Esta es
sin duda la mejor temporada de las que llevo visto y me atrevería
a decir de toda la serie, y eso que aún me quedan por ver de
la 5ª en adelante. Dexter es ahora un hombre casado, con un hijo
pequeño, aparte de los dos de Rita, y vive en una comunidad
idílica donde todos se llevan a las mil maravillas, como en
una peli de los años 50. pero claro, no todo es alegría
en el paraíso. Eso de tener un bebé le quita a Dexter
horas de sueño y empieza a afectar a su trabajo (declarando en
un juicio llega a confundir las pruebas contra un criminal con el de
otro caso, provocando que quede libre), además de que no puede
salir a matar tanto como antes. Y encima hay un gamberro en el
vecindario que destroza coches, buzones y hace pintadas, con lo que
se crea una patrulla vecinal y colocan unos potentes focos que se
activan con el movimiento, y esto a Dexter le toca bastante las
narices con sus salidas nocturnas.
En lo
que al asesino de la temporada se refiere, Dexter encuentra la horma
de su zapato en Trinity, un asesino en serie que lleva 30 años
matando y al que nadie ha podido atrapar. Le llaman Trinity porque
mata en ciclos de tres. Primero, una mujer muerta en una bañera
con la femoral seccionada. Luego otra mujer se suicida arrojándose
desde lo alto y por último un hombre muere apaleado.
Frank
Lundy, el agente del FBI que salió en la 2ª temporada,
reaparece para ayudar en la investigación, aunque de forma
extraoficial, pues ahora está jubilado. Lundy es el que más
sabe de Trinity, ya que lleva 15 años tras él, pero
hasta ahora no ha tenido suerte y se ha convertido en su pequeña
obsesión.
En los
primeros capítulos vemos campar a Trinity a sus anchas y no es
hasta la mitad de la temporada que Dexter descubre quién es.
Se acerca a él bajo una identidad falsa y se hace amigo suyo.
Dexter se ve a sí mismo reflejado en él, pues tiene
familia y nadie sospecha de su verdadera naturaleza. Pero Dexter no
tarda en descubrir que en realidad tiene a su familia aterrorizada
(la comida de Acción de Gracias no tiene desperdicio) y no le
queda otra que intervenir, claro.
Si esta
temporada es tan grandiosa es debido a la excelente interpretación
de John Litgow, que le hace sombra al propio Dexter. Hay que ver la
variedad de registro que tiene, puede pasar de ser el padre enrollado
de Barney Stinson en CCVM a encarnar aquí a un peligroso
asesino en serie. Ademças su personaje de Trinity me encanta,
porque cuando está matando es un tío supertranquilo, se
pone en plan “tranquila que ya queda poco, venga, venga”, pero
cuando pierde el control es sobrecogedor, y sus momentos con Dexter
en los últimos capítulos son oro puro (ejemplo, el
momento final de “Hola, Dexter Morgan”). Pero lo que no me
esperaba de ninguna forma fue ese final de temporada tan brusco. Poco
me faltó para echarme a llorar. Pobre Dexter. Trinity se
merecía morir dos veces.
Ahora
pronto la 5ª temporada. A ver si me da tiempo a ver las tres
últimas antes de que empiece la 8ª.
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