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viernes, 7 de junio de 2013

El señor Bliss, de J. R. R. Tolkien


Tolkien escribió (e ilustró) este cuento para sus hijos, pero no se publicó hasta 1982, años después de su muerte. Se trata de un cuento infantil que nada tiene que ver con la Tierra Media. En él, el señor Bliss decide comprarse un automóvil, y a partir de ahí se ve envuelto en un montón de situaciones absurdas y rocambolescas. Decide ir a casa de los Dorkins, amigos suyos, pero al doblar una esquina atropella al señor Day, que llevaba un carro de coles, así que se ofrece a llevarlo a él y a sus coles. Luego atropella a la señora Knight, que llevaba un carro de plátanos, y también se ofrece a llevarla con sus plátanos y su asno. Por el camino llegan a un bosque y se topan con tres osos, que se llevan sus coles y plátanos, y se unen a ellos en el viaje del señor Bliss a casa de los Dorkins, al que no le queda más remedio que llevarlos ya que, bueno, son osos. Llegan a casa de los Dorkins de forma bastante accidentada (el señor Bliss acaba con el automóvil destrozado) y los Dorkins les echan la bronca por el susto, aunque luego los invitan a comer. Los tres osos salen al jardín y se comen todas sus hortalizas. Los Drokins, al descubrir lo que han hecho, se cabrean y les echan los perros. Los osos deciden regresar a su bosque a comerse las coles y los plátanos, pero el señor Day y la señora Knight no están dispuestos a consentirlo, ya que son suyos, y convencen al señor Bliss de ir tras ellos antes de que lo hagan, pero el automóvil está para el arrastre y atan delante al asno y a unos ponys de los Dorkins para que tiren de él, y por el camino... bueno, ya te puedes hacer una idea, les pasan cosas similares. Tampoco es plan de contarlo todo con pelos y señales.

El libro abulta unas 100 páginas, pero en realidad el cuento solo ocupa unas 50, ya que lo reproduce dos veces. En las páginas pares está el relato original, escrito de puño y letra de Tolkien, con sus ilustraciones, en inglés, y en las impares su traducción en español. Algunbas páginas traen solo dos o tres líneas, mientras que otras ocupan toda la página, así que es bastante fácil de leer, y no lleva demasiado tiempo acabarlo, una hora o hora pico, tampoco calculé.

Como he dicho antes, este es un cuento infantil, son 50 páginas, te las lees y a otra cosa. No tiene mucha chicha y entre leerlo y no leerlo no hay una gran diferencia, pero hace poco vi la película del Hobbit, que me encantó y decidí leerme todo lo de Tolkien que hubiera en mi biblioteca, y eso es lo que estoy haciendo, empezando por este. Pronto la reseña de “El hobbit”.

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