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viernes, 17 de marzo de 2017

El perdón (Fanfic Los Hombres de Paco)

Empecé a ver “Los Hombres de Paco” allá por el 2005 únicamente por la historia de amor de Lucas y Sara (me puede la vena romántica, también vi “Los Serrano” por lo de Marcos y Eva”), la historia de amor más grande de la ficción española, una historia muy dulce y tierna que me enamoró desde el principio, que me emocionó y me hizo sufrir muchísimo durante toda la serie. La 7ª temporada me cabreó tanto que no quise seguir viéndola pero cuando me la bajé entera me obligué a hacerlo y lo pasé realmente mal. Odié a Sara por lo que hizo y me sentí traicionado, como si yo hubiera sido el cornudo y lo que peor me sentó fue que no se sintiera culpable. Le pone los cuernos al gran amor de su vida, ¿y no siente el más mínimo remordimiento? ¡Venga! Al menos a final tomó la decisión correcta (si hubiera elegido a Aitor es para matar a los guionistas) y todo acabó bien.
Las últimas semanas, no sé por qué, me entraron unas ganas locas de volver a ver toda la historia de Lucas y Sara desde el principio así que me tragué de nuevo la serie al completo, pero solo las partes de Lucas y Sara, el resto le di a avance rápido. De hecho fue algo casi obsesivo porque me echaba hasta las dos de la mañana con la serie y luego no era capaz de dormir pensando en Lucas y Sara, y por la mañana me despertaba pensando en ellos dos y no tenía ganas de hacer nada más hasta terminar de verla entera.
Por el último capítulo de la serie sabemos que Lucas perdonó a Sara y tienen un hijo y todo se arregló entre ellos, pero en el final de la 7ª temporada eché de menos una escena intensa y emotiva entre ellos dos, con Sara contándole lo de su infidelidad y pidiéndole perdón y todo eso y Lucas pensándose si hacerlo o no.
Y esto es lo que se me ha ocurrido. Espero que os guste.

EL PERDÓN

Lucas y Sara dejaron atrás la masacre en que se convirtió la boda de Silvia y Pepa y se alejaron caminando, abrazados el uno al otro. Sara tenía un brazo rodeándole el costado y Lucas le rodeaba a su vez los hombros con el suyo y así como estaban, con la cara de Sara apoyada en su pecho, Lucas aún la notaba llorar quedamente y su respiración agitada. La pierna le palpitaba levemente, por el disparo, y le molestaba cada vez que apoyaba el peso sobre ella, por eso no podía moverse todo lo rápido y cómodo que le hubiera gustado y necesitaba apoyarse en Sara para caminar.
Ambos llevaban varios minutos sin hablar y Lucas no paraba de darle vueltas a la cabeza a lo que había pasado. Al principio sintió una mezcla de alegría y alivio cuando Sara lo eligió a él pero ahora ese sentimiento estaba mitigado por el dolor de la traición de Sara. Si había algo por lo que hubiera puesto la mano en el fuego sin ninguna duda es de lo suyo con Sara, y que ella le hubiera sido infiel era algo que aún no podía creerse. Pero aquello no había sido solo un calentón (si lo hubiera sido le habría dolido igualmente) sino que se había enamorado de Aitor, lo cual era más grave. Pero al final lo había escogido a él y eso tenía que significar algo, no? Lucas no se imaginaba la vida sin ella, pero ahora no sabía si podía perdonarla. ¿Cómo confiar de nuevo en ella? ¿Cómo recuperarse de algo así? Era algo que tenía que pensar muy detenidamente.
Lucas vio que había un banco de madera a un lado del camino, bajo la sombra de los árboles que flanqueaban ambos lados del camino, y otro en frente.
-Mira-dijo Lucas y Sara alzó la cabeza-Sentémonos un rato.
-¿Estás bien?
-Me duele un poco la pierna.
-Tal vez debimos esperar a que llegara la ambulancia.
Lucas negó con la cabeza.
-No, estoy bien, fue una herida limpia. Solo quiero descansar poco.
Lucas se dejó caer en el banco como un peso muerto e inclinó la cabeza hacia atrás, con los ojos cerrados. Se dejó estar así durante un buen rato y luego volvió a abrir los ojos.
Sara se sentó a su lado, de cara él y se quedó mirándolo con expresión atormentada. Lucas la cogió de la mano y se la besó, luego se aflojó el torniquete. La herida le sangró un poco, pero no tanto como antes, y volvió a apretarse el torniquete.
-Estoy bien-dijo para tranquilizarla-Casi no sangra.
Lucas le acarició la cara y Sara le cogió de la muñeca y le apretó la mano contra su mejilla, y dejó escapar un sollozo.
-Lucas, lo siento mucho, nunca pretendí...
Lucas retiró la mano de la mejilla de Sara.
-Sara, ¿crees que este es el mejor momento para hablar de esto? Todo está bien, déjalo estar.
-No, no puedo dejarlo estar. Necesito sacarme esto de dentro-dijo ella, golpeándose el pecho con la mano-y saber si lo nuestro tiene arreglo, si podremos seguir adelante. Quiero saber lo que estás pensando, no quiero que te lo guarde dentro y que me digas que todo está bien, y que en el momento menos pensado me lo eches en cara, porque no lo soportaría.
-Quieres saber lo que pienso-dijo Lucas en voz baja, con la mirada clavada en el suelo. Entonces se volvió hacia ella y la miró a los ojos-Lo que pienso es que me has roto el corazón. Creía que ya habíamos pasado por lo peor tú y yo y jamás pensé que esto pudiera pasarnos a nosotros. Ahora tengo un agujero en el pecho y no sé si alguna vez volverá a cerrarse del todo.
Las lágrimas empezaron a deslizarse por las mejillas de Sara.
-Lo siento mucho, Lucas, nunca quise hacerte daño. Estoy muy arrepentida, de verdad, si pudiera dar marcha atrás...
-Pero no puedes, Sara, lo hecho, hecho está. Solo quiero saber por qué.
Sara bajó la mirada y trató de secarse las lágrimas, pero estas seguían fluyendo.
-Me encontraba muy sola, sentía que me habías abandonado, que me habías dejado de lado, además ya no me enviabas mensajes y yo...
-Si me hubieras dicho cómo te sentías habría vuelto mucho antes, lo habría dejado todo por ti.
Sara sollozó.
-Lo sé-Sara meneó la cabeza-Aitor estaba ahí, era mi apoyo y yo... empecé a enamorarme de él otra vez.
-Y no dudaste en meterte en su cama-le reprochó Lucas. Sara bajó la mirada sin dejar de llorar.
-Dime una cosa, ¿en algún momento te sentiste culpable por lo que estabas haciendo? ¿No te paraste a pensar que le estabas poniendo los cuernos a tu marido?
-Claro que sí, pero no podía evitarlo, os quería a los dos. No sabía qué hacer, a quién elegir, pero cuando os vi a los dos juntos durante el tiroteo, entonces lo supe, supe que no podría estar con otro que no fueras tú.
Sara se arrimó a él y lo agarró del brazo, pero Lucas se zafó de ella y se puso de pie.
-Qué afortunado soy-dijo con sarcasmo, situándose en medio del camino y mirándola fijamente. Sara estaba echa un mar de lágrimas, no paraba de llorar, tenía la cara enrojecida y le temblaba el mentón, pero ella quería saber lo que tenía en la cabeza y por Dios que iba a decírselo-Lo supiste entonces, ¿no? Cuando nos viste juntos supiste que me querías a mí, ¿no?
Sara asintió con la cabeza.
-¿Y si no hubiéramos estado juntos? ¿O si yo no hubiera venido a la boda? ¿Lo habrías escogido a él?
-No lo sé-dijo Sara con la voz rota.
-Vaya, y yo que pensaba que era el gran amor de tu vida.
Sara sintió un ramalazo de pánico. ¿Por qué hablaba en pasado?
-Y lo eres. ¡Lo eres! Mi amor por ti no disminuyó en ningún momento, tienes que creerme.
-Pero llegaste a considerar la posibilidad de escoger a Aitor antes que al gran amor de tu vida-dijo, haciendo el gesto de las comillas con ambas manos-¿no es verdad? Eso me hace pensar que en realidad no estabas tan enamorada de mí como me has hecho creer, que solo se trataba de un capricho adolescente. Eso me parte el corazón y pienso que he sido un auténtico idiota por habérmelo creído.
-¡No!-exclamó Sara, poniéndose de pie y agarrándose al pecho de Lucas-Lucas, mírame. ¡Mírame! No dudes ni por un momento de que estaba y estoy perdidamente enamorada de ti. Me enamoré de ti a los 14 años y entonces ya supe que sería para siempre. No se trató de ningún encaprichamiento tonto sino de auténtico y puro amor, la nuestra es como una de esas grandes historias de amor que solo parecen existir en las novelas y películas, pero la nuestra es real. Estoy destrozada por dentro por lo que te he hecho, tuve dudas y fui débil y me comporté como una cría estúpida. Pero volví a verte y recordé lo mucho que te amaba y supe que no podría vivir sin ti. Mira cómo estoy, nunca he llorado tanto en toda mi vida, pero sé que merezco derramar cada una de estas lágrimas, porque lo siento aquí-Sara cogió una mano de Lucas y se la puso sobre el corazón.
A Lucas le emocionó el discurso de Sara y parpadeó varias veces para contener las lágrimas. Cuánto la amaba, ¿pero sería eso suficiente?
Lucas apoyó la frente contra la de Sara y suspiró hondamente.
-No sé si… -empezó a decir Lucas, pero se interrumpió-¿Cómo sé que no volverá a pasar, cómo confiar de nuevo en ti?
-Mírame a los ojos y entonces lo sabrás.
Lucas así lo hizo. Observó los ojos hinchados y enrojecidos de Sara de tanto llorar, las lágrimas que aún resbalaban por su rostro y la barbilla que aún le temblaba. Clavó sus ojos en los de ella y miró más allá y vio lo sinceramente arrepentida que estaba de lo que le había hecho, lo destrozada que se encontraba, y ahora le tocaba a él decidir. ¿Seguía queriendo pasar el resto de su vida con ella o había cosas que eran imposibles de superar?
La vida no era fácil, pensó, y a veces esta te ponía a prueba de la peor manera posible. Pero cuando alguien se arrepentía de verdad desde lo más profundo de su corazón, saber perdonar era algo catártico y unía a esas dos personas mucho más de lo que habían estado antes. Así que Lucas enseguida supo la respuesta.
-Solo voy a hacerte una última pregunta y luego se acabó-Lucas notó que el corazón de Sara se aceleraba de golpe y abría los ojos conmocionada.
-¿Qué? Lucas, no, por favor…
-Sshh-dijo él, poniendo un dedo sobre los labios de ella. La pobrecilla lo había entendido al revés-Solo quiero saber una cosa. ¿Aún quieres pasar el resto de tu vida conmigo?
Los ojos de Sara se llenaron de lágrimas.
-Sí, quiero pasar el resto de mi vida contigo, darte un montón de hijos y que nos hagamos viejitos juntos.
-Entonces no hay más que hablar-Lucas le acarició el rostro, se inclinó hacia ella y la besó en los labios y Sara se dejó llevar. Lucas pudo saborear las lágrimas en su labios-Hemos pasado por mucho tú y yo, superado demasiados obstáculos como para tirarlo todo ahora por la borda.
-Te prometo que a partir de ahora te haré saber cada día lo mucho que te quiero, para que vuelvas a quererme como antes-dijo Sara abrazándolo con fuerza, como si no quisiera separarse de él nunca más y apoyando la cara en su pecho.
-Eso es imposible, porque mal que me pese soy incapaz de dejar de quererte-Lucas le dio un beso en la nuca y la sintió estremecerse entre sus brazos-¿Sabes cuándo empecé a enamorarme de ti? Cuando me grabaste aquel video, ¿te acuerdas?
Sara separó la cara de su pecho y le sonrió.
-¿Cómo podría olvidarlo? Qué vergüenza. Al día siguiente te encontré en mi habitación y quise dártelo y tú me echaste la bronca y luego me diste un beso en la frente. Me dio un bajón... Entonces me arrepentí de haberlo grabado y cuando supe que te habías llevado la cámara quise morirme.
-Nadie me había dicho nunca nada tan bonito y me llegó adentro. Entonces empecé a verte con otros ojos, aunque no quise reconocerlo y traté de mantener las distancias. Luego, cuando me dijiste que me odiabas no pude soportarlo y cuando me anunciaste que te ibas a Dublín dos años mi mundo entero se vino abajo. En ese momento supe que nunca podría ser feliz si no era contigo.
-Y luego me besaste.
-Bueno, técnicamente fuiste tú quien me besó
-Pero tú me lo devolviste.
-No pude remediarlo. Por un lado me sentía mal por hacerlo. ¡Estaba besando a una menor de 15 años! Podía ir a la cárcel por eso. Pero por otro lado no pude resistirme por más tiempo. Me estabas volviendo loco.
Los dos volvieron a besarse.
-Venga-dijo Sara-Llévame a nuestra nueva casa. Quiero ver ese pedazo de chalet que me has comprado.
Lucas le rodeó los hombros con su brazo y reemprendieron la marcha hacia ese futuro que les aguardaba juntos.

FIN

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