Anastasia Allen está decidida a entrar en el equipo olímpico de patinaje sobre hielo de Estados Unidos y cuando consigue una beca para la Universidad de California todo parece ir acuerdo con su plan.
El objetivo de Narthan Hawkins como capitán del equipo de hockey es mantener a sus chicos sobre el hielo cueste lo que cueste, pero todo se complica cuando tienen que compartir pista con una patinadora guapísima y con muy mal genio.
La situación obliga a estos dos rivales a pasar tiempo juntos, pero Anastasia está tranquila. Sabe perfectamente que un jugador de hockey jamás podría distraerla, y mucho menos Nate, ¿verdad?
De vez en cuando me gusta leer algún que otro romance juvenil, pero este libro no ha sido de mis favoritos. Tiene demasiado spicy. Que me describan durante 10-20 páginas un polvo al detalle se me hace muy cansino y me saca de la historia. Un poco de sexo vale, pero que los protagonistas estén medio libro chuscando me aburre, es como si la autora rellenara páginas y más páginas porque la historia no da para más. Aparte me parece muy ordinario el lenguaje que utiliza.
Yo soy partidario del slow burn, que la relación se construya poco a poco, y que los protagonistas tarden na y menos en tener relaciones sexuales por primera vez le resta romanticismo. Más cuando se supone que de entrada no se llevan bien.
Dudaba entre ponerle 2 o 3 ⭐, pero la final le puse 3 porque en la segunda parte no hay tanto sexo y se centra más en el drama personal y la relación entre ambos protagonistas, aunque de vez en cuando te mete alguna escena de sexo para que no te olvides. Dudo que siga leyendo los otros libros de esta serie. No son para mí.

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