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miércoles, 23 de febrero de 2011

Sobrenatural, 5ª temporada (¡ojo, spoilers!)

Parecía imposible superar la cuarta temporada, pero esta quinta le da cien vueltas. ¡Los Winchester se enfrentan nada menos que a Lucifer! Alucinante. Lucifer ha sido liberado (todos sabemos por qué ha pasado eso) y para detenerlo Sam y Dean tendrán que parar el Apocalipsis, enfrentarse a los mismos Jinetes del Apocalipsis y eludir el radar de Zacarías, que quiere obligar a Dean a que acepte ser poseído por el Arcángel Miguel (del cual es recipiente), la gran arma del Cielo para derrotar a Lucifer. Además está lo de si Dean puede volver a confiar en Sam después de lo que pasó en la cuarta temporada, la tragedia de Bobby y la nueva situación de Castiel.

En esta temporada he estado más desesperado (histérico es la palabra) que nunca. Con cada capítulo, lo que yo quería era
saber más de los Arcángeles, Lucifer y Dios. Me encantaba cuando la trama giraba en torno a estos tres temas y me iba enterando de toda la mitología celestial. Lo que me cabreaba era cuando metían capítulos de relleno. Debo confesar que algunos de estos eran bastante divertidos (el del poker, por ejemplo, es para morirse, me refiero sobretodo a las discusiones entre Bobby y Dean, jaja), pero el del intercambio de cuerpos fue de lo peor, una auténtica mierda, además no aportaba nada. Cuando volvieron al tema del Apocalipsis y Lucifer... ah, qué alivio.

El final

Dios mío, qué final. Si esta hubiera sido la última temporada habría sido un final perfecto. Por un lado triste, pero perfecto. Ese sacrificio de Sam, con lo que, para mí, se redime completamente, y ese momento, cuando está a punto de matar a Dean y ve el soldadito dentro del coche y entonces hace un repaso a todas las aventuras que vivió con su hermano. Ese es sin duda el momento de la temporada. Lo que me costó no echar unas lagrimillas. Lo habrían bordado si en ese repaso le hubieran puesto alguna canción, como, por ejemplo, la de Kansas. Habría sido un puntazo.

PERSONAJES

Dean Winchester (Jensen Ackles)

Dean es sin duda mi favorito. Si ya en la temporada anterior tenía su carga dramática, en esta el peso que debe soportar es tremendo. Resulta que Dean es el recipiente del Arcángel Miguel (el más poderoso de todos, cuyo poder rivaliza con el de Dios), la gran arma del Cielo para vencer a Lucifer. Pero claro, según las reglas de los Ángeles, Dean debe aceptar ser poseído por Miguel, y eso es algo que no está dispuesto a hacer después de conocer los verdaderos planes de Zacarías. Así que durante toda la temporada Dean y Sam deben esconderse del radar angelical, y llega un momento en que la carga es tan grande que Dean se rinde y  decide aceptar a Miguel. No me extraña, la verdad. Cualquiera en su lugar se habría rendido mucho antes. Tener el peso del mundo en tus manos (como en la cancioncilla) no es una tarea fácil y muy poco podrían soportarla. En definitiva, no envidio la vida de este muchacho.




Sam Winchester (Jared Padalecki) 

A mi parecer, en esta temporada sam se redime de lo que hizo en la cuarta. Lo que hizo no se perdona fácilmente, pero al menos se muestra arrepentido y trata de compensarlo. Aún así, ha perdido el puesto nº1 en mi lista de favoritos. Lo siento, Sam.
Aparte también tiene su propia carga. Además de ser el responsable de haber provocado el Fin del Mundo, resulta que es el recipiente de Lucifer y que por mucho que se resista acabará diciendo "sí". Vamos, para volverse loco.

Bobby Singer (Jim Beaver)

Es imposible no sentir lástima por Bobby en esta temporada. Ver a un supercazador como Bobby en silla de ruedas es como si Superman colgara el traje, y te hace sentir tan impotente y desesperado como él. Esto sólo hace que odie más aún a Zacarías.




Chuck Shirley (Rob Benedict)

¡¡WTF!!¿Pero qué demonios significa este giro de Chuck en el último capítulo?¿Es que Chuck es el recipiente de Dios?La gran pregunta es:¿lo ha sido siempre o sólo al final?Yo me inclino por lo último. Desde el principio Chuck se ha comportado como un humano bastante chiflado y sufría esas visiones tan dolorosas. Además estaba protegido por un Arcángel, y ha estado en presencia de ángeles. Por fuerza alguno tuvo que darse cuenta. Por otro lado, es Dios.
Si lo que pretendían era que nos tirásemos de los pelos, lo han conseguido.

Castiel (Misha Collins)

El Castiel de esta temporada es mucho más divertido. Lo ponen en cada situación que es para troncharse (haciéndose pasar por un agente del FBI y cogiendo la placa al revés, Dean llevándolo a un prostíbulo o sus vicisitudes con el teléfono móvil). Claro que también tiene su parte dramática. Al ponerse de parte de Dean es expulsado del Cielo y sus poderes merman considerablemente, y luego cuando descubre que su Padre pasa de todo, se viene abajo. Ver a un ÁNGEL DEL SEÑOR (así es como lo dice Cas, con letras gordas) perder la fe no tiene precio. 

Zacarías (Kurt Fuller)

Es aún más cabrón que en la cuarta temporada. Aquí no duda en provocarle un cáncer de estómago a Dean para obligarle a decir "sí" a Miguel. Aún sigo preguntándome cómo un ángel puede ser así de mezquino (si hasta él mismo se define de esa forma).

Lucifer (Mark Pellegrino)

Debo decir que Lucifer no me cae tan mal. Incluso me da pena. Su único crimen fue amar demasiado a su Padre. ¿Acaso es eso tan malo? Yo también me habría negado a arrodillarme ante un ser inferior a mí.
Hasta ahí la pena. Luego hace cosas dignas de su nombre, cargándose a humanos y demonios por igual, a los cuales desprecia.
Como enemigo principal se lleva la palma, pero me hubiera gustado que saliera más. Siempre queda la posibilidad de que regrese...

Crowley (Mark Sheppard)

Este personaje no me entusiasma demasiado. Vale, sí, tiene su gracia y como demonio que se precie, es un poco cabrón, pero no está a la altura de los otros demonios de la serie, ni siquiera de Alistair, que era el de menor rango. En mi opinión le falta algo de mala leche. Y ni de lejos vale para ser el demonio principal, como hace en la 6ª temporada, pero ya tocaré ese tema cuando llegue el momento.


Arcángel Miguel (Matt Cohen y Jake Abel)

Miguel tarda bastante en aparecer, pero la espera merece la pena. Miguel es el Arcángel más poderoso y el único que puede matar a Lucifer. Tal y como hablaban de él, me imaginaba a alguien en la línea de Uriel, un terminator con alas que desprecia a los humanos y que sólo vive para cumplir la voluntad de su Padre, pero lo cierto es que se muestra bastante razonable en su primera conversación con Dean. Incluso se entiende su postura.
Me gusta mucho la conversación que mantiene con Lucifer en el último capítulo, donde cada uno intenta convencer al otro de su postura, y a pesar de estar en lados contrarios siguen siendo familia y se quieren. Aún así, cada uno debe hacer lo que debe hacer.

Arcángel Gabriel

Este personaje fue toda una sorpresa, ya que había aparecido con anterioridad en la serie, pero aquí se descubre su verdadera naturaleza. Como un niño que no soporta ver discutir a sus padres, Gabriel sólo quiere que la guerra entre Miguel y Lucifer termine, sin importar quién sea el vencedor. Particularmente me gusta mucho la conversación que tiene con Lucifer en el capítulo de los dioses paganos, y la tristeza en los ojos de Lucifer al tener que hacer lo que hace.

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