Los Ángeles, 1981.
A sus 17 años, Bret está a punto de empezar su último curso de secundaria en Buckley junto a su exclusivo y sofisticado grupo de amigos: Thom, Susan y Debbie, su novia; experimentan con el sexo, el alcohol y las drogas mientras aprovechan los últimos días de verano. Pero este sueño paradisíaco se desmorona con la llegada de un nuevo alumno. Robert Mallory es brillante, guapo y carismático, pero algo en él no encaja, y nadie más que Bret parece darse cuenta de que ese algo podría estar relacionado con la aparición del Arrastrero, un asesino en serie que amenaza a los adolescentes de la ciudad y a sus mascotas.
He leído varios libros de Bret Easton Ellis y este me ha parecido más de lo mismo. Chavales de clase alta drogándose todo el tiempo y poniéndose ciegos, sexo y luego un asesino en serie que anda por ahí. Lo más interesante es que Bret se pone a sí mismo de protagonista, como si lo que cuenta fuera verdad, obviamente no lo es. Pero 700 páginas de esto es demasiado. Está todo el tiempo dando vueltas a lo mismo y no concreta nada. Le sobran fácil la mitad de las páginas.
En las últimas ciento y pico páginas el autor está desatado y lo vuelca todo, es una auténtica escabechina y corre la sangre que no veas. Muy loco todo. En general le doy 3⭐, es entretenido pero me esperaba algo mejor.
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