Buscar este blog

miércoles, 17 de julio de 2019

Todo por una chica, de Nick Hornby

Leí esta novela hace como un millón de años, pero he visto que no hice la reseña entonces, así que he vuelto a leerla, en parte para escribir la reseña pero también porque me gustó mucho y quería volver a disfrutar de ella.
En pocas palabras, la novela va de un adolescente que deja embarazada a su novia. Sam tiene 15 años y es un fanático del skate. Tiene un poster de Tony Hawk en su habitación con el que habla, y en su mente Tony Hawk le responde, siempre con citas de su autobiografía, que Sam se ha leído como cien veces. Más adelante a Sam le pasa algo muy extraño un par de veces, y cree que es cosa de Tony Hawk para enseñarle una lección.

Sam conoce a una chica llamada Alicia en una fiesta a la que su madre obliga a ir (la fiesta la da la madre de la chica, que trabaja con la de Sam en el ayuntamiento) y se queda muy pillado de ella. Los dos se pasan casi todo el tiempo juntos, todos los días, y cuando no lo están se escriben mensajes o se llaman por teléfono. Claramente tienen relaciones sexuales y en una de esas pasa algo a medias antes de ponerse el condón (no hace falta dar detalles) y ya se sabe. Y justo el día de su 16 cumpleaños ella le dice que tiene un retraso de tres semanas, y se caga vivo. Así que tienen que decírselo a los padres de ella, que nunca les ha caído bien, y a la madre de Sam. La ironía de todo el asunto es que su madre lo tuvo con 16 años, así que el palo va a ser gordo.

Luego, eso extraño que le pasa a Sam que él atribuye a su poster de Tony Hawk es que es proyectado al futuro. Un día se despierta y han pasado varios meses, su hijo ya ha nacido y su madre está superembarazada. No sabe qué está pasando ni qué hacer, pero tiene que fingir que todo va bien para que no piensen que está loco. Esto le dura un día  y luego se despierte en el presente y la siguiente vez el salto es de dos años, con su hermanita ya nacida. Esto me pareció bastante extraño y me dejó un poco descolocado porque no encaja con las novelas de Nick Hornby, que son básicamente comedias en las que no pasan estas cosas raras.

Dejando esto fuera, la novela es muy divertida. Bueno, el asunto es todo un drama y si me pasara a mí estaría acojonado, pero tal y como está narrado (por el propio Sam, que reconozcámoslo, le falta un hervor), no puedes evitar reírte. La prosa es muy ágil y fresca, y los diálogos son muy naturales y desenfadados. Se lee solo. Sin duda es uno de los mejores libros de su autor. Absolutamente recomendable.


No hay comentarios:

Publicar un comentario