Stieg Larsson murió de un infarto cuando llevaba escritas 200 páginas de la cuarta entrega de la serie Millenium y todos nos quedamos con las ganas. Años más tarde el padre y el hermano del autor, que son los que manejan su herencia, decidieron buscar a otro escritor que continuara la serie, y el escogido fue David Lagercrantz, que publicó esta cuarta entrega oficial en 2015. Para mí no fue ninguna sorpresa pues es lo que suele pasar en estos casos; ningún editor va a dejar pasar la oportunidad de ganar pasta con la novela póstuma de un autor superventas, o se publica tal cual o se contrata a otro escritor para terminarla. No es la primera vez que pasa ni será la última.
Por cierto, hay que aclarar que esta no es la novela inacabada de Stieg Larsson sino una totalmente diferente. Lo que pasa es que la parja de Larsson y su familia han estado durante años a la gresca, porque ella quería su parte de la herencia pero como no estaban casados no recibió nada, y esas 200 páginas están en poder de ella. Y cuando se supo que Lagercrantz iba a escribir los nuevos libros de la serie, ella lo llamó idiota. Ja, vamos, que ella va a lo que va.
Pero vayamos al lío.
Mikael Blomkvist está viviendo sus peores días como periodista. El Grupo Serner, nuevo socio inversor de la revista Millenium, pretende darle un enfoque más comercial a la revista, más sensacionalista, algo a lo que Mikael se opone abiertamente, y estos piensan en echarlo. Además,diversos medios han estado atacando a Mikael, criticando que no ha escrito nada relevante desde el caso Zalachenko y que está acabado.
Lisbeth Salander ha corrido un gran riesgo y se ha infiltrado en la NSA, copiando unu archivo oculto altamente codificado, tanto que ni siquiera ella es capaz de desencriptarlo.
Frans Balder, un eminente científico especializado en inteligencia artificial, abandona Estados Unidos y regresa a Suecia para cuidar de su hijo August, un niño autista y savant, que posee un don extraordinario para el dibujo y los números primos. Frans se ha llevado consigo una información vital sobre los servicios de inteligencia de Estados Unidos. Al ser advertido de que su vida puede estar en peligro llama a Mikael Blomkvist para que se reúna con él en su casa y contárselo todo y que lo haga público. Su fuente es una joven rebelde con pinta de gótica que a Mikael le resulta sospechosamente familiar. Pero cuando Mikael llega a su casa descubre que Frans acaba de ser asesinado, y eso que contaba con protección policial.
Así que Mikael y Lisbeth vuelven a unir sus fuertzas para descubrir a los asesinos de Frans y proteger a su hijo, único testigo del asesinato.
Han pasado muchos años desde que leí la saga Millenium y no tenía pensado leerme esta nueva entrega, hasta que supe que habían hecho la película (noviembre de 2018 en todos los cines). Que la saga continuara con otro escritor no me convencía mucho, pero la verdad es que "Lo que no te mata te hace más fuerte" me ha gustado mucho. Es de prosa ágil y de fácil lectura y el autor ha optado por no imitar el estilo periodístico de Larsson, lo cual es de agradecer. Lo que no me gustaba de Larsson es que se pasaba tres pueblos con la extensión de sus novelas. Escribía páginas y más páginas y se iba mucho por las ramas, y al final sobraban muchas de ellas.
Fíjate si tenía la saga olvidada que no recordaba que Lisbeth tuviera una hermana melliza. De hecho pensé que Lagercrantz se la había sacado de la manga, pero me informé y al parecer se la mencionaba en el primer libro. Camilla me gusta, es de lo peor y tiene pinta de ser la villana de esta nueva trilogía (supongo que será trilogía porque ya lleva dos libros).
Un libro muy recomendable.
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jueves, 27 de diciembre de 2018
jueves, 22 de marzo de 2012
Millenium, la Miniserie
Leí el primero libro por recomendación de mi bibliotecario y a las pocas páginas ya me había convertido al fenómeno Millenium. Era la primera vez que leía a un autor sueco y gracias a Stieg Larsson descubrí que existían escritores europeos que no tenían nada que envidiar a ese puñado de autores, mayormente norteamericanos, que sacan un bestseller tras otro como si fueran churros.
Las adaptaciones, también suecas, me encantaron, y eso que eran actores totalmente desconocidos para mí (creo que me gustaron por eso mismo), y Noomi Rapace hizo una interpretación magistral de Lisbeth Salander (no dudo que la versión americana pueda ser muy buena, pero para mí no deja de ser una copia, sencillamente porque la sueca fue la primera que se hizo, y sin desmerecer el trabajo de Rooney Mara, dudo que le haga sombra a Noomi).
Había visto las dos primeras películas, pero aún no me había puesto con la tercera (no estaba por la labor de ver una película sueca de al menos 140 minutos), así que cuando supe de la miniserie decidí matar dos pájaros de un tiro. No es que sea una nueva versión, sino que se trata de las tres películas que se estrenaron en el cine, juntas, con todas las escenas que suprimieron. Así, si en el cine cada película duraba 2:10 o 2:15, de esta manera cada película dura 3 horas, pero dividida cada una en dos parte de hora y media, para que no se haga pesado. Y yo así lo prefiero, me resulta más llevadero verlas en tandas de hora y media que tragarme las 3 horas seguidas, sin descanso ni nada.
Aunque la primera es la que hace más tiempo que vi, es la que más fresca tengo, ya que la pillé en el videoclub y luego la vi por Canal + y Cuatro, así que me resultó fácil identificar las escenas extras. Con la segunda ya no tanto porque solo la vi una vez y me resultó casi imposible, y de la tercera ya ni hablamos porque no la había visto.
La miniserie me ha gustado mucho, más de lo que pensaba (en realidad me puse a verla un poco a la fuerza, para quitármela de encima) y lo bueno que tiene es que, a diferencia de lo que ocurría con las películas, no he tenido que esperar un año entre unas y otras para saber cómo seguía.
Al igual que me pasó con los libros y con las películas, tuve las mismas sensaciones con esta miniserie, como si fuera la primera vez (volvió a sobrecogerme la escena de la violación de Lisbeth y me sentí impotente e indignado ante todos los abusos a los que la someten, y me encanta cuando se venga, sobretodo con el cabrón de Bjurman, dándole por culo).
El tercer libro lo tenía bastante olvidado y cuando me puse por fin a ver los dos últimos capítulos fue cuando empecé a recordar (putos viejos conspiradores). Al igual que me ocurrió con el libro, mi parte favorita es la del juicio de Lisbeth, cuando sale a la luz todo lo que le hicieron, y los conspiradores reciben su merecido, sobretodo el cabrón de Teleborian.
Es una lástima que Stieg Larsson muriera dejando la serie inconclusa (también lamento su muerte, no quiero parecer insensible), pero prefiero que acabe así antes de que la editorial de Larsson, hambrienta de dinero, contrate a algún escritorzuelo para que la continúe y la destroce por el camino. De todas formas ha sido una grata experiencia, y Lisbeth Salander un personaje único e inolvidable.
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