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viernes, 21 de octubre de 2016

El Maestro del Prado, de Javier Sierra



En este libro Javier Sierra nos desvela los secretos ocultos en algunos de los cuadros más importantes que se han expuesto en el Museo del Prado, como “La Perla”, “La visitación” y “La escuela de Atenas” de Rafael; “Nastagio degli Onesti” y “La Natividad mística" de Boticelli; “La gloria” y “Carlos V en la batalla de Mühlberg” de Tiziano y “El jardín de las delicias” del Bosco, entre otros.
Y nos los cuenta como una historia verídica que le pasó a él en 1990, cuando tenía 20 años y estudiaba Periodismo en Madrid. Javier solía ir al Museo del Prado de vez en cuando para contemplar las grandes obras de los pintores más importantes del Renacimiento y en una de esas ocasiones conoció a un misterioso personaje, un hombre sexagenario que se presentó como el doctor Luis Fovel, y que empezó a revelarle los secretos ocultos en dichos cuadros, que para la mayoría de las personas han pasado desapercibidos, explicándole el contexto en que fueron pintados y contándole parte de la vida de esos pintores que desconocía hasta ese momento, así como la relación de varios de esos cuadros con un manuscrito del siglo XVI titulado “Apocalypsis Nova”, que vaticinaba la llegada del Apocalipsis para comienzos de dicho siglo.
De este momento en adelante Javier Sierra empezará a ver el mundo del arte con otros ojos.

Javier Sierra es un autor que me encanta, muy en la línea de J. J. Benítez e Iker Jiménez, que escribe libros de ficción y de no-ficción sobre el Más allá, OVNIS, apariciones marianas y grandes enigmas de la Historia, y el único autor español cuyos libros están entre los más vendidos en el extranjero. Por algo será. Yo me he leído cuatro libros suyos contando este: “Las puertas templarias”, “Roswell: Secreto de Estado”, “La Cena Secreta” y “El Maestro del Prado”. El presente libro ya hacía tiempo que lo tenía parado en casa, un par de años o así, así que me animé, y no me ha defraudado en absoluto.
En “La Cena Secreta” Javier Sierra nos hablaba de los símbolos ocultos en “La Última Cena” de Da Vinci, y aquí hace lo mismo con los cuadros más conocidos de los pintores expuestos en el Prado. Igual que aquél, , este libro incluye unas láminas de los cuadros mencionados y así puedes ir viendo los detalles a los que se refiere el doctor Fovel.
Javier Sierra trata de hacernos creer que esto le ocurrió realmente, pero yo no me lo creo. Lo mismo hizo J. J. Benítez con su saga “Caballo de Troya”, que según él recibió los diarios del Mayor y se limitó a transcribirlos, y la gente se lo creyó de verdad y J. J. tuvo que reconocer que todo era ficción. El libro tiene muchas referencias bibliográficas y hay un momento en que Sierra se entrevista con Lucía Bosé, que es una fanática de los ángeles y ésta le habla de la teoría de los dos niños Jesús; entonces tuve mis dudas, pero de todas formas sigo creyendo que es una novela de ficción con base real (por cierto, el Apocalypsis Nova sí existe).
En resumidas cuentas es un muy buen libro, aunque al final se le va un poco de las manos tirando hacia lo sobrenatural, algo que desentona con el desarrollo del libro.  

lunes, 23 de julio de 2012

La Cena Secreta, de Javier Sierra

Antes que nada, quiero decir que estoy en contra de la Iglesia. El Cristianismo para mí es la mayor secta de la historia y la religión en general me parece una gran farsa, que no se diferencia en nada de esas leyendas de la Antigüedad sobre dioses que se convertían en animales o monstruos y que se dedicaban a atormentar a los pobres mortales (¡sí, me refiero a ti, Zeus!). Y los creyentes (más bien crédulos) son engañados por cuatro listos que se inventaron cuatro milongas para sacarles los cuartos a esa pobre gente y vivir como reyes en sus palacios de oro. En mi opinión habría que echar abajo todas las iglesias y colgar a los curas de los pulgares, pero bueno tampoco es plan de ponerme serio ahora. Digo esto porque a raíz de ello me gusta todo lo que va contra la Iglesia.

He leído “El Código Da Vinci” al menos tres veces, “Ángeles y demonios”, “El Cáliz Sagrado” (el libro de aquellos dos tipos que denunciaron a Dan Brown por plagio y que gracias a esa “denuncia” volvieron a estar entre los más vendidos), la serie de “Caballo de Troya” menos el último y “La Cena Secreta” dos veces. Lo leí por primera vez cuando salió hace 8 años, y me encantó, y ahora he vuelto a leerlo porque este año ya releí su libro sobre el caso Roswell y ya puestos pues me refrescaba la memoria también con éste.

Como su título indica, el libro trata sobre el cuadro de “La Última Cena” de Da Vinci y sobre los supuestos mensajes y símbolos heréticos que escondió en su interior. El libro habla sobre los cátaros y su creencia en la Iglesia espiritual de Juan y María Magdalena, frente a la Iglesia física de Pedro, la que todos conocemos. Según los cátaros, el mundo fue creado por Lucifer, por eso ven todo lo terrenal como algo malo, y la muerte como algo bueno, ya que eso los acercará a Dios, y no requieren de curas ni Iglesia para hablar con Dios, son simplemente ellos y el Creador, y claro, la Iglesia Católica considera todo esto una herejía, ya que si sale a la luz y se difunde se les acabaría el negocio. Qué cabrones. Personalmente, si fuera creyente me decantaría por esta Iglesia espiritual de los cátaros, porque sus ideas tienen mucho más sentido que la oficial.

Una cosa interesante es que el libro incluye una reproducción de “La Última Cena” y así cuando vas descubriendo los secretos que Da Vinci escondió en el cuadro, puedes comprobar con tus propios ojos que están ahí y que no se los ha inventado el autor. Pedro amenazando a Juan con un cuchillo (la alusión es obvia), el rostro casi afeminado de Juan , Judas, cogiendo comida del mismo plato que Jesús, Da Vinci, retratándose a sí mismo en el cuadro dándole la espalda a Jesús y hablando con Simón, que representa a Platón, fundador del catarismo (¿se dice así?), el nudo en el extremo derecho de la mesa, que representa a María Magdalena. Javier Sierra tiene razón, tras leer este libro no volveré a ver “La Última Cena” con los mismos ojos.

lunes, 16 de abril de 2012

Roswell: Secreto de Estado, de Javier Sierra

El 4 de julio de 1947 un OVNI se estrelló en el desierto de Nuevo México, en Roswell. Un equipo especial de militares del 509 Escuadrón de Bombarderos fue al lugar del siniestro y recuperó los restos de la nave. Tras hacerlo informaron al mundo de la operación, pero menos de 24 horas después los militares cambiaron su versión por la del globo sonda. ¿Por qué se movilizaron tantos camiones y aviones para trasladar los restos de un único globo sonda? ¿Por qué amenazaron a los casi treinta testigos y a sus familias para que mantuvieran la boca cerrada, si sólo era un aparato meteorológico? ¿Por qué los testigos de aquel suceso afirman que los extraterrestres que encontraron entre los restos de la nave eran totalmente distintos de los que salen en el vídeo de la autopsia que vio la luz en 1995? ¿Acaso hubo dos colisiones, o se trata quizá de un fraude?

Antes de que Iker Jiménez entrara en escena con su programa de radio, sus libros de fenómenos paranormales y su Nave del Misterio, el número 1 en el tema era Javier Sierra. Fue fundador de la revista Año Cero y posteriormente director de la revista Más Allá. También fue un asiduo colaborador de varios programas de televisión, como Crónicas Marcianas (cuando era Crónicas Marcianas, no el esperpento en que se convirtió después), y actualmente tiene su propia sección en el programa de Iker Jiménez.

El supuesto OVNI, hecho de papel albal
Javier Sierra se inició en el mundo literario con este ensayo sobre el caso Roswell, y con él demuestra el exhaustivo investigador que es, porque no deja piedra sin remover y nos cuenta al detalle lo que ocurrió aquella noche del 4 de julio de 1947 y las maniobras de los militares para ocultarlo todo.
A partir de entrevistas con los testigos supervivientes o con sus hijos (el libro es de 1995), tanto civiles como militares, Javier Sierra recrea fielmente lo sucedido aquella noche y lo que ocurrió en los días posteriores con la campaña que llevó a cabo la Fuerza Aérea, amenazando a los testigos con duras represalias si no cerraban el pico y apoyaban la teoría oficial del globo sonda.

Javier Sierra también dedica una buena parte del libro a analizar la película de la supuesta autopsia a uno de los extraterrestres que dio la vuelta al mundo en 1995; hablando con el encargado de difundir la película, repasando la historia del que la grabó para comprobar si era cierta o no, y mostrándole la película a expertos forenses para que le dieran su opinión profesional (todos llegaron a la conclusión de que era un fraude porque lo que hacen los supuestos forenses que aparecen en la película es una auténtica chapuza).

Personalmente yo sí creo que se estrelló un OVNI en Roswell y que el Ejército lo cubrió todo. Tengo bastante de Fox Mulder y soy de los que están convencidos de que no estamos solos en el Universo. Porque sino, como dice Jodie Foster en “Contact”, “cuánto espacio desaprovechado”. Pero no creo que la película de la autopsia sea auténtica. Falta un montón de metraje y los forenses que la realizan hacen lo que ningún forense experimentado haría. Además me parece mucha casualidad que la película viera la luz justo cuando iba a iniciarse una exhaustiva investigación para averiguar si la Fuerza Aérea había ocultado o no lo ocurrido en Roswell. Esto en mi pueblo se llama “Maniobra de Distracción”, y no hay más que decir.

Yo no soy muy de ensayos, pero a mí este libro me encantó (las dos veces) porque da mucha información sobre el caso, y el rollo alien me chifla, así que han sido unos días muy entretenidos. Si a ti no te pasa lo mismo también te lo puedes leer, porque en ningún momento viene a decir que sí existen los aliens, o que no. El autor expone los hechos y se limita a dar su opinión. Luego que coincidas o no ya es cosa tuya.
Ahora a ver si me leo el de “La Cena Secreta”, del mismo autor.