Buscar este blog

martes, 19 de abril de 2022

La momia (o Ramsés el Maldito), de Anne Rice


Veinte años atrás era muy fan de Anne Rice y me leí todas las Crónicas Vampíricas, la trilogía de las Brujas de Mayfair y sus novelas sueltas sobrenaturales (Violín, El sirviente de los Huesos y la Momia); sus novelas eróticas no me interesan. Pero lo que hizo en "Cántico de sangre" me disgustó mucho y no quise volver a leer ningún libro suyo. Tras su muerte decidí darle otra oportunidad y regresar a su universo (estoy mintiendo, porque hace unos años leí su novela "Belinda", su particular versión de "Lolita" de Nabokov, y me gustó mucho), y opté por "La momia" simplemente porque en 2017 publicó una secuela en colaboración con su hijo Cristopher, algo que no sabía, y quería refrescar la memoria antes de leerla. 

La momia de la novela no es otro que Ramsés II, el faraón más importante que tuvo Egipto en toda su historia. En el ocaso de su vida tomó el elixir de una sacerdotisa hitita, que lo rejuveneció y convirtió en inmortal. Gracias a ello Ramsés ha vivido innumerables vidas y ha sido consejero de reyes y emperadores, y cuando se cansaba de vivir se encerraba en su cripta y dormía durante siglos. Mil años después de su época fue despertado por una joven Cleopatra y él la ayudó a convertirse en una gran reina, y en el proceso se enamoró perdidamente de ella. Al quitarse la vida y negarse a tomar el elixir (Cleopatra prefería morir que vivir una eternidad sin Marco Antonio), Ramsés quedó destrozado y regresó a su sueño eterno. 

No es hasta principios del siglo XX, 1914, que su tumba es descubierta por el arqueólogo Lawrence Stratford, y tras la misteriosa muerte de este en extrañas circunstancias (según la prensa debida a la maldición de la momia), su hija Julie organiza una exposición en su propia casa. Es allí donde Ramsés sale de su letargo para salvarle la vida a Julie, pues su primo Henry pretendía envenenarla para heredar la compañía naviera de su padre y solucionar sus deudas de juego. Henry huye espantado y Julie, lejos de temerle, queda fascinada ante el imponente Ramsés. Julie decide esconderlo y protegerlo, desmintiendo la versión de Henry  que no tarda en aparecer en todos los periódicos de Londres. Le muestra la ciudad y lo mucho que ha cambiado el mundo en estos 2000 años, y Julie no tarda en enamorarse de él. 

La desaparición de la momia no es algo que tenga fácil explicación para el Museo de Londres, así que para evitar todos estos problemas, Julie y Ramsés deciden partir hacia Egipto. Regresar a su ciudad despierta muchos recuerdos en Ramsés, no todos ellos buenos. Pese a que ama a Julie, no ha olvidado a Cleopatra, y al encontrar sus restos se deja llevar por un impulso y hace algo que tendrá terribles consecuencias para todos: utiliza el elixir para devolverle la vida a su antigua amada... 


El libro me gustó la primera vez que lo léi y también me ha gustado esta segunda, aunque una cosa tengo que decir, Ramsés tiene de momia lo que yo de físico nuclear, es un tío inmortal y ya está. 

Lo que me gusta de los libros de Anne Rice es ese toque romántico que le da a estas figuras clásicas del género (vampiros, brujas, momias, fantasmas, etc), que los hace seductores y atrayentes. En unos casos resulta bien, como con Anne Rice; en otros, como por ejemplo "Crepúsculo", resulta ridículo. Es que hay que tener talento para saber hacerlo bien. Además, estos personajes sobrenaturales son un medio para que la autora nos hable de las épocas históricas en las que les tocó vivir, como el Antiguo Egipto, el Nueva Orleans del siglo XVIII, la Antigua Roma, la Venecia del Renacimiento, etc, que resultan fascinantes y aprendes cosas de esas épocas. 

La novela en sí es muy amena, de fácil lectura y ritmo ágil. Está bien escrita yla tensión se mantiene hasta el final. El desenlace no es ninguna sorpresa, es el típico de esta clase de novelas y deja una puerta abierta a una posible continuación, que ahora sé que existe.

No hay comentarios:

Publicar un comentario