombre. Y menos siendo del FBI.
-Olvidas que puedo leerle la mente, Magnus. Si tiene algún plan secreto, cosa que no es así, yo lo sabría.
Xavier se detuvo frente a la puerta que ponía "hangar" y pulsó otro código. La puerta se abrió y ambos entraron en un enorme hangar.
-Este es uno de los regalos del señor Duncan.
Eric observaba atónito un extraño avión que ocupaba casi todo el lugar, de un color azul oscuro y las alas plegadas hacia adelanta en vez de hacia atrás.
-Este es el Halcón-dijo Xavier-Es un prototipo de avión militar que no se llegó a aprobar y el señor Duncan y sus amigos me lo han cedido amablemente para cuando el grupo de mutantes esté formado y entrenado.
-Veo que no ha reparado en gastos. ¿Y ese grupito tiene nombre?
Entonces Xavier sonrió.
-Sí. Duncan me dejó lo del nombre a mí. He decidido llamarlos X-Men.
-¿X-Men? O sea, los Hombres de Xavier, ¿no?-Eric soltó una carcajada-Vaya, veo que te has vuelto muy humilde-dijo con sarcasmo.
Xavier sonrió.
-Algún nombre tenía que tener, ¿no? Y no me negarás que suena bien.
-Sí, sí, suena bien. Pero a mí déjame al margen. Yo sólo te ayudaré con el ordenador. Me dan igual tus otros proyectos para ayudar a los indefensos. ¿De acuerdo?
-De acuerdo, Magnus. Como quieras.
-Bien, ahora regresemos al mundo real. Tengo una clase dentro de diez minutos.


Xavier habló con el dueño de una siderurgia y le pagó para que le hiciera las placas metálicas que colocaría en el techo y las paredes. Eric le sugirió que utilizara sus poderes para que las hiciera gratis, pero Xavier no quiso escucharlo. Dos semanas después las recibió. Pagó 60.000 dólares y aquel fin de semana Eric fue desplazándolas en el aire y colocándolas en su sitio siguiendo las instrucciones de su amigo. Aún faltaba mucho para ver terminado el ordenador, pero ya habían dado el primer paso y los dos estaban emocionados. A última hora de aquella tarde las paredes y techo de la sala semiesférica ya estaban totalmente cubiertas y ya mostraba un aspecto totalmente distinto a la primera vez que entraron en ella.
El siguiente paso sería montar la pasarela, pero para eso aún quedaba tiempo.
Aquella noche Eric hizo la cena para celebrar aquel primer paso.
-Dime, Charles, ¿has pensado algún nombre para el ordenador o lo llamarás simplemente "ordenador"?
-Sí, creo que lo llamaré Cerebro.
-Es un nombre lógico. Tengo una pregunta sobre tu avión de última generación que quizás puedas responderme.
-Adelante.
-Si el hangar está bajo tierra, ¿cómo se supone que vas a hacerlo despegar, genio?
-El hangar está debajo de la cancha de baloncesto y el Halcón puede despegar verticalmente. Llegado el momento la cancha se abrirá y el Halcón saldrá por ahí.
-Ah, veo que lo tienes todo preparado.
-He tenido que pensar en muchas cosas para que todo encaje a la perfección.
-Ya veo. ¿Y tus X-Men también llevarán unos trajes con una X en el pecho o irán con ropa informal?-le preguntó sonriendo.
-No lo sé, Magnus, no es mala idea. Pero aún quedan años para que eso ocurra. Todo se andará.

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