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lunes, 22 de noviembre de 2010

Flashforward, de Robert J. Sawyer


Me parece increíble que la serie y el libro en el que se basa no se parezcan en nada. Y es que sólo tienen en común dos cosas: el desvanecimiento y uno de los personajes.
No sé cómo Robert J. Sawyer pudo consentir que se pasaran por el forro su historia de esa forma. Si hubiera sido yo me habría cabreado bastante, la verdad. Y aunque en la serie hay más misterio, al menos en el libro dan una explicación bastante aceptable al desvanecimiento.
El libro me encanta porque entre el flashforward y el momento en que descubren la explicación de que se produjera, se plantean varias teorías de mecánica cuántica y del espacio­-tiempo que, para un entusiasta de los viajes temporales como yo, ver cómo discuten y razonan sobre si es posible o no tal teoría o paradoja temporal, es un auténtico gozo.
Eso sí, el final ya no me gustó tanto. Digamos que es demasiado sci-fi para mí.

Argumento

Bueno, el argumento es muy similar al de la serie (en realidad tendría que ser al revés, pero en fin…)
Lloyd Simcoe es un científico del CERN que está a cargo del LHC o colisionador de hadrones. Él y su equipo planean recrear el Big Bang y obtener el bosón de Higos, la partícula cuya interacción dota de masa a las demás. Pero cuando inicia el experimento Lloyd tiene una visión de sí mismo de mayor, casado con una mujer que no es su actual prometida. Cuando despierta descubre que no ha sido el único, sino que ha ocurrido a nivel planetario. Mientras el mundo se pregunta si lo que han visto es el futuro y si puede cambiarse o no, el equipo de Lloyd inicia una investigación para averiguar cómo pudo haber ocurrido, y paralelamente crean una página web para que la gente vaya contando sus visiones.

Diferencias

Entre la serie y el libro hay bastantes diferencias, como por ejemplo:
–En la serie el flashforward es de seis meses. En el libro de 21 años.
–En la serie el desvanecimiento dura 2:17 segundos. En el libro 1:43 segundos.
–En el libro Lloyd Simcoe se ve casado con otra mujer que no es su prometida. En la serie es la mujer del protagonista la que se ve con otro hombre.
–En ambos el compañero del protagonista no tiene flashforward aunque en el libro es griego y en la serie coreano.

Teorías

Interpretación de Muchos Mundos

Interpretación de Muchos Mundos o IMM dice que, cada vez que un evento puede tomar dos destinos, en vez de tener que tomar uno u otro, toma ambos, cada uno en un universo separado.

Ley de Niven

Larry Niven es un escritor de ciencia-ficción que postuló que en un universo en el que los viajes temporales fueran posibles, no se inventaría jamás ninguna máquina del tiempo, ya que esto provocaría una paradoja temporal.
En uno de sus relatos, un científico está construyendo una máquina del tiempo y justo cuando termina el sol estalla en una supernova. El universo mismo impide que viaje en el tiempo para que no se produzca ninguna paradoja.

Gato de Schrödinger

Pon un gato en una caja sellada con un frasco de veneno que tiene un 50% de probabilidades de activarse en el periodo de una hora. Al final de la hora abre la caja y comprueba si el gato está vivo. Según la versión estándar de la mecánica cuántica, hasta que alguien mire dentro el gato no está ni vivo ni muerto, sino en una superposición de ambos estados posibles; el acto de mirar obliga al gato a decidir por uno de los dos resultados posibles. Excepto que, como la observación podría resolverse de dos maneras, lo que los defensores del IMM sostenían era que en realidad el universo se dividía en el momento de la observación. Uno de ellos continuaría con el gato muerto y el otro con él vivo.
En la Interpretación Transaccional o IT, el gato envía una “oferta” en forma de onda física, que viaja hacia delante en el futuro y atrás en el pasado. Cuando la onda de oferta alcanza el ojo, éste envía una onda de “confirmación”, que viaja hacia el pasado y hacia el futuro. Las ondas de oferta y confirmación se cancelan en todo el universo, salvo en la línea directa entre el gato y el ojo, donde se refuerzan, produciendo una transacción. Como el gato y el ojo se han comunicado a través del tiempo, no hay ambigüedad y no hay necesidad de frentes colapsados: el gato existe dentro de la caja en el estado exacto en que al fin será observado. Además no hay división del universo en dos; como la transacción cubre todo el periodo relevante, no hay necesidad de ramificarse: el ojo ve al gato como siempre estuvo, ya sea vivo o muerto.

Principio de exclusión de Pauli

El Principio de exclusión de Pauli se aplicaba originalmente sólo a los electrones: dos electrones no pueden ocupar simultáneamente el mismo estado energético. (Puede que esto os suene de Fringe: dos objetos no pueden ocupar el mismo espacio al mismo tiempo). En este caso también se puede aplicar al “ahora”: sólo puede haber un “ahora”. Al enviar el “ahora” del 2009 al 2030, el “ahora” del 2030 es desplazado a su vez hacia el futuro, creando así una reacción en cadena.
Entonces, si alguien, por ejemplo, destruyera el LHC en 2030, el “ahora” del 2030 no se desplazaría al futuro y por tanto no dejaría el hueco para el “ahora” del 2009, y de esta forma no tendría lugar el primer flashforward u no moriría toda esa gente. Da que pensar, ¿eh?

4 comentarios:

  1. quiero el libro ! decime el autor , por cierto me encanto el blog amigo eloy, fans de tus cuentos kateteros, ahora fan de blog,luego te sigo.

    LOBO

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  2. El nombre del autor está en el título. Es Robert J. Sawyer.

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  3. Me encanta saber que el libro es mejor que la serie. Siempre que lo he visto por ahí tuve dudas en si comprarlo o no porque la serie fui incapaz de continuar viéndolo. Me encanta la ciencia ficción en la literatura, así que después de leer esta entrada, seguro qeu lo acabaré leyendo. ;D
    (Eso sí, la serie era mala, mala)

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  4. Quería decir "continuar viéndola", jeje.

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