La novela transcurre en 1940 en Londres, con el temor a que los
alemanes bombardeen la ciudad en cualquier momento, como trasfondo.
David tiene 12 años y acaba de perder a su madre víctima del
cáncer. Menos de un año después su padre se casa con otra mujer y
le dan a David un hermanito, y esto hace que David se sienta
abandonado.
De
niño su madre le leía cuentos y esto hizo que se aficionara a la
lectura. Cuando su madre enfermó él le leía cuentos a ella, y ante
su nueva situación se refugia de nuevo en la lectura. De hecho
empieza a escuchar cómo los libros le susurran y le hablan. David
empieza a sufrir ataques epilépticos y desmayos tras los que no
recuerda nada, pero tiene la sensación de haber estado en otro lugar
durante ese tiempo, una especie de bosque. Además cree ver una
oscura y retorcida figura en el cuarto de su hermanito, pero tras
decírselo a su padre él n encuentra rastro de presencia alguna y
cree que David se lo ha imaginado.
Una
noche que no puede dormir sale al jardín y entonces ve caer un avión
en llamas del cielo, en su dirección, y en el último momento se
cuela por un hueco en la estructura que rodea el jardín, que está
hundido en esa parte, para salvar la vida. Entonces descubre que ya
no se encuentra en casa, sino en el bosque de sus sueños. Ha llegado
allí a través del hueco en el tronco de un árbol, pero al darse la
vuelta el tronco se cierra delante de sus ojos y ya no puede regresar
a casa.
Poco
después se encuentra con un leñador, al que le cuenta su situación,
y ante la imposibilidad de regresar por donde ha venido, el leñador
le habla del rey, que posee un libro titulado “El libro de las
cosas perdidas”, que según dicen contiene las respuestas a todas
las preguntas que se te puedan imaginar; es un libro de gran poder y
si alguien puede ayudar a David a volver a casa, ese es el rey. El
leñador decide acompañar a David en su largo periplo para ver al
rey, y en su viaje tendrán que hacer frente a innumerables peligros,
desde hombres-lobo a trolls y brujas, y se toparán con personajes de
los cuentos que su madre le leía a David, pero muy distintos (y a
veces peligrosos) de los que David conocía.
John
Connolly es conocido por su serie de Charlie Parker, pero también
tiene varias novelas independientes, “Malvados”, “Nocturnos”,
que es una antología y la presente “El libro de las cosas
perdidas”, publicada en 2006.
Esta
novela se ha promocionado como una novela juvenil, pero a mi modo de
ver no lo es en absoluto. La novela es como una versión retorcida de
“Alicia en el País de las Maravillas”; como Alicia, David llega
por un agujero a un mundo fantástico y allí se encuentra a
personajes de cuento, muy distintos a los que su madre le leyó de
pequeño. Algunos incluso algo siniestros.
Caperucita
Roja fue la que sedujo al lobo y así es como nacieron los
hombres-lobo; Blancanieves es una tirana obesa, bastante antipática
y de hecho fueron los enanos los que intentaron envenenarla; la Bella
Durmiente es una bruja que atrae a los incautos, a los que absorbe la
vida con su beso, etc.
El
libro tiene escenas bastante violentas y terroríficas, y para mí de
juvenil tiene poco, yo la veo como una novela muy adulta. Además
toca temas como la pérdida y la familia, las consecuencias de las
decisiones que tomas y lo que significa hacerse adulto.
La
novela en sí son unas 300 páginas, pero luego contiene unas 200
páginas de “extras”. Una breve entrevista con Connolly, un par
de relatos sobre Cenicienta y el Flautista de Hamelín (el primero de
tipo humorístico, el segundo muy siniestro, no apto para niños) y
luego incluye los relatos originales de los personajes de cuentos que
aparecen a lo largo del libro, precedidas por una breve explicación
de su origen y tal.
El
libro me ha gustado. Es distinto a lo que nos tiene acostumbrado, esa
mezcla de novela negra con toques de sobrenatural que resulta tan
original; me gusta la evolución que experimenta David a lo largo del
libro, que pasa de odiar a su hermanito a descubrir que haría
cualquier cosa por protegerle y me parecen muy interesantes estas
nuevas versiones de personajes de cuentos que nos presenta el autor.
Los extras también molan.
Sin
duda lo recomiendo, aunque no a niños.