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miércoles, 16 de noviembre de 2016

El séquito. 6ª temporada



La nueva versión del Gran Gatsby de Scorsese ha sido un éxito y Vince vuelve a ser una estrella. Ahora va a trabajar con Frank Darabont en el biopic de Enzo Ferrari y tiene que aprender a conducir (hasta ahora era Tortuga el que lo llevaba a todas partes). Vince concede entrevistas para promocionar la película y hace pruebas de vestuario y tal, pero el rodaje se retrasa tres meses y Vince no sabe qué hacer con tanto tiempo libro hasta entonces.
Eric quiere volver con Sloan pero ella tiene que pensárselo y cree que deben estar un tiempo sin verse, y Eric empieza a salir con una veinteañera llamada Ashley, pero después de acostarse ella ya no sale de su casa y se revela como una supercelosa que no se fía de él y siempre está revisándole el móvil, hasta que Eric se harta y la manda a paseo. Y en lo laboral Eric ficha por una gran agencia de representantes. Tortuga empieza a salir con Jamie-Lynn Sigler, la actriz de los Soprano; esta aparece de estrella invitada en la serie de Drama y el productor del estudio intenta tirársela. A Drama esto no le gusta nada y le planta cara para defender a su amigo, pero a partir de entonces el productor convierte la vida de Drama en un infierno, hasta que decide dejarlo.

Otra temporada genial. Ha sido un alivio comprobar  que Vince se ha recuperado del batacazo de Medellín y vuelve a estar en la cresta de la ola. En esta temporada se le da más protagonismo a Eric y a Drama y Vince tiene menos peso. Eric entra a trabajar en una importante agencia y se convierte en el favorito de su jefe, pero tiene algunos roces con el otro agente estrella de la agencia, y en lo personal está que quiere volver con Sloan pero ella no está por la labor (Eric y Sloan me recuerdan mucho a Ross y Rachel) y luego comete el error de acostarse con Ashley y ya no puede quitársela de encima, que resulta ser una loca controladora. Personalmente creo que es demasiado culebrón. Y luego está Drama, que echa por tierra su gran oportunidad de ser alguien en televisión, aunque lo hace por una buena razón, impedir que le levanten la novia a su amigo. Y no podemos olvidarnos de Ari Gold, que se come la pantalla cada vez que aparece. Su momento más mítico, el de la pistola de pintura, disparando a todos los que piensa despedir. Qué grande.
Ahora la 7ª temporada.  

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