44. Enfrentados
Todo sucedió muy rápido.
Charles entró en la sala y vio a Eric disparando contra los
cuatro nazis, que estaban alineados junto a la pared, como en un
fusilamiento. Charles dejó a Gabrielle en el suelo y entró
en la mente de su amigo, obligándolo a desviar la trayectoria
de las balas.
Eric se volvió furioso contra
él.
-¡Cómo te atreves!
-¡Eric, acordamos que no
habría ninguna muerte! He encontrado a Gabrielle. Tenemos que
irnos. Llamaré a la policía israelí y ellos se
ocuparán de estos nazis.
-Eso no me vale. No es suficiente.
Voy a matarlos, que es lo que se merecen, y ni tú ni nadie va
a impedírmelo.
-¿Te estás
escuchando?¡Hablas como ellos!
Eric lo ignoró e hizo que las
armas apuntaran a los nazis.
-¡No!-Charles empujó
con el hombro a Eric, tirándolo al suelo-No pienso
consentirlo.
Eric lo miró desde el suelo,
sorprendido y furioso a la vez.
-Está bien, Charles, tú
lo has querido.
Charles miró a Eric a los
ojos y supo que no sería fácil.
Eric creó un campo magnético
alrededor de Charles y lo lanzó contra la pared. Charles
impactó a gran velocidad, agrietando la zona con la que chocó,
y cayó al suelo. Los nazis seguían en fila, asustados
ante lo que estaban presenciando.
-No puedo creer que los protejas.
¡Son los mismos que se llevaron a Gabrielle, maldita sea!
-No utilizarás tus poderes
para el asesinato, Eric.
Eric se llevó las manos a la
cabeza, presa de un terrible dolor.
-¡¡Sal de mi cabeza!!
Charles aprovechó para
empujar la pesada mesa y atrapar a Eric contra la pared. Pero era de
hierro y Eric la apartó, derribando a Charles. Se tiró
sobre él y ambos rodaron por el suelo. Eric se puso encima de
él y empezó a golpearle la cara. Enseguida se puso de
pie y volvió a lanzarlo contra la pared. Charles volvió
a entrar en su mente e hizo chocar su cabeza contra la pared,
abriéndose la sien derecha. Detrás de Charles, la
pesada puerta de acero se desprendió de sus goznes y cayó
sobre él, aplastándolo.
Eric se acercó a él,
limpiándose la sangre de la cara con la manga.
-No me has dejado otra opción,
Charles. No dejaré que te interpongas.
Entonces los cuatro nazis cayeron
sobre Eric y lo agarraron de los brazos, tirándolo al suelo.
Uno lo sujetó de las piernas, otro de los brazos y un tercero
le pisó el cuello. El cuarto cogió su ametralladora y
le golpeó con la culata en la cabeza antes de que pudiera usar
sus poderes. Luego los cuatro, al igual que Eric, perdieron el
conocimiento.
Charles salió de debajo de la
puerta a duras penas, arrastrándose ensangrentado, y se puso
de pie. Observó a Eric con tristeza y meneó la cabeza.
Sabía que su amistad se había acabado y que ahora se
había ganado un peligroso y poderoso adversario.
Se acercó al teléfono
y llamó a la policía israelí para que vinieran a
ocuparse de los nazis. Cogió a Gabrielle en brazos y se la
llevó de allí.
Cuando la metió en el coche
ella empezó a abrir los ojos.
-¿Charles?
-Sí, Gabby, soy yo. Ahora ya
estás a salvo-y puso en marcha el coche.
Cuando la policía llegó,
Eric había desaparecido.
NOTA: En la historia oficial, Magneto
encontró el oro y se lo llevó.
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