41. Búsqueda
Era como matar mosquitos a
cañonazos, pero era la única pista que podían
seguir en aquel momento. Los dos iban en el coche de Eric y Charles
examinaba la mente de la gente por la que pasaban, con la esperanza
de alguno hubiera visto la furgoneta negra. Cuando llevaban diez
minutos dando vueltas Charles captó algo. Un hombre que estuvo
a punto de ser atropellado por una furgoneta negra que iba en
dirección norte.
-Gira a la izquierda, y procura
calmarte. No hago más que recibir tus pensamientos.
-¿Calmarme?¿Que me
calme, dices?¡Joder!Charles, por si no te has dado cuenta,
todos los pacientes están muertos, los médicos y las
enfermeras también, Daniel ha sido asesinado brutalmente, se
han llevado a tu novia y ahora mismo podrían estar
torrturándola. ¿Y me pides que me calme?Lo que me
sorprende es que estés tú tan calmado, como si no
pasara nada.
-¿Acaso crees que no estoy
furioso?-exclamó Charles, alzando la voz-Conocía a
Daniel desde hacía casi diez años. ¿Crees que no
quiero que paguen por su asesinato?¿Crees que no tengo miedo
por lo que le puedan hacer a Gabrielle?¿Que no querré
vengarme si le han hecho algo?Estás muy equivocado.
-Pues no lo demuestras.
-Gira a la derecha en el próximo
cruce. Lo único que me importa es sacar a Gabrielle con vida
de donde la tengan. Si me dejara dominar por mis sentimientos, como
tú, no habría escapatoria. El asesinato es lo último
que pasa por mi cabeza en estos momentos.
-Oh, claro, entonces cuando
lleguemos, coges a Gabrielle, les dices a esos nazis que los perdonas
por haberla secuestrado y torturado, les estrechas la mano y aquí
no ha pasado nada, ¿verdad?¡Por Dios, Charles!Esos
malditos nazis no se merecen otra cosa que la muerte, y es lo que se
llevarán, créeme.
-Cuando veas una mezquita, tuerce a
la derecha. Ahora mismo estás hablando como ellos. Dime, ¿qué
es lo que te diferencia de ellos?Ellos han matado y torturado a
muchas personas, y ahora estás hablando de hacerles lo mismo.
-Ellos no cuentan como personas.
-Estás hablando de utilizar
tus poderes contra ellos. Si todos los mutantes hicieran lo mismo
sería el fin. Nosotros no tenemos estos poderes para hacer lo
que nos plazca, sino para hacer lo correcto.
Eric soltó un bufido.
-Será mejor que nos
concentremos en buscar a Gabrielle y dejemos esta discuisón
para otro momento.
-Sí, será lo mejor.
Se detuvieron frente a un camino
cubierto de grava, donde había un letrero.
-Por aquí ya no hay gente y
no sé por dónde seguir. ¿Conoces este lugar?
-Sí, lleva hacia las
montañas.
-Por fuerza han tenido que pasar por
aquí.
A cinco kilómetros vieron un
edificio abandonado, y Eric detuvo el coche.
-¿Qué sitio es
ese?-preguntó Charles.
-Es un viejo cuartel abandonado. Lo
utilizaba El Mossad durante la guerra. No hay ningún edificio
más por la zona, así que será mejor que nos
acerquemos a investigar.
Se bajaron del coche y fueron
caminando, en silencio.
Cuando estuvieron a dos kilómetros,
vieron que se encendían unas luces en la primera planta, y se
escondieron tras los árboles.
-Parece que el edificio no está
abandonado-dijo Eric-¿Puedes captar algo desde aquí?
-No, estamos demasiado lejos.
Tendríamos que acercarnos.
Los dos caminaron todo lo agachados
que podían entre los árboles, hasta que se detuvieron
detrás de unos arbustos, a unos diez metros del edificio.
Entonces oyeron hablar a dos
personas. En alemán.
Eric y Charles intercambiaron una
mirada.
Los habían encontrado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario