52. Los X-Men
-¿Entonces por eso montaste todo
esto? ¿Por eso quieres construir ese ordenador?
-Bueno, es una de las razones.
Eric meneó la cabeza.
-Tú y tu irracional necesidad de
ayudar. No me voy a meter contigo por eso, Charles, es decisión
tuya, pero ten cuidado. Yo no me fiaría de ese hombre. Y menos
siendo del FBI.
-Olvidas que puedo leerle la mente,
Magnus. Si tiene algún plan secreto, cosa que no es así,
yo lo sabría.
Xavier se detuvo frente a la puerta que
ponía "hangar" y pulsó otro código. La
puerta se abrió y ambos entraron en un enorme hangar.
-Este es uno de los regalos del señor
Duncan.
Eric observaba atónito un
extraño avión que ocupaba casi todo el lugar, de un
color azul oscuro y las alas plegadas hacia adelanta en vez de hacia
atrás.
-Este es el Halcón-dijo
Xavier-Es un prototipo de avión militar que no se llegó
a aprobar y el señor Duncan y sus amigos me lo han cedido
amablemente para cuando el grupo de mutantes esté formado y
entrenado.
-Veo que no ha reparado en gastos. ¿Y
ese grupito tiene nombre?
Entonces Xavier sonrió.
-Sí. Duncan me dejó lo
del nombre a mí. He decidido llamarlos X-Men.
-¿X-Men? O sea, los Hombres de
Xavier, ¿no?-Eric soltó una carcajada-Vaya, veo que te
has vuelto muy humilde-dijo con sarcasmo.
Xavier sonrió.
-Algún nombre tenía que
tener, ¿no? Y no me negarás que suena bien.
-Sí, sí, suena bien. Pero
a mí déjame al margen. Yo sólo te ayudaré
con el ordenador. Me dan igual tus otros proyectos para ayudar a los
indefensos. ¿De acuerdo?
-De acuerdo, Magnus. Como quieras.
-Bien, ahora regresemos al mundo real.
Tengo una clase dentro de diez minutos.
Xavier habló con el dueño
de una siderurgia y le pagó para que le hiciera las placas
metálicas que colocaría en el techo y las paredes. Eric
le sugirió que utilizara sus poderes para que las hiciera
gratis, pero Xavier no quiso escucharlo. Dos semanas después
las recibió. Pagó 60.000 dólares y aquel fin de
semana Eric fue desplazándolas en el aire y colocándolas
en su sitio siguiendo las instrucciones de su amigo. Aún
faltaba mucho para ver terminado el ordenador, pero ya habían
dado el primer paso y los dos estaban emocionados. A última
hora de aquella tarde las paredes y techo de la sala semiesférica
ya estaban totalmente cubiertas y ya mostraba un aspecto totalmente
distinto a la primera vez que entraron en ella.
El siguiente paso sería montar
la pasarela, pero para eso aún quedaba tiempo.
Aquella noche Eric hizo la cena para
celebrar aquel primer paso.
-Dime, Charles, ¿has pensado
algún nombre para el ordenador o lo llamarás
simplemente "ordenador"?
-Sí, creo que lo llamaré
Cerebro.
-Es un nombre lógico. Tengo una
pregunta sobre tu avión de última generación que
quizás puedas responderme.
-Adelante.
-Si el hangar está bajo tierra,
¿cómo se supone que vas a hacerlo despegar, genio?
-El hangar está debajo de la
cancha de baloncesto y el Halcón puede despegar verticalmente.
Llegado el momento la cancha se abrirá y el Halcón
saldrá por ahí.
-Ah, veo que lo tienes todo preparado.
-He tenido que pensar en muchas cosas
para que todo encaje a la perfección.
-Ya veo. ¿Y tus X-Men también
llevarán unos trajes con una X en el pecho o irán con
ropa informal?-le preguntó sonriendo.
-No lo sé, Magnus, no es mala
idea. Pero aún quedan años para que eso ocurra. Todo se
andará.
No hay comentarios:
Publicar un comentario