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martes, 6 de mayo de 2025

El extraño caso del doctor Jekyll y Mr. Hyde y El Club de los Suicidas, de Robert Louis Stevenson


El presente libro reúne dos obras de Robert Louis Stevenson: "El extraño caso del doctor Jekyll y Mr. Hyde" y "El Club de los Suicidas". 

 

El primero es uno de los grandes clásicos de la literatura. Ha tenido tantas adaptaciones que todo el mundo lo conoce: la historia de cómo el doctor Jekyll inventa una pócima que le permite convertirse en el infame Mr. Hyde, un ser de pura maldad dominado por sus más oscuros instintos. 

Pero la revelación de que ambos son la misma persona no se produce hasta el final. Durante todo el libro este es un misterio que debe investigar el protagonista, un abogado amigo de Jekyll. Pero como he dicho antes, es una historia tan conocida que no existe sorpresa ante la revelación, se sabe desde el minuto 1. 

 

Me resulta muy interesante cómo se trata el tema de la dualidad del hombre, la separación entre la razón y el puro instinto. Me ha gustado y es de fácil lectura, pero no pasa de entretenido. 

 

"El Club de los Suicidas" es una breve antología formada por tres relatos, protagonizados por el príncipe Florizel de Bohemia y su amigo el coronel Geraldine. En el primer relato, "Historia del joven de las tartas de crema", ambos protagonistas conocen a un joven que está repartiendo gratis docenas de tartas. Lo invitan a comer y este les habla del Club de los Suicidas, en el que todos sus miembros desean morir y cada noche se sortea al azar quién morirá y quién será su verdugo. Florizel y Geraldine se infiltran en el club y al ver lo que pasa allí deciden llevar a su presidente ante la justicia. 

 

En "La historia del médico y del baúl mundo", un joven algo ingenuo llamado Silas es seducido por una hermosa dama y conciertan una cita por la noche, pero ella le da plantón y al regresar a su hotel, Silas encuentra el cadáver de un hombre en su habitación. 

 

En "La aventura de los coches de punto" el teniente retirado Brackenbury Rich es invitado a una extraña reunión en cierta casa de Londres. Allí el anfitrión conversa con los invitados y va descartándolos hasta que solo queda Brackenbury y este se revela ante él como el coronel Geraldine, que le propone participar en una misión secreta. 

 

Creo que esta antología podría haber dado para mucho más. El primer relato es el mejor, me gustó mucho, los otros dos son consecuencia de lo que pasó en el primero. Son entretenidos y ya está.

viernes, 31 de agosto de 2012

La Isla del Tesoro, de Robert Louis Stevenson

Con "La Isla del Tesoro"  me pasó lo mismo que con "El Conde de Montecristo". Un año vinieron con el periódico una serie de libros, todos ellos clásicos, "El Conde de Montecristo", "La Isla del Tesoro", "Moby Dick", etc. Pero ninguno pasaba de las 200 páginas, y más tarde supe que eran versiones resumidas de dichos libros. Lógicamente me cabreé un montón. Es como si vas al cine, pagas la entrada y en vez de ponerte la película te ponen el tráiler. Yo entonces tenía muchas ganas de leer "El Conde de Montecristo" y cuando por fin lo hice resultó ser un resumen. Pasar de 1.200 páginas a 200 es para cabrearse. En el caso de "La Isla del Tesoro" el desfase no fue tan abismal, pasó de 240 a 200 páginas, pero aún así es algo que fastidia. Ahora por fin puedo decir que lo he leído. 

De Robert Louis Stevenson ya me había leído el de Jekyll y Hyde, el Club de los Suicidas y algún relato suelto, como el Diablo en la Botella, pero de sus libros importantes solo me faltaba éste, y debo decir que me ha encantado. Muchos de los llamados clásicos suelen ser bastante lentos y pesados, pero este no es el caso. El libro es muy fácil de leer y no es nada pesado, al contrario, es muy ágil y la historia te engancha de principio a fin. No diré que se lee de una sentada, pero poco le falta. 

"La Isla del Tesoro", sobra decirlo, es la historia de piratas por excelencia. El protagonista es Jim Hawkins, un muchacho cuyo padre posee una hostería, en la cual aparece lo que a todas luces es un pirata llamado Bill Bones, que se queda allí una temporada, bebiendo ron todo el tiempo y siempre armando jaleo.  El tal Bones le paga a Jim unas monedas para que le avise si aparece alguien preguntando por él, lo que acaba ocurriendo. Dos piratas, antiguos compañeros de Bones, aparecen por separado, exigiéndole que les revele el paradero del tesoro del capitán Flint, paradero que solo él conoce. él los hecha a golpes y patadas y poco después muere a causa de haber bebido demasiado ron. Antes de que los piratas regresen, porque regresarán, Jim registra el cofre que bones trajo consigo y encuentra un extraño paquete, que resulta ser el mapa de un tesoro. Jim acude a la persona más importante del lugar, el squire Trelawney (squire es una especie de hacendado o terrateniente), que está en compañía del doctor Livesey, que además de doctor también es juez, y les cuenta lo que ha pasado y les enseña el mapa. Estos deciden reunir una tripulación e ir en busca del tesoro, con Jim, por supuesto. 
Jim hace buenas migas con el cocinero, un marinero al que le falta una pierna pero que se mueve con gran destreza con su muleta, llamado Jon Silver el "Largo". Pero una noche descubre que John es en realidad un peligroso pirata, así como buena parte de la tripulación, y que cuando encuentren el tesoro piensan matarlos a todos. De Jim depende que todos salgan con vida de semejante embrollo. 

En definitiva, que es un gran libro de aventuras con el que disfrutarás igual que cuando eras niño. ¡Arr, pirata!