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martes, 11 de julio de 2023

La furia y los colores, del Gran Wyoming


Aquí el Gran Wyoming nos presenta parte de sus memorias. Yo no lo sabía pero antes que este publicó otro libro, "¡De rodillas, Monzón!", centrado en su infancia, pero no hace falta leerlo antes. 

El presente libro se centra en el Wyoming veinteañero y va de finales de los 70, los últimos años del franquismo, hasta los primeros años de los 80, la Transición. Nos habla  tanto de su vida personal como de la difícil época que le tocó vivir. Wyoming se metió de lleno en la etapa hippie (pelo largo, bigote y porros), comenzó la carrera de Medicina y de vez en cuando se iba de viaje por Europa con los colegas a países donde había auténtica libertad y democracia, lugares en los que se olvidaba de la represión y la falta de libertad y derechos en su país. 

También nos cuenta cómo se metió en la música y conoció al Maestro Reverendo, el origen de su nombre artístico y sus pinitos en el cine. Y cómo, al acabar la carrera, no le quedó otra que hacer la mili. 

Por otro lado, no se corta un pelo a la hora de hablar de la represión de los últimos años del franquismo y de la tensión que se respiraba durante el principio de la Transición. Habla de Billy el Niño y compañía, esos policías que se llevaban a los estudiantes que se atrevían a criticar al Régimen y los torturaban salvajemente, y luego encima les dieron medallas por ello; de esos ministros de Franco que se reciclaron como padres de la Constitución, como Fraga, y que la gente parece haber olvidado las barbaridades que cometieron durante el Régimen, incluso le da algunos palitos a Juan Carlos y la forma en que se convirtió en rey de España frente a su padre, Juan de Borbón, que era el legítimo heredero. Y más cosas. 

 

El Gran Wyoming me encanta como personaje y como escritor, porque dice las cosas como son y no se corta un pelo a la hora de poner a cada uno en su sitio. La parte sobre su vida me ha gustado mucho. De él solo sé lo que sale en la tele y lo del grupo con el Maestro Reverendo, y conocerlo más personalmente ha sido una sorpresa y muy interesante. De la parte histórica sabía algunas cosas pero no todas, y al Gran Wyoming se le da bien explicar cómo pasó todo aquello: la represión política, la muerte de Franco, el paso a la Transición, etc. 

Soy poco dado a leer no-ficción, algunas biografías de vez en cuando, o de divuglación científica y matemáticas. Sin embargo estas memorias del Wyoming me han gustado bastante. Son muy divertidas e instructivas. Recomendable al 100%.


martes, 2 de mayo de 2023

El alma inmortal de Stephen Crane, de Paul Auster


En esta obra Paul Auster nos presenta una extensa biografía sobre Stephen Crane, periodista y escritor de finales del siglo XIX, todo un referente de la literatura americana, que falleció en 1900 a la temprana edad de 28 años, víctima de tuberculosis. De Crane leí un par de relatos hace 20 años o más, pero fuera de eso no lo conocía de nada, así que esta biografía era una oportunidad perfecta para hacerlo. 

Crane fue periodista y reportero de guerra y su obra tocó todos los palos: poesía, relatos y novelas, centrada sobretodo en el tema bélico y los bajos fondos. Su obra más conocida, "La roja insignia del valor", es una novela corta sobre un episodio de la guerra civil americana que lo convirtió en una celebridad (obra que durante años se ha estudiado en las universidades americanas), pero esa celebridad no se reflejó en su economía. Como otros autores célebres de la época (Poe, Lovecraft, Conrad), Crane tuvo problemas de dinero durante toda su vida. Iba siempre al día, acumulando deudas y obligado a pedir préstamos a amigos y familiares, pese a que no hacía más que escribir y escribir, nunca era suficiente. 

Entre muchas otras cosas, Crane fue corresponsal de guerra en las guerras de Cuba y la de Grecia y Turquía. Sobrevivió a un naufragio y se enfrentó a la policía de Nueva York para defender públicamente a una prostituta acusada injustamente, lo cual tuvo consecuencias terribles para él. Su reputación acabó por los suelos y se convirtió en blanco de la ira de la policía, razón por la que tuvo que exiliarse de Nueva York. Además en sus últimos años cultivó una férrea amistad con Jospeh Conrad, H. G. Wells y Henry James, entre otros autores. 

Y tú dirás, ¿una biografía de 1000 páginas de un tipo que murió a los 28 años? Bueno, el libro no es solo una biografía, sino también un profundo análisis de toda la obra de Stephen Crane, artículos, relatos, poemas y novelas, y por eso el libro es tan extenso. Paul Auster nos lo cuenta todo al detalle sobre cada una de sus historias, prácticamente destripándolas, incluyendo extractos de las mismas, y al terminar el libro uno siente que se ha leído toda la obra de Crane. 

 

El libro me ha gustado. Me encanta la prosa de Auster y me ha resultado muy interesante conocer a un escritor del que no sabía nada. Es verdad que la parte de análisis puede resultar algo densa, algunos pasajes son tan largos como los relatos en sí y se hacen un poco cuesta arriba, pero aún así creo que el libro vale la pena. ¿Recomendable? Por supuesto, para mí es un 8/10, y creo que después de esto trataré de leer algo de Stephen Crane. 


miércoles, 25 de mayo de 2022

Lem. Una vida que no es de este mundo, de Wojciech Orlinski


Sobre Stanislaw Lem lo único que sabía era que escribió "Solaris", uno de los grandes clásicos de la ciencia-ficción, y ya está. No sabía nada de sus otros libros ni de su vida ni qué tipo de persona era. Como leo mucha ciencia-ficción mi bibliotecario siempre me está recomendando libros de este género (como si fuera lo único que leo), y cuando me recomendó este decidí seguir su consejo, ya que últimamente le he cogido gusto a las biografías. 

Como Orlinski es polaco  (está considerado como el mator experto mundial en la obra de Lem) pensaba que el libro sería lento o pesado (los escritores de esa parte del mundo tienen esa fama), pero es todo lo contrario. El libro está bien escrito, la prosa es ágil y es fácil de leer. 

A Lem le tocó vivir en una de las peores épocas de nuestra historia. Nació en Polonia en 1921, así que tenía 18 años cuando su país sufrió la ocupación nazi. De hecho vivió tres ocupaciones diferentes: primero la soviética al comienzo de la 2ª Guerra Mundial, cuya convivencia, dentro de lo malo, fue tolerable; luego los sustituyeron los nazis, que convirtieron la vida en Polonia en un infierno, y tras el fin de la guerra la llegada nuevamente de los soviéticos, que establecieron allí el comunismo. 

Durante la ocupación los Lem perdieron a amigos y familiares y fue cuestión de suerte que Stanislaw y sus padres no murieran en uno de los habituales pogromos nazis (básicamente eran linchamientos de judíos en la calle). Pero a pesar de lo que estaba pasando, Lem se las ingeniaba para sacar libros de la biblioteca y empezar a escribir sus primeras historias. 

Los Lem eran de origen judío, pero Stanislaw siempre ocultó ese hecho y le resultaba incómodo hablar sobre ello. Incluso años después, cuando ya era un autor consagrado y le preguntaban al respecto en entrevistas, él se mostraba evasivo y cambiaba de tema. Sin embargo en sus primeras obras (su novela "El hospital de la transfiguración" y su biografía juvenil "El castillo alto") Lem refleja ese traumático periodo de su vida y las cosas horribles de las que fue testigo. 

Orlinski nos habla de cada libro que escribió, de los temas filosóficos y metafísicos imperante en ellos y de los problemas que tenía para publicarlos (recordemos que viví en un país comunista y tenía que lidiar constantemente con la censura). De cómo se convirtió en un referente de las letras polacas allá por los años 60 y también nos habla de su vida personal, sus problemas de salud y de su pasión por la mecánica y la cibernética. Esta última estaba asociada con el capitalismo y era una causa de censura para sus obras. 


Este libro me ha gustado mucho. Es ameno y me ha servido para conocer a un autor del que no sabía prácticamente nada, uno de los grandes referentes del género. Ha despertado mi curiosidad sobre el resto de su obra y tal vez me anime a leerlos. En resumen, una magnífica biografía, altamente recomendable. 

8/10

martes, 2 de noviembre de 2021

Steve Jobs, de Walter Isaacson


 Me compré este libro cuando salió en bolsillo, en 2013, así que hacía 8 años que lo tenía parado en casa, aún pendiente de leer, por lo que el reto literario era una excusa perfecta para leerlo de una vez. 

Tras la muerte de Steve Jobs se escribieron un montón de biografías sobre él, pero ésta está considerada como la biografía oficial de Jobs, pues Isaacson contó con la plena colaboración de Jobs y su círculo más cercano, estando en vida. De hecho fue el propio Jobs el que le pidió a Isaacson que escribiera su biografía. Eso fue en 2004, pero Isaacson pensaba que era pronto para hacerlo, que al menos habría que esperar otras dos décadas, y lo rechazó. Steve se lo pidió una segunda vez y también lo rechazó. La tercera vez, en 2009, fue la esposa de Jobs quien le llamó, y le dijo que si pensaba escribir su biografía tenía que hacerlo ya, pues Steve estaba enfermo (acababa de cogerse su segunda baja por enfermedad). Ya lo estaba la primera vez, pero no se lo dijo a nadie. 

Así que Isaacson se metió de lleno en el proyecto. Jobs le aseguró que no ejercería ningún tipo de control sobre el libro, y así fue, pues en caso contrario nos habríamos encontrado con una versión edulcorada de Jobs, dejando fuera las partes polémicas de su personalidad. Pero nada más lejos. 

Isaacson nos muestra tanto las luces como las sombras de Steve Jobs. Fue todo un visionario, como pocos ha habido a lo largo de la Historia, que revolucionó el mundo de la informática, el cine de animación, la industria musical y la telefonía móvil, pero tenía un ego desmedido que no le cabía en el cuerpo, era prepotente y arrogante a más no poder y trataba a sus empleados como a la mierda. Los obligaba a trabajar 90 horas a la semana, sin apenas dormir, y si le presentaban alguna idea nueva él les decía que era una mierda (era su forma de decir "convénceme de que ésa es la mejor forma de hacerlo" y así tenías que entenderlo), una semana más tarde presentaba esa idea como suya y si le recordabas que hace una semana le pareció una mierda te miraba irritado y te ignoraba olímpicamente. Era obsesivo del control y cada detalle de sus productos tenía que hacerse a su manera (que si el color del monitor, que si los bordes redondeados de las tablets y los móviles... )


Era tal la presión que ejercía sobre sus empleados que muchos acababan dimitiendo, incapaces de seguir aguantándolo todo el tiempo encima de ellos. Esto en lo profesional, en lo personal no le andaba lejos. Cuando su novia de la universidad le dijo que estaba embarazada, Jobs no quiso saber nada del tema y se negó a reconocer a la niña como hija suya. Cargaba con el trauma de que sus padres biológicos lo abandonaran de bebé, y lo último en lo que pensaba era en traer a un niño a este mundo (no obstante le puso el nombre de su hija, Lisa, a un ordenador; le compró una casa a la madre y le pasaba una asignación regularmente). 

Años más tarde, cuando Lisa era adolescente, se fue a vivir con Jobs y su familia. Este trató de recuperar el tiempo perdido y arreglar las cosas con ella, pero estaba lejos de ser el padre del año. Podóa pasar de ser un padre cariñoso a ser frío y distante. Lisa también tenía un carácter similar al suyo y demasiado a menudo pasaban largas temporadas sin dirigirse la palabra. Cuando recayó del cáncer llevaban un año sin hablarse y fue el propio Isaacson el que le dijo a Jobs que llamara a su hija para que supiera que había vuelto a enfermar. 

 

Me  he visto dos de las tres películas que hay sobre Steve Jobs ( una de ellas como cuatro veces por lo menos), así que me conozco al dedillo la historia de Jobs desde sus orígenes hasta que lo echaron de Apple y su posterior regreso, pero de todo lo que vino después apenas conocía alguna que otra cosilla, muy por encima (lo de Pixar, el Ipod, el Ipad y el Iphone), así que me ha encantado toda la historia, con todos sus detalles. 

Hacía 8 años que tenía el libro en casa y lamento no haberlo leído antes, pero la espera ha merecido la pena. Algunas biografías pueden ser algo pesadas pero esta no lo es en absoluto. Está muy bien escrita y el autor te engancha desde las primeras páginas y te explica los aspectos técnicos de los ordenadores de Apple de forma fácil, haciéndolo comprensible para los que no controlamos sobre el tema. Es una biografía asombrosa que hace un poco más cercano a ese gran visionario que fue Steve jobs. No te la pierdas, te aseguro que te encantará.

lunes, 18 de octubre de 2021

Limonov, de Emmanuel Carrére


Este libro de Emmanuel Carrére ha sido galardonado con algunos de los premios más importantes de  Francia: el Renaudot, el pPremio de la Lengua Francesa 2011 y el Prix des Prix 2011 (para ganar este tienes que haber ganado previamente uno de los ocho premios literarios más importantes de Francia, así que es elgo a tener en cuenta). Pero esta no es la única razón para leerlo. Me gusta la prosa de Carrére desde que leí "El adversario" y en la biblioteca tienen seis libros suyos, así que mi plan es leerlos todos, así de simple (después de este solo me quedan dos). 

En este libro Carrére nos presenta la biografía de Edouard Limonov, un personaje estrafalario y egocéntrico a más no poder, tan fascinante como detestable, tan estrambótico que parece de ficción, pero que es totalmente real. Hijo de un oficial de la KGB, fue un joven delincuente y poeta aficionado, frecuentó los círculos clandestinos de disidentes de la Unión Soviética y al ver qu allí no tenía futuro partió al exilio, a Nueva York, donde vivió en la calle como un vagabundo y acabó trabajando de mayordomo de un millonario. Escribió varios libros autobiográficos que le dieron cierta notoriedad y posteriormente se trasladó a París, donde se convirtió en una figura pública tras escribir un libro sobre su aventura neoyorkina, en el lado salvaje de la vida. Unos años más tarde se trasladó a los Balcanes, participando activamente en la guerra entre serbios y croatas, implicándose con el lado serbio, hasta las últimas consecuencias. Tras el conflicto regresó a la Rusia postcomunista, donde fundó un partido político, el Partido Nacional Bolchevique (una especie de Vos pero comunista) y tuvo la loca idea de presentarse contra Putin. Como consecuencia su partido fue ilegalizado y acusado de terrorismo y él pasó 18 meses en prisión, donde escribió más libros y se convirtió en toda una figura de la causa. Pero tras salir de la cárcel su fama empezó a disninuir y todo empezó a irle cuesta abajo... 

El libro me ha gustado mucho. Nunca he sido muy de libros de no-ficción, pero desde que leí el primer libro de Carrére quedé atrapado por su prosa, y estoy más que dispuesto a leer todos los libros de no-ficción que haya escrito o que planee escribir. Yo jamás había oído hablar de Limonov hasta que leí este libro, y la verdad es que he quedado fascinado con las peripecias de su vida. Es tan alucinante que parece sacada de una novela, pero es sorprendentemente real y hace que te quedes asombrado con cada episodio de su vida. Vamos, un tío que se atrevió a presentarse contra Putin, ahí hay mucho que contar. 

Es una biografía estupenda como pocas, ideal si quieres saber de primera mano cómo era la vida en la Unión Soviética comunista. La recomiendo encarecidamente, no te arrepentirás.


miércoles, 2 de octubre de 2019

Algo en la sangre, de David J. Skal

No soy mucho de leer no ficción, pero desde el año pasado me he leído alguna que otra biografía, libros de divulgación científica, de matemáticas y también volví a leer el ensayo de Stephen King "Danza Macabra". Así que cuando vi esta biografía de Bram Stoker no lo dudé; pese a que "Drácula" es uno de los grandes clásicos del terror, de su autor no sabía prácticamente nada y había que ponerle remedio.
Y es que Bram Stoker era muy celoso de intimidad y no hablaba nunca de su vida privada, de su infancia ni nada. Hace pocos años salieron a la luz documentos secretos del autor irlandés, poemas, relatos, extractos de su diario y la correspondencia que mantuvo con Walt Whitman, y David J. Skal ha utilizado todo esto para escribir esta biografía.

Nos habla de su infancia, durante la que sufrió una misteriosa enfermedad que lo tuvo postrado en cama hasta los siete años, enfermedad que todavía hoy sigue siendo un enigma; de su estrecha amistad con Oscar Wilde a raíz de la admiración que sentía por su madre, lady Jane Wilde, una reputada poetisa de la época, de cómo conoció a Henry Irving, un famoso actor de teatro del que se convirtió en agente teatral durante más de tres décadas, de su amistad con el novelista Hall Caine, y obviamente de cómo llegó a escribir "Drácula", su obra magna.

Esta no es como otras biografías de prosa ágil que se leen en pocos días. Es algo densa y lleva su tiempo leerla. Es tanto biografía de Stooker como de las personas importantes en su vida. A veces Stoker queda en segundo plano y Skal se centra en hablarnos de la vida y obra de Oscar Wilde, del auge y caída de Henry Irving, del mundillo del teatro, etc. Pese a ello es unas biografía que bien vale la pena. Es muy completa y nos lo cuenta todo sobre Stoker y el largo proceso (siete años) que culminó con la publicación de "Drácula", así como sus diferentes adaptaciones en la gran y pequeña pantalla. Si quieres conocer mejor a este reservado escritor irlandés te recomiendo encarecidamente esta biografía. Es sobresaliente. 

lunes, 22 de octubre de 2018

Secuencias de una vida, de Bryan Cranston

De un tiempo a esta parte mi biblioteca está recibiendo un montón de libros nuevos (¡así no hay quien se los lea todos!) y cuando vi en la estantería la autobiografía de Bryan Cranston, literalmente me quedé con la boca abierta, porque tenía muchas ganas de leerla, sobretodo la parte concerniente a “Breaking Bad”.
Me avergüenza decirlo, pero no me animé a verla hasta que empezó la última temporada. En mi defensa diré que había como un millón de series, muchas de ellas muy buenas, y resulta imposible verlas todas, pero al empezar a verla me di cuenta de la joya que tenía delante y lamenté no haberlo hecho antes. Desde entonces Bryan Cranston es para mí uno de los mejores actores de nuestro tiempo. 

Su infancia me recordó bastante a la de Stephen King, porque como en el caso del autor de Maine, el padre de Bryan se largó siendo este un crío. Como no podía ser de otra manera, sus padres se conocieron en clase de interpretación y al igual que el padre de Stephen King intentó ser escritor, el de Bryan también intentó ser actor, pero no pasó de algún que otro papel en películas de serie B. La entrada de dinero en casa no era constante, a veces andaban holgados y otras veces algo apretados (Bryan recuerda que un mes su padre se compró un Cadillac nuevecito y al mes siguiente tuvo que venderlo porque no podía mantenerlo). Las discusiones y peleas empezaron a ser algo habitual y al final sus padres se divorciaron. Luego su padre se líó con una mujer casada y Bryan y sus dos hermanos no volvieron a verle en 10 años. Así que se quedaron con su madre, que se volvió una mujer amargada, demasiado aficionada a la bebida y que no se preocupó mucho por ellos.

Bryan tuvo su primera experiencia con la interpretación en una obra del colegio, pero se equivocó a decir su frase y todo el mundo se rió. Entonces tuvo claro que jamás se dedicaría a eso (jaja, qué gracia, ¿no?).


Antes de que le picara el gusanillo de la interpretación Bryan iba para policía; en la universidad estudió criminología y todo el tema, pero entonces su tutor le recomendó que para tener un currículum más diversificado se apuntara a alguna actividad optativa, así que se apuntó a interpretación, y descubrió que le gustaba. Entonces se encontró en una encrucijada. No sabía si seguir con lo de ser poli o meterse a actor (tenía muy presente la mala suerte de su padre), así que se cogió dos años sabáticos y él y su hermano se montaron en moto y recorrieron todo el país, visitando un montón de sitios, desempeñando todo tipo de trabajos y viviendo situaciones muy diversas (¡incluso fueron sospechosos de asesinato!). Pero al final se decidió por lo de ser actor y regresaron a casa.

Sus inicios fueron como los de cualquier actor, haciendo publicidad (me viene a la cabeza Joey Tribbiani). Su primera oportunidad fue un casting para un anuncio de chocolatinas Mars, en el que tenía que tenía que hacer rapel. En su currículum decía que tenía bastante experiencia en el tema y al hablar con el director le aseguró que no había problema, que si por él fuera lo hacía en aquel momento. Pero en realidad no tenía ni puta idea (¿recordáis a Joey y su experiencia de bailarín?), así que pagó unas clases intensivas para aprender (la primera vez que lo hizo vomitó), pero de los actores que se presentaron al casting él fue el que mejor lo hizo, y le dieron el trabajo.

Su primer papel serio fue en un culebrón llamado “Loving”, en el que estuvo cerca de dos años. Muchos actores que han empezado en culebrones les avergüenza hablar de esa etapa de su vida, pero Bryan habla con orgullo de ella, ya que aprendió mucho de su profesión. “Loving” sufrió muchos altibajos y despidieron a muchos de los actores que salían en ella. En cualquier momento podían despedirte, y que fueras un personaje principal no importaba. Bryan decidió dejarla al cabo de dos semanas pero antes de avisar a la cadena lo despidieron. Lógicamente se cogió un cabreo de narices. Después de eso fichó por una serie policiaca llamada “Brooklyn South”, de los creadores de “Policías de Nueva York”. Esta fue la peor experiencia de Bryan delante de las cámaras. Él estaba acostumbrado a que le enviaran el libreto con el texto para memorizarlo una semana antes, pero aquí no le enviaban sus líneas hasta la noche antes, con lo que no le daba tiempo a aprendérselas antes de rodar, y la mayoría de l tiempo el apuntador tenía que indicarle la frase que tocaba.

Este era el método de trabajo con todos los actores de la serie pero a Bryan no le gustaba, porque sentía que en vez de interpretar a un personaje solo estaba recitando frases, y acabó bastante quemado. Después de esto se dedicó a hacer de actor invitado en un montón de series y uno de sus personajes más recordados es el de dentista loco en “Seinfeld” (yo lo vi en “Babylon 5”). En 1999 dirigió, produjo y protagonizó una película llamada “Last Chance”, con su mujer en el papel protagonista, y cuando estaba montándola lo llamaron para salir en un capítulo de “Expediente X”, escrito por Vince Gilligan, futuro creador de “Breaking Bad” (si Bryan consiguió el papel de Walter White fue gracias a su papel en este capítulo).

Aqui una abeja le picó en los huevos, no es coña.
Y entonces llegó Hal, el padre tontaina de “Malcolm in the middle”. La serie duró siete temporadas, convirtió a Bryan en alguien popular entre el público y recibió las primeras nominaciones de su carrera. Al acabar la serie le ofrecieron un papel protagonista en una serie titulada “Nurses”, una serie tipo “Anatomía de Grey” en la que haría de médico ligón, pero el guión le pareció algo superficial. Lo que realmente le interesaba era hacer el piloto de una serie titulada “Breaking Bad”. Todo lo que vino después, como suele decirse, es de sobra conocido.



Otros años me cuesta decidir cuál es el mejor libro que he leído, siempre me quedo con varios, pero este año no tengo ninguna duda, “Secuencias de una vida” es el mejor libro de este año 2018. Bryan Cranston es un magnífico actor pero también tiene talento como escritor. El libro es estupendo, Bryan escribe como si llevara toda la vida haciéndolo y su prosa es muy amena y con mucho sentido del humor. Cuenta un montón de anécdotas divertidas, aunque imagino que en su momento no lo serían tanto, cuando estaba empezando y trataba de hacerse un hueco en el mundillo y tenía dudas de si lo lograría o acabaría como su padre. Pero lo mejor de todo, obviamente, son las últimas 100 páginas, la parte de “Breaking Bad”. Cómo se hizo con el papel (que parece una historia sacada de la serie “El séquito”), los entresijos de la serie, escenas que inicialmente iban a ser de otra manera pero que Bryan convenció a Vince Gilligan de cambiarlas por el bien del personaje, otras en las que no lo logró, el personaje de Jesse, que iba a morir al principio de la serie pero era tal la química de Bryan con Aaron Paul que se quedó toda la serie, la escena de la muerte de la novia de Jesse, la más desgarradora que ha hecho en toda su carrera, porque de pronto no estaba viendo al personaje de Jane ni a la actriz que la interpretaba sino a su propia hija, estaba viendo morir a su hija (ahí es cuando llora y se lleva la mano a la boca), la muerte de Mike, la recta final de la serie, cuando le robaron en Albuquerque, etc. Solo por esta parte ya merece la pena leer el libro. Es realmente fantástico. Indispensable para cualquier fan de “Breaking Bad”.  

viernes, 28 de septiembre de 2018

Algunas notas sobre algo que no existe, de H. P. Lovecraft

Esta es una breve autobiografía que Lovecraft escribió en 1933. El plan era publicarla en 1933 en Unusual Stories, pero eso nunca llegó a pasar y no vio la luz hasta 1943, gracias a la editoral Arkham House, especializada en dar a conocer su obra. No se tradujo al español hasta 1998.
Lovecraft nos habla de su infancia, de sus gustos literarios, sus primeros pinitos como escritor y de los autores que más influyeron en su obra.

Me ha gustado, pero no puede decirse que esto sea un libro de verdad. Solo lo hay en formato e-book y en total apenas son unas 30 páginas. Vamos, que no llega a nada. Hubiera preferido una biografía oficial, en condiciones.

jueves, 19 de julio de 2018

Hacia el infinito, de Jane Hawking

«Hacia el infinito» es la biografía de Stephen Hawking escrita por su primera esposa, Jane Hawking, y es en la que se basó su biopic, «La teoría del todo», pero no esperes encontrarte aquí con una versión escrita de todo lo que ocurre en la película, porque no es así. Ya se sabe que los biopics suelen inventarse algunas cosas y alterar algunos acontecimientos para darle más dramatismo a la historia. Además esta no es la típica biografía que hable sobre la infancia de Stephen, su formación académica, su enfermedad, sus trabajos en astrofísica y de cómo llegó a convertirse en una de las mentes más brillantes del siglo XX.

Es la biografía de Stephen Hawking desde el punto de vista de su esposa, desde que se conocieron hasta que se divorciaron casi 30 años después. Obviamente habla de su enfermedad, la enfermedad de la neurona motora, más conocida como enfermedad de Lou Gehrig (le dieron dos años de vida y duró más de 50), de la traqueotomía que lo dejó sin cuerdas vocales y de cómo adaptaron un ordenador para que pudiera comunicarse con él. También habla de sus trabajos sobre el Big Bang, los agujeros negros, etc, pero de todo esto lo hace un poco por encima, sin dar demasiados detalles; la biografía se centra principalmente en el día a día del matrimonio y en todos los sacrificios que tuvo que hacer Jane para cuidarle, en la presión que tuvo que aguantar, los malos rollos con los padres y la hermana de Stephen, las dificultades de la enfermedad y los momentos de duda en los que estuvo a punto de arrojare la toalla.

Jane dedica varias páginas a hablar de «Breve historia del tiempo», el libro de divulgación científica que convirtió a Stephen en toda una celebridad fuera del ámbito académico y las consecuencias que tuvo para ellos. Stephen, que tenía un ego enorme, le encantaba ser el centro de atención y que todo el mundo hablara de él, los premios, conferencias, entrevistas y demás, mientras que para Jane esta repentina fama solo fue una losa más que soportar. Al ser un científico famoso todos daban por hecho que estaban forrados pero lo cierto es que andaban bastante justos y si la universidad no hubiera financiado su tratamiento y cuidados, ellos no habrían podido costeárselos.

Finalmente asignaron a un grupo de enfermeras para cuidar de Stephen las 24 horas del día, y esto aligeró un poco el peso sobre los hombros de Jane, aunque esto solo hizo que las cosas fueran a peor y que todo se precipitara. Una de las enfermeras, Elaine Mason, parecía molestarle que Jane respirara el mismo aire que Stephen, lo consideraba un dios y ella no se lo merecía, y predispuso al resto de enfermeras en su contra (es el colmo que Jane no pudiera vagar libremente por su propia casa). No solo eso sino que le llenó a Stephen la cabeza de pájaros y fue debido a su influencia que Stephen acabó divorciándose de Jane.

Personalmente creo que Stephen se portó muy mal con ella, como un auténtico déspota. Jane lo sacrificó todo para cuidarle, su carrera y todo su tiempo, le dedicó casi 30 años y así se lo pagó él, dándole la patada, como si esos 30 años no hubieran significado nada. Luego, claro, Elaine se casó con Stephen, como no podía ser menos, pero él acabó escarmentando, pues según dicen ella lo maltrataba físicamente. Su hija Lucy quiso denunciarla pero Stephen se negó y finalmente se acabaron divorciando y Elaine se llevó un buen pellizco. Después de esto Stephen volvió a estar en buenos términos con Jane y su familia. No hay nadie que tenga una buena palabra hacia Elaine, lo cual no me extraña en absoluto.
Pero como he dicho al principio, el libro solo abarca hasta el divorcio de los Hawking, esto último lo busqué en Google.


El libro me ha gustado. Es una buena forma de acercarse a la figura de Stephen Hawking y no hay nadie mejor que su primera esposa para contarnos cómo era realmente. Aunque me hubiera gustado saber más sobre su enfermedad y su trabajo en astrofísica.

miércoles, 24 de febrero de 2016

La hora de la verdad, de P. D. James

P. D. James murió a finales del 2014 a los 94 años, ahí es nada, y yo me leí “Muertes poco naturales” poco después como homenaje (lo hago cuando muere algún escritor que conozco y/o admiro). En la biblioteca tienen un montón de libros suyos, entre los que se encuentra esta biografía; era para leerla el año pasado pero no me dio tiempo, pero esta vez ha sido de los primeros que cogí este año.
“La hora de la verdad” es una autobiografía que P. D. James publicó en 1999, con casi 80 años, en mi opinión la edad perfecta para hacerlo (no como esos artistas de los que escriben la biografía con apenas 20 años, cuando aún no han tenido tiempo de hacer nada relevante).
La biografía está escrita en forma de diario a lo largo de un año, de agosto del 97 a agosto del 98, en la que nos describe su día a día, concediendo un montón de entrevistas, yendo de gira con su último libro y firmando ejemplares durante horas, dando discursos en diferentes actos literarios, recibiendo títulos honoríficos, etc. Y de paso nos habla de su infancia, su familia, los distintos empleos que tuvo, los primeros éxitos en su carrera de escritora...

Como lector empedernido que soy me encanta conocer la obra y milagros de los escritores que leo y esta biografía me ha parecido muy interesante, aunque es bastante atípica. Todas las biografías empiezan en la infancia y van avanzando linealmente hasta el presente; esta se centra en el presente y la autora va sacando del baúl de los recuerdos diferentes anécdotas de su infancia y su vida de adulta.
Es admirable que con casi 80 años, lejos de lo que podría pensar, P. D. James siguiera tan activa como al principio de su carrera. Dando discursos varias veces a la semana, concediendo entrevistas televisivas y radiofónicas, de gira por un montón de países para promocionar su última novela. Ojalá todos tuviéramos su misma energía a sus años.

Este libro me ha dado ganas de leer más libros suyos, seguro que alguno más cae este año.  

viernes, 13 de marzo de 2015

Diario de invierno, de Paul Auster

Me gusta saber la vida y milagros de mis autores favoritos, así que la autobiografía de Paul Auster no podía faltar (forma parte de mi lista de favoritos desde que me leí “Trilogía de Nueva York”). “Diario de invierno” es una autobiografía bastante atípica porque está escrita en segunda persona, con Auster dirigiéndose a sí mismo como en un diario, y no está escrito de forma lineal, empezado por su infancia y terminando en el presente, sino que va adelante y atrás en el tiempo (tienes 64 años, tienes 5, tienes 12, tienes 9, etc).
Auster cuenta algunas anécdotas de su infancia (cómo se hizo la cicatriz de su mejilla, lo de un amigo que murió al caerle un rayo, muy cerca suyo, etc), habla del divorcio de sus padres y de su muerte y de lo mucho que le afectó la muerte de su madre, de los diferentes apartamentos y casa en los que vivió a lo largo de su vida, de los años que vivió en París, de su oposición a la guerra de Vietnam, sus primeras experiencias sexuales, el fracaso de su primer matrimonio y cómo conoció a su segunda y actual esposa, entre otras cosas.

No hay duda de que Paul Auster ha tenido una vida muy interesante y nada aburrida. El libro es muy bueno, muy ameno y está bien escrito, pero tiene una pega. Se centra exclusivamente en su vida personal y me hubiera gustado que hablara algo de su faceta como escritor, su método de trabajo cuando está escribiendo un libro o de cuando le dieron el Príncipe de Asturias.

De todas formas es una buena lectura. 

viernes, 11 de julio de 2014

El Marqués de Sade. Una vida, de Francine du Plessix Gray


Me leí la biografía de Sade en el 2002, hace ya 12 largos años (en concreto este mismo ejemplar; lo compré, lo leí y luego lo doné a la biblioteca). El Día de las Letras Gallegas, el 17 de mayo, hicieron en mi pueblo un mercadillo de libros de segunda mano gratis (lo hacen todos los años por el Día del Libro pero este año hubo que aplazarlo porque dieron lluvia) y ahí encontré por pura casualidad un libro del Marqués, “Justine”, una de sus obras más importantes (por importante quiero decir polémica). Antes de leerlo quise volver a leerme la biografía, así que lo busqué en la biblioteca pero no lo encontré. Se lo mencioné al bibliotecario y se puso a buscarlo, pero tampoco dio con él. Los libros que menos se prestan los guarda en un pequeño almacén en la segunda planta, por cuestión de espacio, y lo buscó ahí, pero nada. Una de dos, o se perdió, o alguien lo robó (tampoco sería la primera vez), así que me quedé con las ganas. Pero al final la Fortuna me sonrió porque unas semanas más tarde lo encontré por pura casualidad en uno de esos expositores giratorios de libros de bolsillo, que hay en el primer piso, algo que el bibliotecario ignoraba porque los libros de ese expositor no los tiene controlados. En definitiva, una buena noticia tanto para él como para mí, y esta semana pasada me he dedicado a disfrutar de la azarosa vida del Marqués.

Donatien Alphonse François, el Marqués de Sade (dato curioso: el Marqués debería haberse llamado Donatien Aldonse Louis, pero cuando las criadas lo llevaron a bautizar se les olvidó el nombre, y acabó llamándose Alphonse François, algo que a Sade siempre le molestó, porque por aquel entonces el rey era Luis XV y todo el mundo quería llamarse como él) es uno de los personajes más transgresores y polémicos de la Historia y tiene el dudoso honor de haber dado lugar al término “sádico”. A Sade le tocó vivir en una época muy puritana, así que las orgías que llevó a cabo supusieron un escándalo cuando se corrió la voz, y a causa de ellas pasó buena parte de su vida adulta entre rejas. En esta biografía se describen detalladamente algunas de ellas, las más escandalosas, pero tengo que decir que no son para tanto. Sus fantasías consistían básicamente en la flagelación y el sexo anal (que entonces era ilegal y estaba penado con la muerte) y blasfemar contra Dios y la Virgen durante el acto sexual (era un ateo convencido y en esa época las prostitutas eran muy creyentes, y cuando las obligaba a blasfemar ellas se negaban y huían despavoridas). Hoy en día, azotar y dar por culo no es nada del otro mundo, pero puede que esto sea así gracias a que a alguien como Sade se le ocurrió ponerlo en práctica, arriesgándose al escarnio público. Yo me imaginaba que sus orgías serían más impactantes y depravadas, pero no, en eso me decepcionaron un poco (esas las dejó para sus polémicos libros). Bueno, tenía una parafilia bastante asquerosa que consistía en que le echaran pedos en la cara para aspirar el olor, y eso sí que da cosica.

Ruinas del castillo de La Coste
El carácter excéntrico de Sade así como sus obsesiones sexuales se deben, según expertos en la materia, a la ausencia de la figura materna. Su padre era diplomático y siempre estaba viajando al extranejro y en los primeros 10 años de su vida apenas se vieron. Su madre siempre viajaba con su padre para tenerlo controlado y sacarlo de apuros ( en su juventud el Conde de Sade también fue un libertino de cuidado y sus bacanales no tenían nada que envidiar a las de su hijo). Antes de nacer Donatien, sus padres tuvieron una hija, que murió a los dos años. Esto afectó mucho a la madre, que no quiso pasar por el mismo suplicio con Donatien y se desentendió totalmente de él; apenas se vieron unas pocas veces a lo largo de su vida. Así que lo de los azotes y su obsesión por los culos vienen subconscientemente de ahí. Pero no todo proviene de la ausencia de la madre. Donatien se crió primero con su abuela materna, que se lo consentía todo, y luego con un tío que era abad, Jacques-François de Sade. El abad era muy libertino y por su casa pasaban mujeres constantemente y era muy dado a fiestas, así que eso también influyó.

A oídos del Conde llegaron los rumores de que a su hijo lo estaban malcriando así que lo metió en una escuela jesuíta, en la que el joven Marqués lo pasó bastante mal. Posteriormente ingresó en una academia militar y al finalizar su inistrucción pasó a servir en el regimiento de la Caballería Ligera de la Guardia del Rey (su prestigio era similar a la de los mosqueteros de Dumas). Poco después comenzó la Guerra de los Siete Años y en ella Sade destacó notablemente. Pero entonces su padre se enteró de su afición al juego y de sus primera juergas, así que decidió concertarle un matrimonio para hacerle sentar la cabeza (el Conde de Sade se volvió bastante religioso y no quería que su hijo siguiera sus mismos pasos). La elegida fue Renée-Pélagie de Montreuil, cuya familia pertenecía a la nueva burguesía. Al principio todo fue de maravilla. Se llevaba muy bien con su esposa, que lo adoraba, y su suegra se convirtió en la madre que nunca tuvo, pero no tardó en volver a las andadas y tuvieron lugar los primeros encarcelamientos de Sade. Su suegra hacía todo lo posible por sacarlo de prisión y su esposa era tan cándida que aun sabiendo lo que su marido hacía por ahí lo defendía incansablemente (de hecho lo amaba tanto que incluso tomó parte en una de sus orgías, la más polémica de todas). Y nada más quedar en libertad Sade no tardaba en poner en marcha la siguiente orgía, con lo que el ciclo volvía a comenzar: cárcel, quedaba libre o bien se fugaba, regresaba a su castillo de La Coste donde llevaba a cabo otra bacanal, le advertían de que la policía iba a arrestarlo y volvía a fugarse. Y su suegra pasó a convertirse en su peor enemigo cuando Sade se lió con la hermana menor de su esposa, algo que jamás le perdonó (aunque su esposa sí). Pero cuando tuvo lugar el “episodio de las niñas” todo cambió para él.

Sade encarnado por Geoffrey Rush en la película Quills
Sade se llevó a La Coste a cinco chicas de 15 años, vírgenes, y a un chico de la misma edad, y la orgía duró seis semanas. No duró más porque lo que sucedió allí dentro corrió como la pólvora por toda Francia y la sociedad francesa se escandalizó de tal forma que el rey firmó una lettre de cachet (con esto el rey podía encerrarte de por vida sin necesidad de juicio, algo habitual en la época) y Sade pasó los siguientes 13 años de su vida en prisión, los primeros 8 en Cincennes y los 5 últimos en la Bastilla. Fue en esta última donde comenzó su faceta de escritor y allí escribió tres de sus obras más conocidas: “Los 120 días de Sodoma”, “Aline y Valcour” y el primer borrador de la novela “Justine”.
Luego llegó la Revolución Francesa y unos días antes de la toma de la Bastilla lo trasladaron al manicomio de Charenton, antes convento de los Hermanos de la Caridad, debido a su mala influencia sobre los demás presos y se quedó allí durante los siguientes meses, hasta que se instauró la nueva República y llegó el Terror de Robespierre y se empezaron a cortar cabezas a mansalva. Se anularon las cartes de cachet y se liberaron a los presos políticos, entre ellos el Marqués.

Retrato de la esposa de Sade
En la nueva sociedad Sade se convirtió en un ciudadano respetable y alcanzó puestos de gran responsabilidad política, pero confiado cometió el error de mostrar públicamente su opinión contra la religión. De entrada no pasó nada, pero luego la corriente cambió y se persiguió a los antirreligiosos (Robespierre consideraba a la corriente antirreligiosa como algo propio de la aristocracia), así que Sade volvió a prisión y por un pelo no le cortan la cabeza.
El reinado de Robespierre llegó a su fin cuando a éste le cortaron la cabeza con el mismo instrumento que tan popular había hecho, y Sade fue liberado. Luego llegó Napoleón y Sade publicó la novela “Juliette”, su obra más transgresora y polémica hasta la fecha, de forma anónima, claro, aunque de poco le sirvió. La sociedad francesa quedó tan escandalizada (una vez más) que Sade acabó de nuevo con sus huesos en el manicomio de Charenton, y allí pasaría los últimos 13 años de su vida.

El Marqués de Sade fue un personaje único como pocos y su biografía es apasionante. Algunas pueden ser algo lentas y pesadas, o incluso poco interesantes, pero este no es el caso. Es muy amena y está muy bien escrita, y te atrapa desde el principio. Además no se deja nada atrás y una buena prueba de ellos son sus 730 páginas. Y no le sobra ninguna. Sin duda una lectura muy recomendable si sientes curiosidad por la figura del Marqués. Yo te lo recomiendo.
Bien. En mi biblioteca tienen “La filosofía en el tocador” y yo tengo en casa “Justine”, así que ahora creo que ya estoy preparado para leerlos. Espero que pronto.