Buscar este blog

Mostrando entradas con la etiqueta J. R. R. Tolkien. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta J. R. R. Tolkien. Mostrar todas las entradas

jueves, 5 de septiembre de 2024

Los Hijos de Hurin, de J. R. R. Tolkien


He leído las tres versiones que hay de "Los Hijos de Hurin". Leí la novela cuando se publicó en 2007, leí la versión del Silmarillion y también la de los Cuentos Inconclusos. Este año volví a leer la novela, en parte porque leer a Tolkien siempre es bien, pero también por leer algo de fantasía, género que tenía un poco abandonado. 

"Los Hijos de Hurin" es una de las mayores tragedias de la historia de la Tierra Media, comparable a Romeo y Julieta de Shakespeare y a Edipo Rey. Transcurre durante la Primera Edad y el protagonista es Turin Turambar, de la Casa de Hador. Su padre, Hurin, participó en la Nirnaeth Arnoediad, la Batalla de las Lágrimas Innumerables, la batalla más épica de la Primera Edad, en la que todas las razas libres de la Tierra Media se unieron contra el ejército de Morgoth, el Primer Señor Oscuro. 

Morgoth salió victorioso y capturó a Hurin con la intención de que le revelara la ubicación de la ciudad de Gondolin, pero al negarse éste, Morgoth lanzó una maldición sobre él y toda su familia: lo sentó en un trono y le otorgó su don de la visión, para que pudiera observar todas las desgracias por las que pasaría su hijo sin poder hacer nada para evitarlo. 

Así, el libro nos cuenta la vida de Turin Turambar desde su infancia hasta su desdichada muerte y somos testigos de todas las calamidades por las que debe pasar: desde que es enviado por su madre a Doriath para protegerlo de los Orientales que acaban conquistando su pueblo, Dor-Lomin, donde se convierte en el protegido del rey Thingol, su conflicto con un elfo llamado Saeros que está celoso de él por su relación con el rey, que acaba en derramamiento de sangre y él se ve obligado a huír y se convierte en proscrito, formando su propia banda, de cuando es traicionado y capturado por orcos y su posterior liberación, de terribles consecuencias, de su llegada a Nargotrhond y la posterior caída de la ciudad ante las fuerzas de Morgoth, de enamorarse, sin saberlo, de su propia hermana, y de su enfrentamiento final contra el dragón Glaurung, causante de las peores tragedias de su vida. 

El libro me ha gustado igual que la primera vez. Al principio cuesta un poco entrar, ya que al formar parte del Silmarillion, y si hace mucho que lo has leído, o no lo has hecho, te hace falta contexto y estás un poco perdido, pero luego ya entras bien en la historia. 

El personaje de Turin me ha gustado pero también me da mucha pena, porque parece que todo lo malo del mundo le pasa a él, es una tras otra y resulta insoportable. Su final es lo más trágico que podrías imaginarte y es descorazonador. Aún así es un muy buen libro del Legendarium de la Tierra Media.

martes, 25 de enero de 2022

Cuentos inconclusos de Númenor y la Tierra Media, de J. R. R. Tolkien


El presente libro es una recopilación de historias de la Tierra Media que Tolkien dejó a medias en el momento de su muerte. Su hijo Christopher se dedicó a recopilarlos y editarlos (algunos existían como manuscritos interrumpidos y otros eran apenas legibles) y los publicó en 1980. Algunos de estos relatos se publicaron previamente, en una versión resumida en "El Silmarillion" y los Apéndices de "El Señor de Los Anillos", pero hay uno o dos que se publican aquí por primera vez. 

La primera parte del libro nos presenta dos historias ambientadas en la Primera Edad y pertenecen al Silmarillion. "De Tuor y su llegada a Gondolin" nos describe el arduo periplo que debe superar Tuor, primo de Turin Tarambar /("Los Hijos de Hurin") para llegar a la ciudad escondida de Gondolin con el fin de transmitir al rey Turgon un mensaje de parte del vala Ulmo, dios de los mares, acerca de una gran amenaza que pende sobre Gondolin. "Narn i Hin ¨Hurin" es una versión resumida de "Los Hijos de Hurin", que también aparece en "El Silmarillion" y posteriormente como novela independiente en 2007. 

La segunda parte del libro se centra en la Segunda Edad. El primer relato no lo es tal, sino una descripción de la isla de Númenor. El siguiente relato, "Aldarion y Erendis", es el único relato que existe anterior a la caída de Númenor y nos cuenta la historia de Tar-Aldarion, que se convertiría en el sexto rey de Númenor. Desde su primer viaje al mar desarrolló una gran pasión por este y a lo largo de toda su vida pasó largas temporadas fuera de casa, siempre navegando y descubriendo nuevas tierras, y cuando estaba demasiado tiempo en casa contaba los días para volver a partir. Esto acabó erosionando su matrimonio con Erendis. Luego nos enumeran todos los reyes que hubo en Númenor hasta su caída. El último relato de esta parte nos cuenta la historia de Galadriel y Celeborn a lo largo de la Primera y Segunda Edad, a partir de diversos textos dejados a medias por Tolkien. 

La tercera parte nos presenta cinco relatos que transcurren a lo largo de la Tercera Edad. "El desastre de los campos Gladios" nos cuenta la historia de la muerte de Isildur. "Cirion y Eorl y la amistad de Gondor y Rohan" nos cuenta la historia de la alianza entre Gondor y Rohan. "La búsqueda de Erebor" trata de cómo Gandalf reunió a los enanos para recuperar el oro de la Montaña Solitaria. "La búsqueda del anillo" nos revela otros aspectos de la búsqueda del Anillo Único: cómo los Jinetes Negros se pusieron tras la pista del Anillo después de la captura de Gollum y sobre la relación de Gandalf y Saruman con la Comarca. Y "Las batallas de los vados de Isen" nos relata cómo halló la muerte Theodred, hijo del rey Theoden. Y en la última parte se nos habla de los Druedain, una raza de hombres parecidos a los enanos; de los magos y de las Palantir. 

 

Esta antología me ha gustado. Hacía ya mucho que no leía a Tolkien y me ha encantado regresar a la Tierra Media y descubrir las curiosidades ocultas en las historias clásicas conocidas por todos. Las historias extraídas de los Apéndices de "El Señor de los Anillos" ya las había leído y recuerdo vagamente las relacionadas con "El Silmarillion". La novela de "Los Hijos de Hurin" me la leí dos veces, así que conozco muy bien esa historia. No descarto una tercera lectura. 

Lo que no me ha gustado tanto es que tiene ciento y pico páginas solo de notas y cada poco tienes que estar consultándolas. Esto es voluntario, claro, si no te las lees tampoco pasa nada, pero yo sí lo he heco, me gusta leer los libros enteros. Algunas son curiosas, otras no aportan nada. 

En fi, que es una muy buena antología sobre el universo creado por Tolkien.



lunes, 21 de mayo de 2018

El Silmarillion, de J. R. R. Tolkien

“El Silmarillion” es un compendio de historias ambientadas en la Tierra Media durante la Primera Edad (“El Señor de los Anillos” transcurre en la Tercera Edad) que Tolkien escribió a lo largo de su vida, desde 1917, pero murió sin haberlas publicado y unos años después su hijo Cristopher Tolkien se encargó de recopilarlas, editarlas y publicarlas en su nombre.
La pieza central del libro es el “Quenta Silmarillion”, que trata sobre la creación y el posterior robo de los Silmarils y las diversas guerras que tuvieron lugar en la Tierra Media a lo largo de los siglos con el objetivo de recuperarlos de manos de Melkor (llamado también Morgoth), el primer Señor Oscuro. Pero aparte de esto el libro incluye otros cuatro relatos.

El “Ainulindale” nos narra la historia de la creación de Eä o Arda (el mundo de la Tierra Media) por parte de Ilúvatar y los ainur (Ilúvatar es como Dios y los ainur son como los ángeles) mediante su música. Uno de ellos, llamado Melkor, sintió celos de sus hermanos y quiso hacer su propia música, pero sus notas disonantes alteraban la composición general orquestada por Ilúvatar, y así su Padre acabó expulsándolo y se convirtió en el primer Señor Oscuro. Luego un grupo de los ainur descendió a vivir a Eä con el fin de preparar el mundo para la llegada de los elfos y los hombres, y se los conoció como Valar.
El “Valaquenta” nos cuenta quienes eran los Valar y el campo que dominaba cada uno, se nos resume la historia de la rebelión de Melkor y también se nos habla de los Maiar, espíritus superiores de rango inferior a los Valar que estaban a su servicio. Uno de ellos era Sauron, que fue corrompido por Melkor y se convirtió en su lugarteniente.

El “Akallabêth” tiene lugar tras el “Quenta Silmarillion” y nos narra la caída de Númenor, fruto de las intrigas de Sauron (Númenor es la isla que los Valar dieron a la raza de los hombres mortales tras la batalla final contra Melkor). Y en el último relato se nos hace un resumen de “El Señor de los Anillos”, la Guerra del Anillo y todo el tema.

Tolkien hijo
¿Pero qué son los Silmarils?
Los Silmarils son tres joyas creadas por Fëanor, el más grande orfebre de todos los elfos, que contienen en su interior la luz de los Dos Árboles de Valinor; por ello los Silmarils brillaban con luz propia, una luz extremadamente intensa, y los Valar los consagraron de modo que ningún ser maligno pudiera tocarlos sin sufrir un gran daño. Después de que Melkor fuera puesta en libertad tras un largo encierro, éste fingió enmendarse, pero empezó a sembrar distensiones entre los príncipes de los Noldor (los elfos más inteligentes y valientes de los Hijos de Ilúvatar), que acabaron provocando el exilio de Fëanor. Luego Melkor fue a Formenos, donde vivía Fëanor, y le habló del peligro que los Silmarils corrían en Aman. Pero Fëanor vio que Melkor ansiaba los Silmarils para él y lo expulsó de allí sin miramientos. Tras esto Melkor se alió con Ungoliant, la Gran Araña (que muchos años después engendraría a Ella Laraña) y con su ayuda destruyó los Dos Árboles de Valinor.

Los Valar le pidieron a Fëanor que les cediera las joyas para recuperar la luz perdida de los Dos Árboles, pero Fëanor se negó pues no deseaba que rompieran sus creaciones. Entonces llegaron mensajeros de Formenos con malas noticias: Melkor había asesinado a Finwë, padre de Fëanor, y saqueado Formenos, llevándose todas las joyas incluidos los Silmarils. Fëanor, enfurecido y lleno de odio por Melkor (a quien llamó por primera vez Morgoth, Negro Enemigo del mundo) y por la aparente calma de los Valar, los repudia y a Valinor mismo, pronunciando un terrible juramento que le obligaba a él y a sus hijos a perseguir a quienquiera que tuviera los Silmarils, fuera Valar, Elfo, Hombre o demonio, y no descansar hasta recuperarlos o morir en el intento. Y de esta manera se forjó el Hado de los Noldor qye huyeron insensatamente con Fëanor a través de las tierras baldías del norte de Aman. Y esto se convierte en el nexo de unión de muchas historias de la Primera Edad, unas directamente relacionadas con los Silmarils y otras solo superficialmente.

Melkor 
Leí “El Silmarillion” por primera vez hace como un millón de años (tranquilamente unos 20) y entonces no acabó de gustarme. La prosa de Tolkien hijo era muy distinta de la de Tolkien padre, con muy poco diálogo, una historia tras otra y tras otra, genealogía por aquí y genealogía por allá y con tal cantidad de nombres que cada dos por tres estaba consultando el glosario del final (¡50 páginas de nombres!) porque me resultaba imposible recordar quién era quién y qué lugar era este o el nombre de tal raza, y así no había quien se enterara de nada. En resumen, fue todo un ladrillo.
En esta ocasión debo decir que no he consultado el glosario tanto como la primera vez, pero sigue pareciéndome un libro algo denso y no tan fácil de leer como “El hobbit” y “El Señor de los Anillos”.

Siempre he pensado que “El Silmarillion” es como la versión de la Biblia de la Tierra Media. Empieza con la creación del mundo, la rebelión de Melkor (Lucifer), la aparición de los elfos y posteriormente los hombres, la separación de los elfos en varios grupos (tantos y con tantos hombres que resulta confuso) y todo lo concerniente a los Silmarils y las batallas contra Melkor. Y creo que es por eso, que esté narrado como si de la Biblia se tratara, lo que le resta puntos y convierte su lectura en una empresa ardua. Y es que seas hijo de Tolkien no te convierte en Tolkien.

viernes, 9 de mayo de 2014

Egidio, el granjero de Ham; Hoja de Niggle y El herrero de Wottom Mayor, de J. R. R. Tolkien


Siguiendo con mi plan de leerme todo lo que hay en la biblioteca de mi pueblo de Tolkien, ahora toca este librito con tres relatos tuyos.
El primero lo escribió al terminar ESDLA y tiene el mismo tono que éste y “El hobbit”, el protagonista es un tipo normal que sin comerlo ni beberlo acaba convirtiéndoe en todo un héroe. Egidio es un granjero que vive en Ham, un pueblo del centro de Inglaterra. Un día le avisan de que un gigante se está acercando al pueblo y lo está destrozando todo a su paso, así que Egidio coge su trabuco y le dispara para que no destroce sus campos. El gigante se da la vuelta y regresa por donde vino y Egidio se convierte en el héroe del pueblo, aunque en realidad el gigante creyó que le habían picado unos insectos y por eso se dio la vuelta. La hazaña de Egidio llega incluso a oídos del rey y cuando aparece un dragón que lo está arrasando todo, todos esperan que Egidio vaya a ocuparse de él, pero él no está muy por la labor.

El segundo lo escribió en un descanso de la redacción de ESDLA y su protagonista, Niggle, es un artista que lleva mucho tiempo trabajando en el cuadro de un árbol, pero para él los detalles son muy importantes, quiere darle el máximo realismo y así, claro, apenas avanza y el cuadro va haciéndose más y más grande. Además, Niggle se ve obligado a interrumpir au trabajo cada vez que algún vecino va a pedirle ayuda de algún tipo, y esto le cabrea bastante.

El tercero se publicó por primera vez en 1967 y de los tres es el que más tiene tono de cuento de hadas. En Wootton Mayor el Maestro Cocinero debe preparar la Gran Tarta para la Fiesta de los Veinticuatro, que se celebra cada 24 años y a la que invitan a 24 niños. Pero resulta que el Cocinero Mayor ha desaparecido. En su lugar es elegido Nokes, que años antes lo había ayudado de vez en cuando. Pero es Alf, el aprendiz de éste, quien realmente hace la tarta. En ella esconde algunas sorpresas, incluida una pequeña estrella mágica. Uno de los niños se traga la estrellita y un día se le cae de la boca en la palma de la mano y se la estampa en la frente. Este chico se convierte en el herrero de Wootton Mayor y gracias al poder de esta estrella puede viajar al Reino de Fantasía.

De los tres relatos el único que no me gustó fue el de “Hoja de Niggle”. En cierto momento empiezan a ocurrir cosas un poco raras y al final es todo muy confuso. El primero es como una versión reducida y algo infantil de “EL hobbit” y como éste, también sale un dragón con un montón de oro, pero mi favorito es el tercero, por ese toque de cuento de hadas que tiene.
Ahora solo me quedan “El Silmarillion” y “Los Hijos de Húrin”.


lunes, 25 de noviembre de 2013

El Señor de los Anillos, de J. R. Tolkien

Estaba convencido de que me había leído esta obra magna de Tolkien tres veces: la primera vez años antes de las películas, un ejemplar en tapa dura de 1.100 páginas. La segunda vez, en bolsillo, antes de la primera película y la última antes de la segunda, pues lo tenía algo olvidado. Pero ahora creo que fueron dos: la del ejemplar de 1.100 páginas antes de las películas y luego en bolsillo antes de la segunda. Esto tiene más sentido que el habérmelo leído dos veces antes de “La Comunidad del Anillo” y luego una vez más antes de “Las Dos Torres”, por habérseme olvidado lo importante. Además las fechas no coinciden. Me hice socio de la biblioteca en 1999 y la primera película es de 2001. Muy poco tiempo para haberlo leído dos veces y luego olvidado, ¿no?
En resumen, que son tres veces.

Este año vi que en mi biblioteca tenían la edición tan tocha que sacaron por el centenario del nacimiento de Tolkien, en 1991, que incluía unas 50 ilustraciones de Alan Lee y un apéndice de unas 100 páginas. En la versión en bolsillo el apéndice solo incluía un relato sobre Aragorn y Arwen de 4 o 5 páginas. En este, aparte del relato, incluye como un resumen del Silmarillion y los Cuentos Inconclusos, hablándote de el origen de las distintas razas así como de personajes y batallas importantes de la Primera Edad, pronunciación, cronologías, genealogías y calendarios.
Esto me puso los dientes largos, claro, así que decidí que volvería a leerlo este año. Cuando por fin pude hecerle hueco resulta que alguien se me había delantado, y me cabreé un montón. Vale, ya sé que lo tenía en bolsillo en casa, pero eso no me valía. Con algunas cosas soy algo cabezón, así que solo podía ser este edición especial del aniversario. No había más que hablar, con lo que pospuse la lectura hasta que lo devolvieran, lo cual no fue demasiado tiempo.

Bien, ¿y qué puedo decir de ESDLA que no se haya dicho ya?
Es la gran obra maestra de J. R. R. Tolkien, todo un clásico del género fantástico, uno de sus pilares y que supuso un antes y un después en el género. Tras el éxito de “El hobbit” le encargaron a Tolkien una secuela, y este se puso a ello nada más acabar aquél, en 1937. pero, aaamigo, el libro no vería la luz hasta casi 20 años después. Hay que entenderlo, Tolkien era profesor y tenía que dar clase y corregir exámenes y tal, y esto le dejaba poco tiempo para escribir. Además no escribía siempre. Tolkien pasó por algunos periodos de sequía. Reescribió hasta tres veces la parte que va desde el principio hasta Rivendel y luego paró en 1940. la retomó en enero de 1941 y volvió a parar en 1943. En abril de 1944 comenzó a escribir el Libro IV (la parte de Sam y Frodo de Las Dos Torres) y en octubre se puso con el Libro V (todo lo de Rohan), que le llevó bastante tiempo, y a principios de diciembre le envió una carta a Stanley Unwin , el director de la editorial que le publicó “El hobbit”, en la que le comunicaba la posibilidad de que la novela estuviera acabada antes de acabar el año. Sin embargo, subestimó el alargado final, y con sus obligaciones y la escasez de papel debido a la posguerra, le impidió terminarla hasta 1948. Encima, Tolkien era muy perfeccionista y se pasó los siguientes 6 años corrigiéndola. Luego de estos también tuvo sus problemas para publicarla debido a su extensión, pero finalmente logró sacarla a la luz en 1954. creo yo que la espera bien mereció la pena, ¿no? ESDLA lo encumbró a lo más alto, y si no hubiera sifo por el tono infantil de “El hobbit”, le habría conseguido el Nobel de Literatura. Una injusticia, creo yo.

ESDLA se publicó en tres partes debido a su extensión, pero no es una trilogía, sino un libro dividido en tres. Esto hay que aclararlo porque a Tolkien le cabreaba y mucho que se refirieran a él como trilogía (hoy en día eso ya no pasa, libros de 1200, 1300 e incluso 1600 páginas se publican en un solo volumen como si nada).
El libro empieza con un prólogo en el que Tolkien nos habla de los hobbits y de sus costumbres y estilo de vida, y acto seguido nos mete en la historia con los preparativos para la fiesta de cumpleaños de Bilbo Bolsón, el protagonista de “El hobbit”, que cumple 111 años. Bilbo invita a casi toda la Comarca y también viene su viejo amigo Gandalf, el mago que lo metió en aquel lío con el dragón, que no es muy apreciado por algunos hobbits. Durante la fiesta, Bilbo da un extraño doscurso de agradecimiento que suena a despedida, y deja a todos con la boca abierta cuando desaparece delante de sus ojos.

Bilbo ha utilizado el anillo que le robó a la criatura Gollum durante su aventura con los enanos, el cual lo hace invisible cada vez que se lo pone. Bilbo se va a su casa y empieza a hacer el equipaje, pues tiene intención de irse a vivir con los elfos a Rivendel, donde piensa terminar su libro. Pero mientras lo hace se presenta Gandalf, que se olió la jugada y sabía de los planes d eBilbo, y le da una pequeña regañina. Le promete que le echará un ojo a Frodo (sobrino y al mismo tiempo primo segundo), siempre que pueda y Bolbo le deja a este tanto su casa, Bolsón Cerrado, como lo que contiene. Gandalf le pregunta si también le va a dejar ese anillo suyo y él le dice que claro, que se lo dejó en un sobre en la chimenea, entonces se da cuenta de que lo tiene en el bolsillo, y se lo piensa mejor. ¿Por qué no llevárselo consigo? ¡El anillo es suyo! Bilbo acaba refiriéndose a él en los mismos términos en que lo hacía Gollum y esto hace que Gandalf se preocupe, teniendo una fuerte discusión con él, tras la cual lo convence de dejarle el anillo a Frodo, y se despide de su buen amigo hasta que vuelvan a verse. Cuando Frodo llega a Bolsón Cerrado hace ya tiempor que Bilbo se ha ido y Gandalf le cuenta que Bilbo se lo ha dejado todo a él, incluido su viejo anillo.

A Gandalf el anillo de Bilbo siempre le dio mala espina y ahora una terrible sospecha invade su mente, así que se despide de Frodo y se va en busca de respuestas, y no regresará a la Comarca hasta 20 años después, con la terrible noticia de ver confirmado lo que se temía.
El anillo de bilbo es en realidad el Anillo Único de Sauron, en el que volcó gran parte de su poder y que utilizó, hace miles de años, para doblegar a toda la Tierra Media, extendiendo su ejército de orcos por doquier. Solo una extraordinaria alianza de hombres y elfos pudo hacerle frente, y fue Isildur, hijo del rey de Gondor, el que cortó el anillo de los dedos de Sauron, destruyéndole. Isildur decidió quedarse con el Anillo de Poder, pero el Anillo gozaba de voluntad propia e Isildur sucumbió a orillas del río Anduin, donde fue hallado por la criatura Gollum mucho tiempo después, y así es como llegó a manos de Bilbo.

Rivendel
Todos creían que Sauron había muerto, pero su espíritu perduró, pues estaba ligado al Anillo y éste sobrevivió, y ahora sus orcos no paran de multiplicarse en el este y de armarse para la inminente guerra. Sauron ansía recuperar su Anillo y éste también quiere retornar a su amo y ha enviado unas oscuras figuras en su busca. Sauron no sabía dónde comenzar a buscar, pero había alguien que sí: Gollum. Gandalf se puso a buscarlo pero llegó tarde, el enemigo dio antes con él y a base de torturarlo le sacó los nombres Bolsón y Comarca. Así que ni el Anillo ni Frodo pueden seguir en la Comarca. Gandalf no puede acompañarlo pues asuntos importantes requieren de su atención, pero le dice que se reunirá con él en Bree, en la posada del “Poney Pisador”, así que tras aprovisionarse Frodo se pone en marcha con su amigo Sam (Samsagaz Gamyi) y por el camino se les unen Merry y Pippin, dos inquietos hobbits, primos lejanos de Frodo, que siempre se apuntan a un bombardeo. En esta etapa del viaje pasan por algunas dificultades y situaciones de peligro, mientras eluden a unos siniestros jinetes que van tras Frodo, y al llegar a Bree reciben una mala noticia: Gandalf aún no ha dado señales de vida. Frodo no sabe qué hacer, pero allí en la posada encuentran a un amigo del mago, un Montaraz del norte al que llaman Trancos, que resulta ser Aragorn, heredero del trono de Gondor, que le dice que Gandalf no se presentará y se ofrece a guiarlos hasta Rivendel, casa del señor Elrond. Y así empieza la siguiente etapa del viaje de Frodo. El viaje a rivendel no está exento de peligros y los cinco sufren una emboscada por parte de los Jinetes Negros, también conocidos como Nazgul o Espectros, que acaba con Frdo herido mortalmente. Por fortuna Aragorn consigue llevarlo a Rivendel a tiempo y con su medicina élfica Elrond consigue salvarle la vida. En Rivendel Frodo se reencuentra con Bilbo y también con Gandalf, y tiene lugar un importante Concilio, convocado por el mismo Elrond, al que acuden los representantes de las diferentes razas de la Tierra Media para discutir qué hacer con el Anillo Único. Gandalf revela que Saruman, el decano de su orden, les ha traicionado y ha unido fuerzas con Sauron y está creando un ejército de un nuevo tipo de orcos, los Uruk-hai, que pueden recorrer grandes distancias a plena luz del día, y que estuvo todo este tiempo prisionero en su torre. Para Elrond esta es una terrible noticia, pues si ya era difícil enfrentarse a las tropas de Sauron y salir airoso, ante esta inesperada alianza las posibilidades son casi nulas.

Minas Tirith
Tras escuchar a los restantes miembros del Concilio y discutir las diferentes posturas, Elrond decide que la única opción es destruir el Anillo, y la única forma de hacerlo es llevarlo hasta el Monte del Destino, en las mismas entrañas de Mordor, y arrojarlo al fuego en que fue forjado.
Ya que lo llevó hasta allí, Frodo se ofrece a llevarlo hasta Mordor, y en su misión lo acompañarán Sam, Merry y Pippin, Gandalf, Aragorn, Boromir, hijo del Senescal de Gondor (el Senescal reina en ausencia del rey, y en Gondor no hay rey desde hace 1.000 años), Legolas el elfo y Gimli el enano. Y cuando parten de Rivendel es entonces cuando comienza el verdadero viaje, un viaje repleto de aventuras, peligros, conflictos, dudas, sacrificios y grandes y épicas batallas.

Sobra decir que el libro es maravilloso. Lo he disfrutado al máximo cada vez que lo he leído y esta última no podía ser menos. Me encanta toda la mitología que rodea la historia, una mitología tan rica y completa que Tolkien trabajó en ella durante toda su vida y no pudo verla terminada (véase “El Silmarillion”), y de la misma manera me gusta mucho el lenguaje del libro, la forma en que se expresan los personajes: “Gimli, hijo de Gloin”, “Salve, Denethor, hijo de Ecthelion”, “Legolas, ¿qué ven tus ojos de elfo?”, “tardía es la hora en que decide aparecer el conjurador, Laspeth, te nombro, malas nuevas de un indeseado”. Y así podría seguir. ¡Si hasta los orcos hablan fino! Lo único que no me gustó fue tanta cancioncita. Qué pesao.
Mientras lo leía me entró el mono de las películas y las volví a ver ese fin de semana (dos de las tres eran versiones extendidad, así que me pegué un maratón de 10 horas que me dejó traspuesto), fue genial, pero con respecto al libro en algunos me quedé algo decepcionado, porque esperaba que algunas de las frases y momentos míticos de las películas saldrían en el libro, como cuando Boromir dice eso de “Gondor no tiene rey, Gondor no necesita rey”, ese mal rollo que hay entre Legolas y Gimli al principio, o la fuerte discusión entre los miembros del Concilio, pero no es así (Gimli y Legolas se llevan bien casi desde el comienzo y el Concilio resulta ser bastante tranquilito), lo cual es una lástima, porque habría molado mucho más. En fin, que es una gran obra de lo fantástico como pocas y que no te lo piense, ¡léetelo!





miércoles, 12 de junio de 2013

El hobbit, de J. R. R. Tolkien


Leí “El hobbit” hace más de 10 años y cuando supe de la película me propuse volver a leerlo antes de verla, porque recordaba muy poco, pero al final lo hice al revés. La pillé en el videoclub y me encantó, de hecho las dos horas y media se me pasaron volando, cosa poco habitual, y poco después me lo volví a leer, aparte de para refescar la memoria, para ver qué salía en la película y qué no, y qué dejaban para la siguiente.

Sobra decir que esta segunda lectura me ha gustado tanto como la primera vez. “El hobbit” nos presenta a Bilbo Bolsón, un hobbit tranquilo y pacífico que nunca se mete en líos, que sin comerlo ni beberlo es arrastrado por el mago Gandalf a la mayor aventura de su vida, acompañando a 13 enanos en dirección a la Montaña Solitaria donde el dragón Smaug custodia el tesoro que hace años le robó al pueblo enano, el cual pretenden recuperar. Y por el camino, claro, les pasan cosas. Trasgos, arañas, trolls... y cierto anillo con propiedades mágicas que traerá futuras consecuencias para su portador.

El libro es muy bueno, muy entretenido y fácil de leer. Esto es así porque tiene un tono algo infantil y este es quizá su único defecto, reconocido y lamentado por el propio Tolkien, que choca con el tono de grandeza épica de su obra magna, “El Señor de los Anillos”. De hecho, este fue el motivo por el que no le concedieron el Nobel de Literatura, una gran injusticia lamentada por todos los fans, porque no hay duda alguna de que se lo merecía.

Cuando me puse a leerlo sí recordaba lo importante, lo de los trolls, las arañas y el Anillo, pero no lo de los trasgos y los elfos; de hecho pensaba que Peter Jackson se lo había sacado de la manga para la película. Tampoco recordaba para nada cómo derrotaban a Smaug ni la Batalla de los Cinco Ejércitos, esto fue como leerlo por primera vez, y la sensación me gustó.
Bueno, ahora espero leer de nuevo este año “El Señor de los Anillos” y “El Silmarillion”· para cerrar así el círculo de la Tierra Media.

viernes, 7 de junio de 2013

El señor Bliss, de J. R. R. Tolkien


Tolkien escribió (e ilustró) este cuento para sus hijos, pero no se publicó hasta 1982, años después de su muerte. Se trata de un cuento infantil que nada tiene que ver con la Tierra Media. En él, el señor Bliss decide comprarse un automóvil, y a partir de ahí se ve envuelto en un montón de situaciones absurdas y rocambolescas. Decide ir a casa de los Dorkins, amigos suyos, pero al doblar una esquina atropella al señor Day, que llevaba un carro de coles, así que se ofrece a llevarlo a él y a sus coles. Luego atropella a la señora Knight, que llevaba un carro de plátanos, y también se ofrece a llevarla con sus plátanos y su asno. Por el camino llegan a un bosque y se topan con tres osos, que se llevan sus coles y plátanos, y se unen a ellos en el viaje del señor Bliss a casa de los Dorkins, al que no le queda más remedio que llevarlos ya que, bueno, son osos. Llegan a casa de los Dorkins de forma bastante accidentada (el señor Bliss acaba con el automóvil destrozado) y los Dorkins les echan la bronca por el susto, aunque luego los invitan a comer. Los tres osos salen al jardín y se comen todas sus hortalizas. Los Drokins, al descubrir lo que han hecho, se cabrean y les echan los perros. Los osos deciden regresar a su bosque a comerse las coles y los plátanos, pero el señor Day y la señora Knight no están dispuestos a consentirlo, ya que son suyos, y convencen al señor Bliss de ir tras ellos antes de que lo hagan, pero el automóvil está para el arrastre y atan delante al asno y a unos ponys de los Dorkins para que tiren de él, y por el camino... bueno, ya te puedes hacer una idea, les pasan cosas similares. Tampoco es plan de contarlo todo con pelos y señales.

El libro abulta unas 100 páginas, pero en realidad el cuento solo ocupa unas 50, ya que lo reproduce dos veces. En las páginas pares está el relato original, escrito de puño y letra de Tolkien, con sus ilustraciones, en inglés, y en las impares su traducción en español. Algunbas páginas traen solo dos o tres líneas, mientras que otras ocupan toda la página, así que es bastante fácil de leer, y no lleva demasiado tiempo acabarlo, una hora o hora pico, tampoco calculé.

Como he dicho antes, este es un cuento infantil, son 50 páginas, te las lees y a otra cosa. No tiene mucha chicha y entre leerlo y no leerlo no hay una gran diferencia, pero hace poco vi la película del Hobbit, que me encantó y decidí leerme todo lo de Tolkien que hubiera en mi biblioteca, y eso es lo que estoy haciendo, empezando por este. Pronto la reseña de “El hobbit”.