Buscar este blog

miércoles, 30 de abril de 2014

Tras los pasos de Ripley, de Patricia Highsmith

Tom Ripley conoce a un muchacho americano llamado Frank Pierson que lleva varias semanas en Villeperce y al que ha visto rondando por delante de su casa en un par de ocasiones. El padre de Frank era un magnate de la industria alimentaria que llevaba años en silla de ruedas y murió hace cosa de un mes al despeñarse por un precipicio cerca de su mansión. La versión oficial es que fue un accidente, aunque también se barajó la posibilidad de un suicidio, pero Frank le confiesa a Tom la verdad: que él empujó a su padre. El ama de llaves afirmó haberlo visto haciéndolo, pero desde la casa no era posible que lo viera y todos lo creyeron cuando negó haberlo empujado. Poco después se marchó sin decirle nada a nadie y se presentó en Paris en busca de Tom Ripley, pues su padre mencionó alguna vez su nombre a raíz del asunto Derwatt (su padre tenía uno de sus cuadros colgado en el salón) y Tom supone que también oyó alguna de las historias que circulan sobre su turbulento pasado (Dickie Greenleaf y el asunto de Thomas Murchison).

Tras pasar la tarde con Frank lo lleva en coche hasta la casa donde se hospeda y allí ve a dos tipos bastante sospechosos vigilando la casa, que se marchan cuando ellos llegan y que han estado preguntando por él. Al ingenuo de Frank no se le ha pasado por la cabeza que, dado el alto estatus social de su familia y su actual condición de desaparecido, es un candidato perfecto para ser secuestrado, así que Tom lo invita a pasar unos días en su casa, sin decirle a su esposa quién es realmente, claro (la muerte de su padre y su posterior desaparición han salido en la prensa). Tom lleva a Frank a Paris para hacerse una foto para su nuevo y falso pasaporte y allí, cerca de la embajada americana, ven al hermano mayor de Frank con el detective que su familia ha contratado para dar con él. Frank lo último que quiere es encontrarse con ellos y menos volver aún a casa, así que Tom se lo lleva de viaje por Europa, tras sacarle la promesa de que al final volverá a casa.
Van a Berlín y luego a Hamburgo, donde vive su socio Reeves Minot, y allí, en un despiste de Tom, Frank es secuestrado. Tom decide no avisar a la policía para no verse implicado y se pone a buscarlo por su cuenta y riesgo.

De los cuatro libros leídos de la serie de Tom Ripley este es quizás el más flojo. El libro no es malo. Todo lo referente a la muerte del padre de Frank y el shock emocional del chico es muy interesante, así como su secuestro y todas las maniobras que hace Tom para dar con él, y el desenlace en la mansión Pierson es algo del todo inesperado, pero también tiene partes algo lentas en las que parece no pasar nada relevante (Tom invitando a Frank a comer, haciéndole de guía o simplemente conversando). De todas formas son apenas 300 páginas y se leen bien.

martes, 29 de abril de 2014

Perseguido


Bueno, este año tengo pensado leer otra vez “El fugitivo”, del tito King, y ya que tenía la película en casa pues decidí verla. Creo que la vi siendo crío, porque solo recuerdo una escena, la de Arnie quemando al negro con el lanzallamas. Seamos sinceros, la película solo se parece al libro en una cosa, la existencia del reality show mortal en el que se ve obligado a participar el protagonista. Por lo demás es solo una excusa para ver a Arnold repartiendo leña y cargándose a todo Dios.

En el libro, Ben Richards participaba en el programa para conseguir el dinero para comprar las medicinas para su hija enferma. Aquí nada que ver. Ben Richards forma parte del cuerpo policial del estado represivo. Va en un helicóptero con otros oficiales cuando ven una manifestación en el centro de la ciudad de mil y pico personas reclamando comida, y recibe órdenes de disparar contra ellos. Ben se escandaliza y se niega a hacerlo y trata de manipular los mandos del helicóptero, pero sus compañeros lo reducen y disparan igualmente contra la multitud. El Gobierno manipula las imágenes de forma que le dicen que no dispare y él si lo hace porque es un sádico y sus compañeros lo reducen para que no siga haciéndolo. Al final mueren 50 o 60 personas, lo apodan “El Carnicero” y lo envían a prisión. Año y medio después él y otros reclusos, que forman parte de la Resistencia, consiguen escaparse y luego cada uno se va por su lado. Ben llega al apartamento de su hermana pero resulta que cuando lo cogieron a él, a ella se la llevaron y ahora allí vive otra mujer, Amber. Ella piensa que es un psicópata aún cuando le dice que es inocente, y Ben la obliga a que le ayude a llegar hasta el aeropuerto. Una vez allí ella consigue escaparse y llama a la policía, y acaban cogiéndolo. Killian, el presentador del programa más popular de la televisión, “Perseguido”, en el que los concursantes son convictos que son perseguidos por unos cazadores para matarlos y si sobreviven les darán la libertad, escoge a Ben para ser su nuevo concursante. Killian le amenaza con meter en el programa a los que se escaparon con él, que han capturado, si no acepta participar voluntariamente, así que Ben acepta, aunque de todas formas Killian lo mete igualmente.
Paralelamente, Amber ve por televisión que hablan de la masacre que Ben hizo en el aeropuerto cuando lo capturaron, pero ella estuvo ahí y eso nunca pasó, así que empieza a creer en la inocencia de Ben. Se cuela en la cadena y encuentra el video de lo que ocurrió realmente en la matanza de los manifestantes, pero la sorprenden en el acto y también la meten en el programa. Así, todos ellos tendrán que eludir a sus perseguidores y matarlos para salir con vida.

Pese a que no se parece demasiado al libro la película es bastante entretenida. Es muy divertido ver a Arnold repartiendo leches y cargándose a los cadazores y soltando su frase graciosa antes o después de hacerlo, y mola ver que los malos reciben su merecido. Eso sí, el traje que lleva Arnie es bastante ridículo, parece un trapecista de circo, por no hablar de los cazadores, que son esperpénticos. Hay uno que va disfrazado de jugador de hockey, con patines, stick y todo, y otro que está iluminado como un árbol de Navidad. El único que mola uun poco es el de la motosierra.
En resumen, entretenida pero fácilmente olvidable.

lunes, 28 de abril de 2014

Super Size Me

De sobra es conocido que Estados Unidos es el país con más gordos y obesos del mundo y eso se debe a las famosas cadenas de restaurantes de comida rápida, McDonalds, Burger King, KFC, etc. Dos adolescentes obesas pusieron una demanda contra McDonalds culpándoles de estar obesas (algo que para mí es una tontería, tú sabes que esa comida no es sana y entras voluntariamente, nadie te pone una pistola en la cabeza). El juez dijo que tendrían que mostrarle pruebas de que su estado de salud se debía únicamente a la comida de McDonalds, y que comer hamburguesas tres veces al día sea perjudicial para la salud.
A partir de esta premisa, Morgan Spurlock, protagonista y director del documental, decide estar un mes a base de hamburguesas. Desayuno, comida y cena. Tiene que comer al menos una vez cada plato del menú y si le ofrecen el tamaño extra grande (supersize) tiene que cogerlo. Para ello Spurlock acudirá a tres médicos diferentes que irán siguiendo su caso a lo largo de esta dieta tan radical e irá contando a la cámara sus sensaciones durante la experiencia.
Aparte, el documental también nos da mucha información sobre todo lo que lleva la comida basura, la cantidad de calorías concetradas que contiene cada plato y lo que eso supone para el organismo, los hábitos alimenticios de los niños en los colegios y entrevistas con clientes habituales de McDonalds, por qué comen allí y si saben lo que se están metiendo entre pecho y espalda. 


El documental es impresionante. A mí no me gustan las hamburguesas, solo las comí una vez de pequeño y nunca más, pero después de ver este documental la primera vez se me quitaron las ganas de volver a meter algo así en mi boca. Joder, qué asco. Como lo de los nuggets, que mezclan hueso, carne y tripas todo junto y a comer. Pero lo que me choca es lo del tamaño supersize, como si el normal no fuera suficiente. Una hamburguesa gordísima que equivale como a tres de las normales, que tardas como media hora en comerte y encima un vaso de Coca-Cola de 2 litros. ¡2 litros! O sea, una botella de las grandes. Yo para comer me bebo un vaso de Kas de naranja, que creo contiene unos 250 ml, ¼ de litro. A veces me bebo un bote de lata, como mucho dos (eso los fines de semana) que son unos 330 ml, pero de esta manera sería como si me bebiera entre 6 y 8 vasos a la comida. ¿Estamos locos o qué? ¿Sabes la cantidad de azúcar que supone eso? No me extraña que la primera vez que Spurlock se toma una supersize para desayunar lo eche todo fuera.

Y lo de Spurlock es otra. El tipo está un poco loco. Hay que estarlo para someter a su cuerpo a semejante castigo. El tío engorda como 10 kilos, el hígado le queda como el de un alcohólico, acaba padeciendo insomnio, impotencia, cansancio y una extraña sensación en el pecho, como de presión, y sus niveles de azúcar y colesterol acaban por las nubes, cuando al principio eran perfectamente normales. Durante el experimento sus tres médicos le recomiendan encarecidamente que lo deje porque su salud se está agravando y puede que no haya vuelta atrás, pero él nada, sigue hasta el final.
Afortunadamente tras el experimento su hígado se recuperó y su salud volvió a ser la que era antes del documental, aunque tardó casi un año en perder esos 10 kilos. Al menos su locura de experimento sirvió para que eliminaran el tamaño supersize del menú de McDonalds y que introdujeran un “menú sano”.

viernes, 25 de abril de 2014

Extraños en un tren (1951)


Esta es la primera película que dirigió Alfred Hitchcock, una adaptación de la primera novela de Patricia Highsmith, y con ella ambos se convirtieron en dos de los máximos representantes del género de suspense. Por si no fuera poco, el guión lo escribió Raymond Chandler, uno de los grandes de la novela policiaca (seguro que has oído hablar de su famoso detective, Phillip Marlowe, ¿verdad?), algo que me sorprendió gratamente, porque no tenía ni idea (ni idea de que Chandler hubiera escrito el guión, se entiende). En mi biblioteca, aparte de libros, también tienen películas en DVD, sobretodo de las antiguas, y cuando vi esta no pude resistirme porque hace años me leí el libro y me gustó mucho. Además es un clásico, qué demonios, y yo siempre he dicho que los clásicos hay que leerlo o verlos, según sea el caso.

Dos desconocidos comparten un vagón de tren, Guy Haines, un jugador de tenis habitual de la prensa y Bruno Antony, un tipo algo perturbador. Bruno es un gran fan de Guy y ha leído mucho sobre él tanto en la prensa deportiva como en la de sociedad. Guy está pasando por unos momentos difíciles porque mantiene una relación con Anne Norton, hija de un senador, y quiere casarse con ella, pero antes tiene que conseguir en divorcio de su esposa, la cual, por cierto, le fue infiel y está embarazada de otro hombre y a última hora se niega a concedérselo. Bruno le menciona todo esto, que ha leído en la prensa y a Guy no le hace mucha gracia, y Bruno enseguida se disculpa por la bocaza que tiene. A lo largo del trayecto Bruno le habla un poco de él y de lo mucho que odia a su padre, tanto que incluso ha pensado en matarle. Bruno le cuenta a Guy una teoría a la que lleva tiempo dándole vueltas, sobre cómo cometer el crimen perfecto.

Pongamos que Guy quisiera matar a su esposa. Si lo hiciera sería el principal sospechoso, porque tendría un móvil. ¿Cómo podría hacerlo entonces? Bueno, pongamos por caso que conociera a alguien en un tren, por ejemplo, alguien que también quisiera matar a otra persona, como a su padre. Ambos intercambiarían sus asesinatos, Guy mataría al padre de esa persona y esa persona mataría a su esposa, y como no podrían probar ninguna relación entre ellos, ya que ninguno conocería de nada a su supuesta víctima, saldrían bien librados.
Guy cree que Bruno está como una cabra pero le sigue la corriente, le dice que es una gran idea y luego se despide de él. Pero Bruno empieza a considerar realmente la posibilidad y viaja al pueblo de Guy, donde mata a su esposa. Luego va a verlo para decirle lo que ha hecho, y Guy se horroriza y piensa en denunciarlo a la policía, pero Bruno le dice que si lo interrogan les dirá que lo planearon juntos ya que, ¿qué motivo tendría él para matarla si no la conocía?
Así que Guy guarda silencio, pero la policía lo considera sospechoso. Guy tiene coartada para la hora del crimen, iba en el tren y había otro hombre en su vagón, pero el tipo iba como una cuba y no se acuerda de él, así que la policía lo pone bajo vigilancia hasta aclararlo todo.
Guy va retomando su rutina diaria, pero entonces Bruno empieza a acosarlo, presentándose en los lugares a los que suele ir Guy, introduciéndose en su círculo de amistades, etc, para que mate a su padre. En caso de negarse, incriminará a Guy en el asesinato de su mujer.

La película me ha gustado mucho. Sé que tiene más de seis décadas y es en blanco y negro, pero aún así es magnífica. Se nota que Hitchcock apuntaba maneras. Me encanta la escena del asesinato reflejada en las gafas de la esposa y la pelea final entre Guy y Bruno en el tiovivo. Para ser de los años 50 es bastante espectacular. Esto me ha dado ganas de volver a leer el libro. A ver si cae pronto.

jueves, 24 de abril de 2014

La Larga Marcha, de Stephen King (Richard Bachman) (¡pequeño spoiler sobre el final, atención!)

Aparentemente la novela transcurre en un mundo similar al nuestro, aunque algunos detalles nos hacen pensar en algún tipo de estado policial; todo aquel que habla mal del Comandante y/o de la Larga Marcha “desaparece” de noche y no se le vuelve a ver. Aquí el acontecimiento que paraliza la nación no es la Superbowl sino la Larga Marcha. Es una especie de Maratón en la que participan jóvenes de menos de 18 años y tienen que recorrer buena parte del estado de Maine, al menos 500 y pico kilómetros. Las normas son sencillas. Puedes ir corriendo o andando, siempre que no bajes de los 6,5 km/h, pero a partir de que empiezas ya no puedes detenerte en ningún momento, ni para dormir, ni para hacer tus necesidades, ni si te da un calambre o tropiezas. No hay excusa que valga. Si por cualquiera razón bajas de los 6,5 km/h te dan un aviso; tras el tercero te vuelan la cabeza, así de simple. Aunque los avisos pueden ser borrados si estás una hora sin recibir ningún otro (es una hora por cada aviso). Solo uno será el ganador, todos los demás caerán por el camino, y éste conseguirá, aparte de una cuantiosa suma económica, aquello que más desea en el mundo. 

Nosotros nos enteramos de todo esto a través de los ojos del protagonista, Ray Garraty, un chico de Maine cuyo padre “desapareció” tras hablar mal de la Larga Marcha y que participa en ella pese a la insistencia de su madre en todo momento de que no lo haga, que cambie de opinión (cosa que no hace). Ray se hace amigo de unos chicos que como él esperan a que se les asigne un número y cuando comienza la Larga Marcha van todos en el mismo grupo, hablando de sus cosas, conociéndose, hablando de sus motivaciones para participar en ella, ayudándose entre ellos cuando los ánimos flaquean y alguno decide arrojar la toalla, y contando anécdotas de otras Marchas, de participantes que se quedaron congelados en el sitio y recibieron los tres avisos seguidos y de otros que trataron de huir, inútilmente. Pero al final solo puede haber un ganador, así que los que aún siguen en pie en el tramo final deciden ir cada uno a lo suyo y dejar de ayudarse.
Me leí este libro hace años, pero entonces el final no lo entendí muy bien, me pareció muy abstracto y nada claro. He vuelto a leerlo ahora porque decidí leerme de nuevo todos los libros de “Richard Bachman”, y de paso ver si con una segunda lectura lo entendía mejor. Les pregunté a algunos colegas que se habían leído el libro qué habían entendido ellos, y la mayoría llegó a la misma conclusión, la misma a la que esta vez también he llegado yo; que el ganador, pese a llegar extenuado a la meta, aún saca fuerzas para seguir corriendo y un poco más adelante me imagino que acabará desplomándose y muriendo de puro agotamiento. 

Finales aparte, el libro me ha gustado mucho. Los libros de Bachman me gustan especialmente porque suelen hacer mucha crítica social. En “Rabia” un chico mata a su profesora y secuestra a sus compañeros de clase, y se dedican el tiempo a hablar de lo mal que está la sociedad, de sus problemas y tal, y al final, todos menos uno, se ponen de su parte. “El fugitivo” trata de un reality show en el que los concursantes se juegan literalmente la vida, y este libro es muy similar, porque solo uno de los 100 llegará con vida a la meta. Además no hay tanta libertad como nos quieren hacer creer; el Comandante y sus soldados son los que establecen la ley, y el que los critica o a la Larga Marcha, adiós muy buenas.
Una cosa que destaca mucho en el libro es la reacción de la gente ante el paso de los corredores. Amontonados tras las barreras, con pancartas, vitoreando a sus corredores favoritos (sobretodo a Ray, que es el único de Maine) y deseando tocarlos o besarlos, pero sobretodo ver cómo éstos son despachados por su culpa, por hacerles parar, y son salpicados con su sangre. Así es como “Richard Bachman” nos muestra la verdadera naturaleza del ser humano, ese morbo por ver cómo quitan una vida delante de ti, y lo cierto es que resulta bastante chocante.
Y qué decir de la intransigencia de los vigilantes, que no dejan pasar una. Menuda frialdad. ¿Tienes un calambre o una piedra en el zapato? Búscate la vida. Qué cabrones. Pero todos estos ingredientes convierten a éste en un muy buen libro, de fácil lectura y muy ameno, tan fácil que te enganche como cualquiera de sus mejores libros. Además hay que reconocerle su mérito a Bachman, porque escribir un libro de 300 y pico páginas sobre unos tipos que van corriendo o andando a un buen ritmo todo el tiempo no parece cosa fácil. Sería interesante que hicieran la película, ahora que están tan de moda este tipo de historias.

miércoles, 23 de abril de 2014

La habitación de Fermat


Como dije hace un tiempo, me encantan las matemáticas y disfruto mucho con las series y películas en las que salen. Yo no soy mucho de ver películas españolas, pero esta la vi hace años y me encantó. El argumento gira en torno a la Conjetura de Goldbach, uno de los grandes problemas matemáticos que tras más de dos siglos sigue sin resolverse. La Conjetura de Goldbach dice que todo número entero par es el resultado de sumar dos números primos (20=13+7, 50=37+13, etc), pero hay que demostrarlo para todos los números, y como hay infinitos pues es un problema, hay que desarrollar una fórmula que los abarque a todos (actualmente hay un matemático que ha demostrado la Conjetura para los primeros 400 millones de números, pero aún así algunos matemáticos siguen sin estar convencidos, creen que puede haber un número tras esos 400 millones que no cumpla la condición; así de tiquismiquis son los matemáticos).

Alejo Sauras interpreta a uno de los protagonistas, un joven genio matemático que ha resuelto la Conjetura de Goldbach, pero antes de poder hacer pública su demostración alguien pone su habitación patas arriba y se la roba.
Luego hay un salto de cuatro meses y vamos conociendo a los demás protagonistas. Un hombre de edad madura, matemático, interpretado por Lluis Homar, juega al ajedrez con un amigo suyo, psiquiatra, y le confiesa que recientemente intentó suicidarse. El hombre parece haber pasado por una fuerte depresión y su amigo le aconseja que tiene que salir de casa y buscar algún entretenimiento para distraerse, que no puede seguir así. El matemático le habla entonces de un acertijo numérico que alguien le ha enviado por correo y que ha despertado su interés; si envía la respuesta correcta dentro de la fecha límite se le convocará a un determinado lugar en una fecha acordada, donde pasará un fin de semana con algunas de las mentes matemáticas más brillantes.
En dicho lugar coincide con otras tres personas: Alejo Sauras, obviamente; un inventor de poco éxito interpretado por Santi Millán y una chica encarnada por Helena Ballesteros, y cada uno lleva una tarjeta identificativa con el nombre de un matemático famoso ante el que responden. Así, Alejo Sauras es Galois, Santi Millán es Pascal, Lluis Homar es Hilbert y Helena Ballesteros es Oliva.
Utilizando una PDA los cuatro llegan a su verdadero destino y pocos minutos después hace acto de presencia su anfitrión, Fermat, interpretado por Federico Luppi. Antes de comenzar los juegos organiza una cena para todos, para ir conociéndose mejor, pero justo al acabar recibe una llamada de teléfono, procedente del hospital en el que está ingresada su hija y tiene que abandonarlos, antes el desconcierto de sus invitados. Poco después en la PDA empiezan a recibir una serie de acertijos matemáticos que deben resolver en un tiempo determinado, en caso contrario la habitación en la que se encuentran irá encogiendo poco a poco hasta aplastarlos.

Al principio no se lo creen pero no tardan en descubrir que es verdad. Una vez transcurrido el tiempo estipulado para cada respuesta las paredes empiezan a moverse centímetro a centímetro, y se detienen cuando escriben la respuesta correcta en la PDA, pero apenas tienen tiempo para descansar porque enseguida reciben el siguiente enigma. Los cuatro descubren que están encerrados y que no hay forma de detener el avance de las paredes (son movidas por unas planchas hidráulicas), así que no les queda más remedio que ir resolviendo los acertijos, mientras tratan de averiguar quién les está haciendo esto y por qué los ha elegido a ellos precisamente y si existe alguna forma de salir con vida de allí. Al principio pensaron que era una venganza de Fermat, porque resulta que Pascal fue el que atropelló a su hija y luego se dio a la fuga, pero queda descartado cuando encuentran en la chaqueta de este una invitación como la de ellos, lo cual significa que no era su anfitrión, sino que alguien quiso hacerles creer que sí lo era, en un plan perfectamente orquestado.

La película es muy buena y la parte de las matemáticas mola un montón, seguro que si has jugado a los videojuegos del Profesor Layton algunos de estos problemas matemáticos te sonarán bastante, pero lo que es la intriga no se queda atrás. A mí me recordó mucho a los clásicos de Agatha Christie, con los protagonistas haciendo un ejercicio de deducción sobre quién está detrás y por qué, y luego saliendo a la luz los secretos de cada uno, algunos de los cuales, por cierto, es bastante fuerte. Y al final el asesino es quien menos te imaginas. En resumen, una muy buena película de intriga. ¿Quién imaginaría que las matemáticas darían para esto?

martes, 15 de abril de 2014

Veronica Mars. 3ª temporada (¡Ojo Spoilers!)


En esta temporada Veronica empieza la universidad y allí sigue haciendo lo mismo que hacía en el instituto, utilizar sus dones detectivescos para ayudar a sus amigos y compañeros, pero aparte de los casos individuales tenemos tres tramas a lo largo de la temporada.
En la primera, hay un violador en el campus que droga a sus víctimas, las viola y luego les rapa la cabeza, y lleva demasiado tiempo actuando impunemente. El tema ya se tocó en un capítulo de la 2ª temporada, cuando acusaban a un ex-novio de Veronica de ser el violador y ella tenía que limpiar su nombre.
Una de sus amigas es violada, así que Veronica se pone a investigar por su cuenta el asunto del violador, y a medida que profundiza en el caso éste va complicándose cada vez más, pues algunas de las víctimas en realidad fingieron ser violadas para incriminar a los miembros de cierta hermandad, porque le gastaron una broma tan cruel a una amiga suya que ésta trató de suicidarse. Veronica descarta a la hermandad de ser sospechosos y esto le granjea a Veronica algunas enemistades.

La segunda trama se centra en el asesinato del rector de la universidad, que aparentemente se ha suicidado tras escribir una nota en el ordenador. Pero la noche anterior pilló a su mujer con el profesor de criminología, y casualmente para dicha asignatura Veronica escribió un trabajo sobre el crimen perfecto que versaba sobre un falso suicidio, así que su profesor se convierte en el principal sospechoso.
En la tercera trama, alguien ha puesto una cámara en la habitación de Veronica y la ha grabado en actitutd cariñosa con su novio y luego ha difundido el video por toda la universidad. Desgraciadamente esta trama arranca en el último capítulo y como la cancelaron, pues nos quedamos con las ganas de saber quién fue.
Es una pena. Esta serie era muy buena y esta última temporada contiene sorpresas y giros argumentales que te dejan con la boca abierta. En el asunto del violador está, por ejemplo, lo de las falsas víctimas, que es algo increíble, así como la identidad del violador, porque inicialmente quedó descartado (porque las víctimas no eran tal, claro). Y lo del asesino del rector, que parecía claro, pues en el último momento se produce un giro de 180º y éste resulta ser quien menos pensabas.

Bueno, al menos nos queda el consuelo de la película, que creo que ya se ha estrenado, y que le dará a la serie el final que se merece. Espero que en ella nos digan quién fue el que le puso la cámara y si si padre al final ganó o no las elecciones a sheriff. Eso sí, hacer la película 7 años después de haber acabado la serie me parece un poco tarde, pero eso ya se verá.

lunes, 14 de abril de 2014

Farscape. 2ª temporada (¡Ojo Spoilers!)

Al final de la 1ª temporada teníamos a Crichton y a D'Argo flotando en el espacio, D'Argo ya inconsciente, Crais se largaba con Talin, la nave-hijo de Moya y los demás se iban tras él, menos Aeryn Sun, que estaba en su caza realizando su propia misión. Esta 2ª temporada arranca poco después, con un Deux Ex Machina un poco descarado. Sun ha conseguido recoger a Crichton y a D'Argo justo a tiempo y los tres se encuentran a bordo de Talin. Sun dio con Crais e hizo un trato con él: enseñarle a manejar a Talin a cambio de rescatarlos a ambos, algo que a John no le hace ninguna gracia porque Talin es la única Leviatan que posee armamento ofensivo. Aunque al final no es necesario y Crais desaparece con Talin tras expulsarlos de vuelta a Moya, así que la temporada trata, aparte de las aventuras que viven los protagonistas a bordo de Moya, en los planetas que visitan o en el propio espacio, de la búsqueda de Talin, pues Moya quiere tener a su hijo de vuelta, de eludir el radar de Scorpio, que quiere atrapar tanto a Talin como a Crichton, para conseguir la información sobre agujeros negros que este alberga en lo más profundo de su mente, y la búsqueda del hijo de D'Argo, al que éste no ha visto desde que era un niño pequeño y que lleva años buscando.


Esta temporada me ha gustado más que la 1ª. Los capítulos de aquella duraban demasiado, unos 50 minutos, y algunos eran un poco aburridos; de hecho más de una vez casi me quedé dormido. Los de esta 2ª temporada ya duran menos, unos 44 minutos, y son más llevaderos y mucho mejores. Además a lo largo de la temporada hay hasta dos triples episodios, algo que me gusta especialmente. A continuación algunos de los capítulos que más me gustaron;


En el 2x04, todos están paranoicos y tratan de matarse entre sí a causa de la luz que emiten cinco superestrellas. En el 2x05, un capítulo bastante dramático, descubrimos el pasado de Sun como pacificadora. Tres años atrás estuvo a bordo de Moya y asesinó a sangre fría al anterior Piloto, cumpliendo órdenes. A bordo de Moya encuentran una grabación de lo ocurrido y el Piloto, al verla, se pone furioso y obliga a Sun a abandonar la nave. En el 2x09 los protagonistas intercambian los cuerpos después de que otra nave les dispare con un arma. Así, Sun acaba en el cuerpo de Rygel, Rygel en el de Crichton, Crichton en el de Sun, Chianna en D'Argo, D'Argo en el Piloto y el Piloto en Chianna. En el 2x10 una esfera de energía absorbe a Crichton y poco después lo escupe, junto con una versión neanderthal suya y una versión evolucionada.
Con el 2x11 empieza el primer triple episodio. Resulta que Crichton es el único genéticamente compatible con la princesa de cierto planeta para darle hijos. Él no tiene ninguna intención de casarse, pero entonces aparece Scorpio y la emperatriza lo amenaza con entregarlo a él sino se casa con su hija. Si la princesa no llega a casarse, su hermano se convertirá en regente, así que la aparición de Crichton es un problema para él, por eso antes de la ceremonia envía a sus hombres a atacarlo, pero es salvado por la prometida del príncipe, que es una pacificadora infiltrada cuya misión es asegurarse de que el príncipe no ascienda al trono. Y para colmo Crichton descubre que tras la ceremonia lo convertirán en estatua durante 80 años, pero ya es tarde para echarse atrás. 

Y con el 2x19 comienza el otro episodio triple, que se centra en la búsqueda del hijo de D'Argo. Éste descubre dónde se encuentra finalmente, pero son malas noticias porque va a ser vendido como esclavo. D'Argo no piensa darse por vencido y pone en marcha un arriesgado plan: atracar un banco intergaláctico para conseguir el dinero que necesitan para comprar todo el lote de esclavos en el que está su hijo, algo prácticamente imposible de hacer pues su seguridad es de máximo nivel. Por si no fuera suficientemente complicado, el mismo día que dan el golpe Scorpio se presenta en el banco, así que además de eludir la seguridad del banco también tienen que darle esquinazo a él, una tarea nada sencilla. Pero al final todos sus esfuerzos no sirven de nada porque Scorpio se adelanta a ellos y compra el lote de esclavos, y amenaza con matar al hijo de D'Argo si Crichton no se entrega. Éste lo hace sin decirle nada a D'Argo y el luxano se reencuentra finalmente con su hijo. Por su parte, Crichton hace su propio trato con Scorpio: le dará voluntariamente la información sobre los agujeros negros que tiene en la mente si le extrae el chip que le metió la vez que le hizo prisionero, que le provoca alucinaciones con él y le está haciendo perder la cordura.


Obviamente Scorpio no cumple con su palabra. Y por otro lado, D'Argo no piensa permitir que Crichton se sacrifique por él así que piensa en cómo rescatarlo.
El último capítulo también es muy interesante. Prosigue con las consecuencias de este triple episodio y nos encontramos con que uno de los protagonistas parece haber muerto y a otro le han hecho una lobotomía. Lo que no me gusta nada es lo que se insinúa entre Chianna y el hijo de D'Argo, porque implica que en la 3ª temporada voy a tener que tragarme todo ese culebrón, y eso en una serie de ciencia-ficción no pinta nada. Pero supongo que tendré que hacer de tripas corazón. Pronto.

jueves, 10 de abril de 2014

Dexter. 8ª temporada (¡Ojo Spoilers!)


Bueno, hace ya varios meses que vi la 8ª y última temporada de “Dexter”, así que ya es hora de escribir la reseña. Al final de la 7ª temporada Debra mataba a Laguerta para proteger a Dexter, y eso tiene sus consecuencias en esta temporada. Lo que hizo la afectó mucho, tanto que dejó la policía y se metió a detective privado a las órdenes de un antiguo inspector llamado Elway, que montó su propia agencia de detectives y lo cierto es que las cosas le van bastante bien. Además Debra no quiere saber nada de Dexter y ha caído en una espiral autodestructiva de sexo, drogas y alcohol, y aun contra su voluntad Dexter tratará de ayudarla a salir de ella.

Al asesino de la temporada lo llaman “El Neurocirujano” porque les extirpa a sus víctimas un trozo del cerebro, y en este caso la policía de Miami cuenta con la colaboración de la doctora Evelyn Vogel, una reputada neuropsiquiatra especializada en estudiar la mente de los psicópatas. Resulta que la doctora Vogel conoce muy bien el oscuro secreto de Dexter, porque cuando era niño su padre acudió a ella en busca de consejo. De hecho, el Código fue idea de Vogel. La doctora cree que “El Neurocirujano” es un ex-paciente suyo porque le está enviando a ella los trozos de cerebro, y le pide a Dexter que se ocupe de él antes de que la policía lo encuentre, pues si salen a la luz sus métodos poco ortodoxos (lo del Código, por ejemplo) podría perder su licencia o incluso ir a la cárcel. Este acaba accediendo, pero a cambio le pide que ayude a Debra a superar lo que hizo. 

Paralelamente, Dexter descubre a un chaval que es un psicópata en potencia y piense en deshacerse de él, pero le recuerda a él cuando era joven y decide convertirlo en su pupilo y enseñarle el Código. Y hacia la mitad de la temporada regresa Hanna. Lo primero que hace es dorgarlo y dejarlo tirado en medio de ninguna parte, como venganza por lo que le hizo, pero la siguiente vez que se encuentran sorprendentemente le pide ayuda. Su nuevo y flamante esposo es un paranoico y un controlador y prácticamente la tiene prisionera en su propia casa, no puede dar un paso sin que él sepa dónde está en todo momento, así que le pide a Dexter que lo mate. Él le dice que no, pero luego cambia de opinión y se presenta en su yate, aunque ya es tarde: Hanna se ha visto obligada a matarlo cuando intentaba violarla. Así que Dexter se hace cargo de la situación, se ocupa de deshacerse del cuerpo y limpiar el escenario del crimen y luego la invita a esconderse en casa de Deb, pues aún está en busca y captura, y acaban juntos de nuevo, claro. 

Esta última temporada de “Dexter” me ha gustado mucho. Me encantó la vuelta de tuerca que supone el personaje de la doctora Vogel para el origen del “Oscuro Pasajero” de Dexter y el caso del Neurocirujano contiene unas cuantas sorpresas que te dejan con la boca abierta, como su identidad. También me agrada el regreso de Hanna. Es la pareja perfecta para Dexter, después de Lumen, aunque me choca un poco que Dexter le perdone el haber intentado matar a Deb y que encima ambas se conviertan en compañeras de piso temporales. Como su fuera una nimiedad. “Ah, perdona por haber intentado asesinarte y tal”.
Lo que no podía imaginarme ni de lejos es lo que le pasa a Deb en el último capítulo, porque hubo rumores que hablaban de un spin-off protagonizado por ella, pero está claro que jugaron al despiste. Es muy fuerte. Eso sí, el final de la serie me pareció decepcionante. No sé qué pasa con la mayoría de las series largas que en su final siempre la cagan; hay muy pocas cuyo final esté a la altura de su trayectoria (se cuentan con los dedos de una mano y sobran dedos), y el de ésta no es uno de ellos. No acabo de entender por qué Dexter toma la decisión que toma. Bueno, sí lo entiendo, es lo que siempre hacen los superhéroes para proteger a sus seres queridos, pero no mola. Lo lógico es que se hubiera reunido con Hanna y Harrison en Argentina, era lo que todos esperábamos, y de esta forma, al menos es mi opinión, me siento como si me hubieran tomado el pelo.
Al menos aún tenemos el consuelo de los libros.

miércoles, 9 de abril de 2014

El último partido, de John Grisham


En esta novela corta John Grisham vuelve a alejarse de su género habitual de thrillers judiciales para presentarnos una historia intimista y muy emotiva. Hace 15 años Neely Crenshaw alcanzó la gloria con el equipo de fútbol de su instituto, el Spartan, y se le auguraba un gran futuro como quarterback, pero una lesión de rodilla truncó su carrera. Ahora regresa a su pueblo natal porque Eddie Rake, el entrenador que los llevó a lo más alto, tiene cáncer y está en las últimas. Eddie Rake fue el entrenador del equipo durante 34 años y en ese tiempo consiguió 400 victorias, 13 títulos estatales y un récord de 84 victorias consecutivas, el equivalente a 7 temporadas sin sufrir una sola derrota, pero con sus jugadores era un auténtico dictador y las sesiones de entrenamiento eran todo un infierno. Durante un partido trascendental en el que iban perdiendo por un amplio margen, Rake y Neely llegaron a las manos y éste prometió cuando se fue que no regresaría a Messina mientras Rake siguiera allí, aunque al final ha acabado rompiendo su promesa.
Neely se reencuentra con viejos amigos y compañeros de equipo así como con veteranos que alcanzaron la gloria décadas antes que él, se reúnen todos en las gradas del campo de fútbol, se ponen al día y rememoran sus grandes momentos con el equipo, a la espera de que les anuncien la inevitable muerte del entrenador.

Me encantan tanto los thrillers judiciales de Grisham como los que no lo son, porque lo que me atrae no son los libros en sí, sino su forma tan amena de escribir, que te engancha desde la primera página; yo sería capaz de leerme hasta su lista de la compra. A mí me gustan mucho esas historias donde el protagonista vuelve a su pueblo y se reencuentra con sus amigos del colegio, o de la universidad y resuelve algún conflicto que había quedado en el aire desde entonces, redimiéndose durante el desarrollo de la historia, así que esta novela corta me ha parecido genial.
En sus novelas judiciales Grisham consigue que entiendas fácilmente los términos legales más complejos, pero cuando se aparta de su género logra que te emociones (o te rías) como si siempre hubiera escrito ese tipo de libros. Tengo que confesar que en las últimas páginas casi se me escapó alguna lagrimilla, pero es que es imposible no hacerlo, hasta ese punto llega el talento de este señor. Además el libro habla mucho sobre fútbol americano, deporte que no entiendo mucho, pero pese a ello Grisham logra transmitirte esa emoción que siente todo gran aficionado, con la grabación del mítico partido que casi puso punto y final a la racha de victorias de los Spartans, pero que milagrosamente consiguieron ganar. Te sientes con el corazón en un puño. Lo malo es que solo tiene 170 páginas y se te pasan volando. Pero de todas formas ha sido una lectura maravillosa. ¡No te lo pierdas!

viernes, 4 de abril de 2014

Sherlock. 3ª temporada


Qué cabrones. Dos años esperando, bueno, más bien dos y medio, porque los dos actores protagonistas estaban haciendo películas sin parar y tuvieron que retrasar el rodaje, esperando pacientemente por esta 3ª temporada para que nos dijeran cómo narices hizo Sherlock para fingir su muerte, cuando se veía claramente que se lanzaba al vacío e impactaba duramente contra el suelo (aunque había algunos detalles bastante sospechosos, como el ciclista que arrollaba a Watson impidiéndole llegar hasta Sherlock o la ambulancia que enseguida se lo llevaba), pero llegado el momento, ¡no nos lo dicen! Y todo por culpa de John. Cuando Sherlock le estaba enumerando las 13 posibilidades de salir con vida de aquella azotea, él va y lo interrumpe, diciéndole que no le importa cómo lo hizo, que lo que quiere saber es por qué no le dijo que estaba vivo. ¿Pero en qué cabeza cabe? Todos estábamos atacadísimos por conocerl la explicación, ¡y a él le da igual y se hace el ofendido! Menuda tomadura de pelo. Claro que esta es su excusa perfecta para no tener que explicarnos exactamente cómo lo hizo, porque seguramente creyeron que la explicación no satisfaría a todo el mundo. Algo que en mi opinión es una tontería. ¡Yo quería saber la verdad y me daba igual todo lo demás!


Aunque en realidad en el primer capítulo se nos proponen tres teorías para que escojamos la que nos parece la más probable. La primera teoría, con la que empieza el capítulo, es espectacular. Sherlock se tira con un gancho, rebota en el aire y atraviesa una ventana. Allí está Molly, a la que le da un beso de película y luego se marcha más chulo que un ocho. Al mismo tiempo le ponen una máscara con su cara al cadáver de Moriarty y es este al que arrojan al suelo, y un hipnotizador hace dormir a John el tiempo suficiente para tenerlo todo preparado cuando vuelve en sí. Esta escena inicial mola un montón y te deja con la boca abierta, pero se contradice en algunos detalles con lo que pasó en el 2x03 en la azotea. Allí no se vio ningún gancho y lo de la máscara de Sherlock no tiene sentido porque tendría que haber dado por sentado que Moriarty se suicidaría y por la cara que puso está claro que no se lo esperaba. Así que no cuela.


La segunda teoría es puro cachondeo y muy divertida. Lo que cae es un muñeco manejado por Sherlock mediante hilos unos metros por detrás, y él y Moriarty se parten el culo y al final acaban besándose. Y luego está la tercera teoría, que personalmente creo que tiene más probabilidades de ser la correcta. Todas las personas cercanas al edificio estaban compinchadas y cuando él les dio la señal todos se pusieron en marcha. Sherlock se tiró sobre una colchoneta que retiraron enseguida. Luego arrojaron el cadáver de un hombre casi idéntico a Sherlock (el hombre que Moriarty utilizó para secuestrar a los dos niños, lo cual explicaría por qué la niña se puso a gritar al ver a Sherlock) y Sherlock ocupa su lugar en el suelo. Y por último utiliza una pelota de squash para detenerse el pulso momentáneamente. Es verdad que lo de la colchoneta y la pelota de squash chirría un poco pero sigue siendo la mejor de las tres.


Bien, ahora hablemos de la temporada. El primer capítulo, “El coche fúnebre vacío”, adapta, como no podía ser de otra forma, “El caso de la casa deshabitada”, el relato del regreso de Sherlock Holmes. Tras su “muerte” se descubrió que era inocente y que todo fue obra de Moriarty, y aquellos que se apresuraron a señalarle y que enseguida aceptaron su culpabilidad, ahora se arrepienten. Así, algunas de estas personas están convencidas de que en realidad está vivo y crean el grupo “El coche fúnebre vacío”, en el que exponen las teorías más enrevesadas sobre cómo pudo haberlo hecho.
En estos dos años Sherlock ha estado ocupado desmantelando la red de Moriarty por todo el mundo y cuando lo encontramos está siendo “interrogado” por unos soldados en algún lugar de Serbia, algo que parece ocurrir porque Sherlock lo permite (es la forma que tiene de divertirse). Entonces aparece su hermano, que le dice que va a producirse un inminente atentado en Londres y le conmina a dejarse de juegos y a regresar a Londres, y de esta forma Sherlock vuevle a la vida pública, por todo lo alto. Sherlock quiere volver a juntarse con John, como antes (lo que pasa es que echa de menos a su amigo), pero no sabe cómo se tomará el que le hiciera creer que estaba muerto.
Watson tiene una pequeña consulta, va a casarse con una mujer llamada Mary y se ha dejado bigote. John le pide matrimonio en un restaurante y Sherlock se presenta allí disfrazado de camarero, y como era de esperar John se cabrea un montón y acaba partiéndole la cara, varias veces además (unas escenas divertidísimas), y no quiere saber nada de él. Pero cuando John es secuestrado y corre peligro de muerte Sherlock aparece justo a tiempo de salvarle la vida, y después de esto ya vuelven a hablarse. Joh lo ayuda con el caso de terrorismo aunque sigue habiendo cierta tensión entre ellos, pero Sherlock consigue que lo perdone haciéndole creer que están a punto de morir. John se cabrea con él, pero acepta que Sherlock es así y al final acaban volviendo a trabajar juntos.


El segundo capítulo, “El síntoma de ser tres”, se basa supuestamente en “El signo de los cuatro”, aunque a mí no me lo ha parecido. Lo único que me lo recuerda vagamente es el caso del guardia real ensangrentado, un guardia apuñalado mortalmente en un lugar cerrado por dentro y al abrirlo no encuentran rastro del asesino. El capítulo transcurre durante el banquete de la boda de John y Mary. Sherlock es el padrino y el discruso que da es muy racional y lógico, pero sorprendentemente consigue emocionar a todos los invitados, y como anécdota graciosa les relata el caso del guardia real, caso que no consiguió resolver, pero consigue hacerlo durante el banquete. El capítulo es muy divertido y no tiene desperdicio, sobretodo la despedida de soltero que le organiza Sherlock y el ver a Sherlock borracho. Son unos momentos únicos.


En el último capítulo, “Su último juramento”, conocemos al villano de la temporada, Charles Augustus Magnussen, sacado de “La aventura de Charles Augustus Riverton”, un chantajista que tiene en su poder unas cartas comprometedoras con las que chantajea a lady Elisabeth Smallwood, y esta contrata a Sherlock Holmes para que las recupere. Parecía imposible que hubiera un villano que pudiera hacerle sombra a Moriarty, pero Magnussen consigue que te olvides de él. Es un tipo de lo más grimoso (en cierto momento le lame la cara a lady Elisabeth y luego, cuando se presenta en Baker Street se mea en la chimenea de Sherlock) y resulta ser un más que digno rival de Sherlock Holmes. Al igual que S. H. lo sabe todo sobre ti solo con echarte un vistazo, Magnussen hace lo mismo pero con tus puntos débiles, y como Sherlock, también tiene su propio palacio mental.
Este último capítulo es impresionante y el final de temporada te deja con el corazón en un puño, al igual que el anterior. Lo malo de esto es que te echas dos años esperando por la temporada, te la ves enseguida y luego tienes que esperar otros dos años, y eso no mola nada. Ahora espero que no pase como con esta, que haya que esperar dos años para que nos expliquen cómo es posible este final de temporada y que luego se rían de nosotros y no nos lo digan.

martes, 1 de abril de 2014

Los piratas de Silicon Valley


Mi idea inicial era ver esta película cuando murió Steve Jobs como forma de rendirle homenaje, pero al final tenía tantas series, miniseries y películas pendientes por ver y reseñar que no le encontré hueco y no fue hasta ahora, casi dos años y medio después, que me acordé de ella. Cuando surgió la polémica con “La red social”, la película sobre Facebook en la que se hacía un retrato de Mark Zuckerberg que no correspondía con la realidad (a Mark le molestó que en la película lo pusieran de trepa y manipulador, que utilizaba a sus amigos en su propio beneficio o que se dijera que creó Facebook para conocer chicas), enseguida me vino a la mente esta película porque en algunos momentos también falta a la verdad.


La película trata sobre Bill Gates y Steve Jobs, de cómo empezaron desde cero, cómo fundaron Microsoft y Apple y de su guerra particular por convertirse en el nº1 en el ámbito de la informática. Se centra sobretodo en Steve Jobs, que es la estrella del momento, el hombre que está en boca de todos y su empresa, Apple, es la nº1, mientras que Bill Gates es un don nadie que trata de hacerse un hueco y cada vez que Steve lanza un producto revolucionario, a Bill le da una pataleta y se sube por las paredes.
La película es muy buena y te encantará tanto si eres un nerd como si no, pero no deja en muy buen lugar a ninguno de los dos. Se habla de las experiencias con las drogas de Steve Jobs y sus viajes por la India y tal, y lo retratan como un cabrón. Su novia hippie de la universidad se queda embarazada y él se desentiende totalmente de la niña y con sus empleados es todo un dictador; los obliga a trabajar jornadas maratonianas (más de 90 horas a la semana) y si pilla a alguno durmiendo a las tres de la mañana le echa una bronca de cuidado.


Pero lo más sorprendente y surrealista ocurre con Bill Gates, porque según la película ek verdadero creador de Windows fue Steve Jobs pero Bill Gates se lo robó descaradamente y le hizo un corte de mangas, figuradamente halando. Windows se basa en el interfaz gráfico y el ratón que utilizaba el Macintosh. Bill lo copió sin decirle nada a Steve, lo llamó Windows y Steve, al enterarse, se cabreó bastante. Tuvieron un tenso intercambio de palabras, Bill le dijo que no le debía nada y que era un tonto y se largó, y unos meses después a Steve lo echaron de Apple. Esto es muy increíble y parece sacado de una película de espías. En la realidad Windows cumplió con todos los permisos legales y nadie se lo robó a nadie. Me imagino que a ninguno de los dos les debió hacer mucha gracia el retrato que se hacía de ellos en la película. Ahora de lo que tengo ganas es de leerme su biografía.