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lunes, 30 de abril de 2018

Donnie Brasco, de Joseph D. Pistone y Richard Woodley

“Donnie Brasco” es una película de 1997 protagonizada por Johnny Deep y Al Pacino en la que Deep encarna a un agente del FBI que logra infiltrarse en una de las familias más importantes de la Mafia, los Bonanno, durante 6 años. La película se basa en una historia real, concretamente en el presente libro, escrito por el propio agente, Joseph D. Pistone, 10 años antes, en el que nos relata su experiencia como infiltrado durante todo ese tiempo.

Pistone estuvo infiltrado de 1976 a 1981 bajo la identidad de Donnie Brasco, ladrón de joyas y de viviendas, pero esa no fue su primera infiltración. Meses antes fue escogido para infiltrarse en una banda de ladrones de vehículos y equipos pesados debido a que era el único que sabía conducir camiones y excavadoras. Estuvo infiltrado seis meses y reunió pruebas que permitió al FBI detener a más de 30 personas a lo largo de la costa este. Seguidamente fue elegido para infiltrarse entre los peristas que trabajaban para la familia Bonanno, ya que era de ascendencia siciliana, se había criado en un barrio controlado por la Mafia, tenía sangre fría y no se rompía con la presión.
La infiltración fue un proceso lento, para ir ganándose la confianza de estos tipos, dejándose ver en los bares por los que se movían, etc. Esto llevó varios meses, pero al ver que lo de los peristas era un callejón sin salida el FBI encauzó la operación a reunir pruebas contra la familia Bonanno.

Pistone se convirtió en el protegido de Benjamin “Lefty” Ruggiero, un pez gordo de la familia, que fue instruyéndole en los entresijos de la Mafia, y llegó a tener una relación muy estrecha con Dominic “Sonny Black” Napolitano, capo de los Bonanno. Cuando comenzó su infiltración nadie pensó que llegaría a durar tantos años (por aquel entonces las infiltraciones duraban como máximo 6 meses) y cuando se le puso fin las pruebas recogidas por Pistone condujeron a más de 200 acusaciones y más de 100 condenas a miembros de la Mafia.

Pistone
Nadie en la familia Bonanno sospechó nunca que Pistone fuera un agente federal y cuando se puso fin a la operación y el FBI les informó de la verdad, la noticia sentó en la familia Bonanno como un jarro de agua fría y no acabaron de creerse que “Donnie Brasco” fuera un federal. De hecho siguieron sin creérselo hasta que lo vieron testificar en el juicio. Y esto tuvo graves consecuencias para ambas partes. Semejante brecha en la seguridad de la familia, que un agente del FBI lograra infiltrarse, ¡durante 6 años!, sin que nadie se diera cuenta, exigió la vida de alguien como castigo, y luego la Mafia puso precio a la cabeza de Pistone (500. 000 dólares). Tanto él como su familia tuvieron que cambiarse de nombre e ir con escolta las 24 horas, y en la actualidad esto sigue siendo así.

De vez en cuando me leo algún que otro libro de no-ficción, biografías, hechos históricos reales, dematemáticas, etc. algunos son un poco rollo pero esto no ha pasado con el presente libro, que está escrito como si fuera una novela de ficción, buen ritmo y diálogos ágiles. Además el libro incluye algunas fotos que el FBI hizo de lejos de Pistone y los peces gordos de los Bonanno. El libro me ha gustado mucho, aunque me cuesta aceptar que Pistone recuerde con exactitud todos los diálogos que tuvo con aquellos tipos.
En fin, puede que ahora me vea la película.

jueves, 26 de abril de 2018

En la hierba alta, de Stephen King y Joe Hill

“En la hierba alta” es un relato que Stephen King escribió en colaboración con su hijo, Joe Hill, en 2012 y que se publicó directamente en formato digital.
Cal y Becky DeMuth son dos hermanos que siempre han estado muy unidos, tanto que parece que se leen la mente. Cuando Becky se queda embarazada decide irse a San Diego, a casa de unos tíos para quedarse con ellos hasta que nazca el bebé y Cal planta sus estudios para acompañarla en el largo viaje en coche hasta la otra punta del país. Al mediodía hacen un alto en el camino junto a un campo de hierba altísima. Cal apaga la radio y Becky abre la ventanilla a causa del calor, y es así como logran escuchar el grito de auxilio de un niño, perdido entre la espesura. Cal y Becky deciden adentrarse en el campo y tomar caminos separados para encontrar al niño cuanto antes, pero pronto se percatan de que algo extraño pasa en aquel lugar y que el niño no es lo único que hay entre la hierba.

El relato me ha encantado. Me ha recordado mucho a “Los chicos del maíz” y las últimas páginas son muy perturbadoras, bastante extremas. Se nota que son padre e hijo. Cuando estos dos escriben algo juntos mejor echarse a temblar.

miércoles, 25 de abril de 2018

Área 81, de Stephen King

“Área 81” es un relato que Stephen King publicó en 2011 directamente en formato digital y a las pocas horas de salir a la venta se convirtió en bestseller, y está incluido en su última antología, “El bazar de los malso sueños”. En pocas palabras, va de un coche que se come a la gente. Bueno, en realidad no lo es, parece un coche pero es otra cosa.
El área 81 es un área de servicio abandonada desde hace tiempo a la que van los chicos mayores a fumar, colocarse y montárselo con sus chicas. Pete Simmons, un niño de diez años, llega allí con su bici después de que su hermano mayor no le permitiera ir con él y sus amigos. Pete encuentra una botella de vodka medio llena y se toma unos tragos. Se coge una cogorza y se queda dormido y cuando despierta ve un coche sin matrícula y manchado de barro que parece haberse estrellado en el área 81. No tiene conductor y la puerta está entreabierta, y no lejos de él hay otros coches sin rastro alguno de sus pasajeros, como si se los hubiera tragado la tierra.

Este relato o novela corta o lo que sea me ha gustado mucho. Es como el regreso de King a sus orígenes, una historia puramente de terror, muy en la línea del King de los 80, cuando escribía sobre hoteles encantados y coches embrujados. Es una de esas historias que se leen fácilmente de un tirón, aunque yo, como la leí en el ordenador, me llevó dos días. Lo único que no me gustó fue el final, me pareció muy pobre, pero por lo demás es magnífico.

martes, 24 de abril de 2018

Un rostro en la multitud, de Stephen King y Stewart O'Nan

“Un rostro en la multitud” es un relato que Stephen King escribió junto a Stewart O’Nan en 2012. el origen de esta historia se remonta al año 2004. en dicho año Stephen King escribió con Stewart O’Nan el libro de no ficción “Faithful”, sobre la temporada de los Red Sox de ese año y fue entonces cuando se la ocurrió la historia. Tuvo varias charlas con O’Nan sobre el tema y posteriormente, en 2012, al leer un extracto de Doctor Sueño en la Feria del Libro de Savannah, Georgia, volvió a sacar el asunto. Tenía la historia pero no el final así que le propuso al público que la terminaran ellos. Casualidades de la vida, Stewart O’Nan se encontraba entre el público.

Dean Evers, jubilado y viudo desde hace poco tiempo, se pasa las tardes viendo partidos de beisbol apoltronado en su sillón. Un día, viendo un partido entre los Devil Rays y los Mariners cree reconocer a alguien en las gradas, alguien de su pasado que no puede estar ahí ya que murió hace décadas y cuando la cámara lo enfoca mira directamente a Dean, como si supiera que lo está mirando. A partir de entonces en cada partido ve a alguien de su pasado, todos ellos muertos desde hace tiempo, y el asunto empieza a obsesionarle, quitándole horas de sueño, hasta que la última persona que ve en las gradas es su propia esposa…

El relato me ha gustado, me ha parecido una historia muy interesante y el desenlace ha sido toda una sorpresa. Lo que es una lástima es que no esté incluido en su última antología, “EL bazar de los malos sueños”.

viernes, 20 de abril de 2018

Ur, de Stephen King

“Ur” es un relato que Stephen King escribió en 2009 por encargo de Amazon para promocionar su Kindle, publicado inicialmente en formato digital y que estás incluido en su última antología, “El bazar de los malos sueños”.
El protagonista es Wesley Smith, profesor de inglés que hace poco rompió con su novia tras una desagradable discusión en la que ella le arrebató el libro que estaba leyendo de las manos y lo arrojó al otro lado de la habitación, preguntándole irritada por qué no leía en el ordenador como todo el mundo, y él la llamó puta analfabeta.

Pero Wesley no puede quitársela de la cabeza, así que para demostrarle que no es tan atrasado como cree se compra un lector Kindle a través de Amazon, con la esperanza de que ella se entere y vuelva con él.
El dispositivo, rosa en vez del negro habitual, le llega a través de la opción “Entrega en un día”, que él no solicitó, y Wesley hace un descubrimiento increíble: su Kindle le permite descargar libros de sus autores favoritos de otras realidades paralelas que no existen en la suya. Pero no es lo único que puede hacer. Otra de las opciones le permite leer noticias de esas otras realidades y una tercera opción, bajo el título “Ur-Local” le muestra las noticias que ocurrirán en su pueblo en el futuro. La primera noticia que Wesley se descarga en esta modalidad resulta ser algo terrible.
Un accidente de tráfico entre un coche y un autobús se saldará con varios muertos, uno de los cuales es su ex-novia. Wesley no puede quedarse de brazos cruzados así que decide hacer todo lo posible para que el accidente no tenga lugar, aún sabiendo que con ello infringirá las enigmáticas Leyes Paradox.

Para mí este es uno de los mejores relatos que King ha escrito en los últimos años, alucinante de principio a fin. Es un relato que se puede leer tranquilamente de una sentada, pero como yo lo he leído “por ordenador” me ha llevado dos días. Tiene sus dosis de humor hasta cierto punto (no he podido evitar reirme cuando Wesley le sacude a la borracha) pero lo mejor de todo son sus referencias a la Torre Oscura, incluyendo la aparición estelar de unos hampones. Vamos, una pasada.

miércoles, 18 de abril de 2018

Belinda, de Anne Rice

“Belinda” es una novela que Anne Rice publicó en 1986 bajo el seudónimo de Anne Rampling, aunque no es la única que publicó bajo ese seudónimo. Anne Rice publicó varias novelas eróticas bajo los seudónimos de Anne Rampling y A. N. Roquelaure al principio de su carrera, pero personalmente no sé por qué quiso hacer esa distinción en su obra, ya que en sus Crónicas Vampíricas también hay algunos momentos de fuerte carga erótica. Así que, ¿qué más da?
“Belinda” es como una versión moderna de “Lolita”. Es la historia de amor entre una chica de 16 años y un hombre de 44 años. Jeremy Walker es un conocido escritor de libros para niñas que arrastra tras él una larga legión de fans (que oncluye tanto a las niñas como a sus madres). Está en tratos con Disney para adoptar una de sus novelas y los sábados por la mañana se emite por televisión una serie de dibujos animados basada en otro de sus libros.

Encontrándose en una firma de libros ve entrar a una chica de unos 16 años, con uniforme escolar, y queda instantáneamente prendado de ella. Jeremy la pierde de vista pero más tarde, cuando se dirige a una fiesta obligado por su publicista, vuelve a encontrarse con ella y llevado por un impulso la invita a acompañarlo. Allí Jeremy mantiene varias charlas intrascendentes con otras celebridades y es rescatado de ellas por la chica, Belinda, que se mete con él en una habitación. Jeremy le propone que pose para él como modelo y le aclara que no es una excusa para llevarla a su casa sino que suele utilizar modelos adolescentes para los dibujos de sus libros. Como respuesta Belinda cierra la puerta tras ella y empieza a seducirlo. Jeremy trata de resistirse pero le resulta imposible y acaban haciendo el amor.
Al despertar descubre que Belinda se ha ido y le sorprende que no se haya llevado todo el dinero de su cartera. Esa noche empieza a dibujar el retrato de Belinda cuando se ve interrumpido por el timbre de la puerta, y allí está ella, que ha venido a posar para él. Jeremy le da algo de cenar y por lo que le cuenta, Belinda vive sola en un barrio de mala muerte y en su edificio la policía suele hacer redadas por drogas cada dos por tres y la pareja de al lado siempre está discutiendo a gritos y cualquier día va a pasar una desgracia.

Jeremy le pregunta por sus padres y cómo es que vive sola pero ella se cierra en banda y se niega a hablar del tema. Él la invita a quedarse todo el tiempo que quiera y Belinda acepta con una condición, que no le pregunte por sus padres o su pasado porque entonces hará las maletas y no volverá a verla. Jeremy percibe que hay algo turbio tras su negativa a hablar de sus padres, algo que la afecta y le hace saltar las lágrimas, pero no insiste y así se inicia su relación.
Jeremy empieza a pintar una serie de cuadros eróticos con Belinda como modelo, que él no piensa mostrar nunca al público ya que sería el fin de su carrera, mientras que Belinda opina que son brillantes y que debería estar orgulloso de ellos y espera que algún día los muestre.
Jeremy es muy feliz con Belinda, más que con ninguna de sus dos ex-mujeres, pero el secretismo de su pasado está ahí como una presencia oculta, y aunque le ha prometido no volver a preguntarle por el tema a Jeremy le puede la curiosidad y le pide a su abogado que la investigue, lo que hará tambalearse su relación.

Me encantan esas historias de amor entre personas con bastante diferencia de edad, 10-15-20 años, como en “Perdona si te llamo amor” o la historia de Lucas y Sara de “Los Hombres de Paco”, porque estos casos deben superar más obstáculos de lo habitual, el qué dirá la gente, mantener la relación en secreto, etc. Además el rollo Lolita tiene mucho morbo, por eso de rozar la legalidad y la chica seduciendo la hombre y este tratando de resistirse al principio pero cayendo al final en sus redes. Y es que las historias de amor adolescente son superbonitas (personalmente si una de 15 me pone ojitos no sería capaz de resistirme).
Hay que aclarar que el protagonista de esta novela no es ningún depravado que va tras las niñas indefensas, sino simplemente un hombre que se enamora de una chica de 16 años, y eso es lo único que importa. Cuando dos personas se enamoran creo que la edad no debería importar, salvo en casos muy extremos (obviamente si uno es un niño queda descartado, yo hablo a partir de los 15-16 años, cuando ya eres responsable de tus actos y puedes pensar por ti mismo).

Lejos de lo que pueda parecer esta no es una novela erótica. Tiene momentos eróticos y hay relaciones sexuales, pero es más novela romántica que otra cosa. En general me ha gustado y las últimas 100 páginas prácticamente las devoré, atacado por llegar a ese ansiado momento del reencuentro entre Jeremy y Belinda, con la duda de si ella aparecería y si seguiría sintiendo lo mismo. La verdad es que ese momento es muy emocionante y vale la pena la espera. Aunque también hay algunas cosas que no me gustaron. El principio, por ejemplo, es un poco rápido. Belinda y Jeremy se acuestan prácticamente a los cinco minutos de conocerse, y eso no es muy romántico que digamos. Luego está el hecho de que Belinda ya tuviera una experiencia lésbica a los 14 años y que a los 15 se acostara por primera vez con un hombre 20 años mayor que ella, y que se pasa buena parte del tiempo fumando y bebiendo whisky y bourbon. Todo esto la aleja bastante de la imagen angelical e inocente que desprende. Vamos, que no es una santa. Y luego me parece una tontería que no quiera hablarle a Jeremy de su pasado. Al final se entera de todo y no pasa nada, pero claro, si se lo hubiera contado en su momento no habría existido conflicto alguno, y una historia de amor sin conflicto no atrae.

En fin, que si eres un fan incondicional de este género y te apasionan las historias de amor, esta es tu novela.

martes, 10 de abril de 2018

El último pasajero, de Manel Loureiro

Agosto de 1939.
Un viejo buque de carga se encuentra con un enorme transatlántico alemán llamado Valkirie en medio del Atlántico. No hay rastro alguno de la tripulación ni del pasaje ya bordo solo hallan un bebé y una oscura y siniestra presencia.
Setenta años más tarde, un poderoso hombre de negocios, Isaac Feldman, emplea casi toda su fortuna en reflotar el Valkirie con la intención de realizar el mismo recorrido, paso a paso, que hizo hace setenta años. Feldman resulta ser el bebé hallado a bordo del Valkirie y con esto pretende descubrir lo que pudo ocurrir en ese último viaje del transatlántico, por qué todo el pasaje desapareció sin dejar rastro y qué hacía él, un bebé judío, en un crucero alemán. La periodista Kate Kilroy, que ha estado investigando la historia del Valkirie convence a Feldman de que la deje acompañarle en el viaje, haciéndose así con la exlusiva, y a los pocos días de salir del puerto empiezan a producirse extraños sucesos a bordo del transatlántico y la tripulación a comportarse de forma extraña.

Manel Loureiro es un escritor gallego especializado en el género de terror. Era abogado en Pontevedra cuando en 2007 empezó a escribir una historia de zombis ambientada a medio camino entre Vigo y Pontevedra, en un blog de Internet. Tuvo un éxito tremendo así que lo publicó en formato novela. “Apocalipsis Z” se convirtió en un bestseller y a ese le siguieron otros dos, y desde entonces se dedica totalmente a escribir.
De esa trilogía me leí el primero; las historias de zombis me gustan mucho y en concreto me gustó que transcurriera entre Vigo y Pontevedra, ciudades que conozco porque son las más cercanas a mi pueblo, pero se me hizo muy lento y me costó acabarlo. Tal vez es porque estaba escrito en modo diario, no lo sé, pero ya no quise leer los otros dos. Sin embargo con “El último pasajero” no ha sido así. Engancha desde el principio y las páginas se pasan volando. Me ha gustado mucho, aunque es verdad que me imaginaba que la novela iría por otro camino, más en plan barco fantasma.
Muy recomendable.

jueves, 5 de abril de 2018

Cerebro, de Robin Cook

Martin Philips es subdirector del departamento de Neuroradiología del centro médico de la universidad de Hobson y lleva seis meses saliendo con Denise Sanger, residente de segundo año de Radiología, 13 años más joven. Martin y su socio, William Michaels, que está a cargo del departamento de Inteligencia Artificial, inaugurado hace poco, han creado una máquina que puede interpretar una radiografía mejor que un técnico y la labor de Martin es suministrarle a la máquina radiografías del cerebro para ir mejorándola.

La primera que le suministra es de una paciente llamada Lisa Marino y la máquina detecta un punto en su cerebro más denso que el resto, lo que podría ser un indicio precoz de esclerosis múltiple. Martin pretende hacerle más radiografías pero descubre que la joven ha muerto en la mesa de operaciones. Lejos de arredrarse decide hacerle una radiografía al cadáver y descubre atónito que el cerebro ha desaparecido. Además se topa con un muro de presión por parte de sus superiores para que deje el asunto.

Estudiando los archivos Martin descubre que ha habido otros casos con los mismos síntomas, todos ellos mujeres, pero o bien han muerto o han desaparecido. Martin conoce a una joven que parece mostrar los primeros síntomas y la ingresa para realizarle las pruebas pertinentes a la mañana siguiente, pero cuando se dispone a hacerlas descubre que la paciente fue trasladada a otro hospital durante la noche, pero que en dicho hospital no tienen constancia de su ingreso. Es como si alguien en la sombra no quisiera que investigara el asunto y pronto Martin empieza a temer por su vida.


Hacía bastante tiempo que no me leía un libro de Robin Cook (me leí dos el año pasado) y escogí este simplemente porque es el más antiguo suyo que tengo en mi colección y me gusta hacerlo en orden cronológico. El libro me ha gustado mucho, tiene todos los ingredientes de las buenas novelas de Robin Cook, extrañas muertes de pacientes con los mismos síntomas, una siniestra conspiración que pretende ocultarlo todo, el protagonista que quiere desvelarlo todo aún a costa de su propia vida… El libro es de fácil lectura y tiene un buen ritmo, engancha desde el principio y las páginas se pasan volando. El final es como un puñetazo directo al estómago, totalmente increíble y se adentra un poco en la ciencia-ficción, pero es de esos que te dejan pensando después de acabarlo. Muy recomendable.

martes, 3 de abril de 2018

Nada se acaba, de Margaret Atwood

El matrimonio de Elisabeth y Nate hace aguas desde hace mucho tiempo. Ambos ya no sienten nada el uno por el otro y si permanecen juntos es por sus dos hijas. Los dos han tenido varias aventuras amorosas, y cuando uno está con alguien se lo cuenta al otro y se lo toman con mucha normalidad.
El último amante de Elisabeth, Chris, se ha suicidado recientemente y ella está como en una nube desde entonces. Se pasa el tiempo tumbada en su habitación, con la mirada fija en el techo y las cosas han perdido su importancia para ella. Incluso cuando sus hijas hablan con ella le cuesta concentrarse en lo que le están diciendo. Nate por su parte ha roto con su última amante, Martha, y ahora se muestra interesado en una mujer llamada Lesje, una paleontóloga que trabaja en el mismo museo que Elisabeth, que se siente más cómoda entre huesos que entre personas y que suele fantasear a menudo con los dinosaurios. Lesje vive con su novio William, pero no está demasiado ernamorada de él y es casi como si solo fueran compañeros de piso. Así que cuando Nate se acerca a ella, Lesje se muestra receptiva.

Pensé que iba a encontrarme con una novela tipo Danielle Steele debido a la temática y no sabía si me gustaría o no (me he leído otras tres novelas de la autora y todas ellas me encantaron), pero al final ha resultado ser una buena lectura. Es verdad que es una novela sobre relaciones, infidelidades, la ausencia del amor en una pareja y todo eso, pero no hay tanto culebrón como pensaba. Está bien estructurada, los capítulos se centran en el punto de vista de cada uno de los tres personajes principales, Elisabeth, Nate y Lesje y la novela se deja leer con facilidad, aunque es verdad que es una historia un poco tristona y no llegas a empatizar con ninguno de los tres (es que son todos unos amargados e infelices, después de leer esto lo normal es que estés de bajón).

lunes, 2 de abril de 2018

En la corte de Ronnie, de John Le Carré

Hasta la fecha me había leído dos novelas de John Le Carré, “La Casa Rusia” y “El espía que surgió del frío”. “La Casa Rusia” fue el primero pero hace tanto tiempo que no recuerdo si me gustó o no. pero supongo que si leí un segundo libro suyo es que me gustó. Luego leí “El espía que surgió del frío”, su tercera novela y la que lo lanzó al estrellato. Es una novela corta, unas 250 páginas, pero de esta sí recuerdo que me pareció lenta y que el final fue una tomadura de pelo, así que me negué a leer otra novela suya. Pero hace unos meses vi la miniserie de “El infiltrado” y me encantó, me tuvo enganchadísimo así que pensé en darle una segunda oportunidad.

“En la corte de Ronnie” es un relato autobiográfico en el que John Le Carré nos habla de su padre, Ronnie Cornwell, un hombre de apariencia respetable pero que era uno de los más conocidos timadores de la Inglaterra de la posguerra. Ronnie siempre estaba arrastrando un montón de deudas por todas partes y entrando en la cárcel cada dos por tres a causa de sus timos y su hijo David (John Le Carré) era el encargado de pagarle la fianza. Ronnie no solo estafaba a gente normal sino que llegó a embaucar a varias personalidades relevantes de la época y no dudaba en utilizar la fama de su hijo para poner en marcha alguno de sus timos.
John Le Carré nos habla de los recuerdos que tiene de su padre durante su infancia, de cómo se conocieron sus padres, de su nacimiento y de cuando su madre los abandonó a su hermano y a él cuando él tenía cinco años, no volviendo a verla hasta los 21, todo mezclado con ironía y humor, yendo adelante y atrás en el tiempo.
Este librito me ha gustado, claro que son apenas 100 páginas y se leen en nada. Habría preferido leer una biografía más completa, que a sus 86 años ya toca. Si no me equivoco, la publicó en 2016 bajo el título de “Volando en círculos”.

Muerte en el seminario, de P. D. James

Un joven seminarista es hallado muerto en una playa cercana al seminario de Saint Anselm, donde estudian los futuros sacerdotes anglicanos. La investigación lo declara una muerte accidental, pero su padre, director de una de las multinacionales más importantes del país, no está satisfecho con el resultado. No cree que su hijo muriera accidentalmente ni que se suicidara, sino que alguien lo asesinó, y quiere que Adam Dalgliesh reabra la investigación.
Adam tenía pensado pasar unos días de vacaciones en Suffolk y se ofrece a hablar con la policía de allí y con los sacerdotes del seminario para comprobar si hay pruebas suficientes para continuar con el caso. Además él conoce Saint Anselm, ya que pasó allí algunos veranos de joven y se lleva bien con el antiguo rector, el padre Martin.
Pero la muerte del joven Ronald Treeves no es la única que tiene lugar en Saint Anselm. Margaret Munroe, la anciana que halló su cuerpo, fallece una semana más tarde aparentemente de un infarto y un día después de la llegada de Adam Dalgliesh al seminario el archidiácono Crampton es asesinado de un fuerte golpe en la cabeza. Adam cree poco probable que haya más de un asesino en Saint Anselm y sospecha que estas muertes están relacionadas.

Mi hermano le regaló este libro por Reyes a mi padre, hará un par de años, y como me leí recientemente dos libros de P. D. James (Muerte de un forense e Hijos de hombres), quise leer este también, pues así ya lo tachaba de mi lista de pendientes. El libro me ha gustado. Encuentro muy interesante que esté ambientado en un lugar tan aparentemente tranquilo como un seminario de curas, pero los curas, como cualquier otra persona, también tienen sus secretos. Aquí se producen un montón de muertes y solo una de ellas no guarda relación con las otras.
El libro tiene un desarrollo pausado, Dalgliesh se toma su tiempo para interrogar a los relacionados con las víctimas y posibles sospechosos y recabar toda la información pertinente, y no es hasta las últimas 100 páginas que el ritmo se acelera y empezamos a descubrir las cosas importantes. Como suele ocurrir en estos casos la identidad del asesino es una sorpresa.