
Qué cabrones. Dos años esperando, bueno, más bien dos y medio,
porque los dos actores protagonistas estaban haciendo películas sin
parar y tuvieron que retrasar el rodaje, esperando pacientemente por
esta 3ª temporada para que nos dijeran cómo narices hizo Sherlock
para fingir su muerte, cuando se veía claramente que se lanzaba al
vacío e impactaba duramente contra el suelo (aunque había algunos
detalles bastante sospechosos, como el ciclista que arrollaba a
Watson impidiéndole llegar hasta Sherlock o la ambulancia que
enseguida se lo llevaba), pero llegado el momento, ¡no nos lo dicen!
Y todo por culpa de John. Cuando Sherlock le estaba enumerando las 13
posibilidades de salir con vida de aquella azotea, él va y lo
interrumpe, diciéndole que no le importa cómo lo hizo, que lo que
quiere saber es por qué no le dijo que estaba vivo. ¿Pero en qué
cabeza cabe? Todos estábamos atacadísimos por conocerl la
explicación, ¡y a él le da igual y se hace el ofendido! Menuda
tomadura de pelo. Claro que esta es su excusa perfecta para no tener
que explicarnos exactamente cómo lo hizo, porque seguramente
creyeron que la explicación no satisfaría a todo el mundo. Algo que
en mi opinión es una tontería. ¡Yo quería saber la verdad y me
daba igual todo lo demás!
Aunque en realidad en el primer capítulo se nos proponen tres
teorías para que escojamos la que nos parece la más probable. La
primera teoría, con la que empieza el capítulo, es espectacular.
Sherlock se tira con un gancho, rebota en el aire y atraviesa una
ventana. Allí está Molly, a la que le da un beso de película y
luego se marcha más chulo que un ocho. Al mismo tiempo le ponen una
máscara con su cara al cadáver de Moriarty y es este al que arrojan
al suelo, y un hipnotizador hace dormir a John el tiempo suficiente
para tenerlo todo preparado cuando vuelve en sí. Esta escena inicial
mola un montón y te deja con la boca abierta, pero se contradice en
algunos detalles con lo que pasó en el 2x03 en la azotea. Allí no
se vio ningún gancho y lo de la máscara de Sherlock no tiene
sentido porque tendría que haber dado por sentado que Moriarty se
suicidaría y por la cara que puso está claro que no se lo esperaba.
Así que no cuela.

La segunda teoría es puro cachondeo y muy divertida. Lo que cae
es un muñeco manejado por Sherlock mediante hilos unos metros por
detrás, y él y Moriarty se parten el culo y al final acaban
besándose. Y luego está la tercera teoría, que personalmente creo
que tiene más probabilidades de ser la correcta. Todas las personas
cercanas al edificio estaban compinchadas y cuando él les dio la
señal todos se pusieron en marcha. Sherlock se tiró sobre una
colchoneta que retiraron enseguida. Luego arrojaron el cadáver de un
hombre casi idéntico a Sherlock (el hombre que Moriarty utilizó
para secuestrar a los dos niños, lo cual explicaría por qué la
niña se puso a gritar al ver a Sherlock) y Sherlock ocupa su lugar
en el suelo. Y por último utiliza una pelota de squash para
detenerse el pulso momentáneamente. Es verdad que lo de la
colchoneta y la pelota de squash chirría un poco pero sigue siendo
la mejor de las tres.
Bien, ahora hablemos de la temporada. El primer capítulo, “El
coche fúnebre vacío”, adapta, como no podía ser de otra forma,
“El caso de la casa deshabitada”, el relato del regreso de
Sherlock Holmes. Tras su “muerte” se descubrió que era inocente
y que todo fue obra de Moriarty, y aquellos que se apresuraron a
señalarle y que enseguida aceptaron su culpabilidad, ahora se
arrepienten. Así, algunas de estas personas están convencidas de
que en realidad está vivo y crean el grupo “El coche fúnebre
vacío”, en el que exponen las teorías más enrevesadas sobre cómo
pudo haberlo hecho.

En estos dos años Sherlock ha estado ocupado desmantelando la red
de Moriarty por todo el mundo y cuando lo encontramos está siendo
“interrogado” por unos soldados en algún lugar de Serbia, algo
que parece ocurrir porque Sherlock lo permite (es la forma que tiene
de divertirse). Entonces aparece su hermano, que le dice que va a
producirse un inminente atentado en Londres y le conmina a dejarse de
juegos y a regresar a Londres, y de esta forma Sherlock vuevle a la
vida pública, por todo lo alto. Sherlock quiere volver a juntarse
con John, como antes (lo que pasa es que echa de menos a su amigo),
pero no sabe cómo se tomará el que le hiciera creer que estaba
muerto.
Watson tiene una pequeña consulta, va a casarse con una mujer
llamada Mary y se ha dejado bigote. John le pide matrimonio en un
restaurante y Sherlock se presenta allí disfrazado de camarero, y
como era de esperar John se cabrea un montón y acaba partiéndole la
cara, varias veces además (unas escenas divertidísimas), y no
quiere saber nada de él. Pero cuando John es secuestrado y corre
peligro de muerte Sherlock aparece justo a tiempo de salvarle la
vida, y después de esto ya vuelven a hablarse. Joh lo ayuda con el
caso de terrorismo aunque sigue habiendo cierta tensión entre ellos,
pero Sherlock consigue que lo perdone haciéndole creer que están a
punto de morir. John se cabrea con él, pero acepta que Sherlock es
así y al final acaban volviendo a trabajar juntos.

El segundo capítulo, “El síntoma de ser tres”, se basa
supuestamente en “El signo de los cuatro”, aunque a mí no me lo
ha parecido. Lo único que me lo recuerda vagamente es el caso del
guardia real ensangrentado, un guardia apuñalado mortalmente en un
lugar cerrado por dentro y al abrirlo no encuentran rastro del
asesino. El capítulo transcurre durante el banquete de la boda de
John y Mary. Sherlock es el padrino y el discruso que da es muy
racional y lógico, pero sorprendentemente consigue emocionar a todos
los invitados, y como anécdota graciosa les relata el caso del
guardia real, caso que no consiguió resolver, pero consigue hacerlo
durante el banquete. El capítulo es muy divertido y no tiene
desperdicio, sobretodo la despedida de soltero que le organiza
Sherlock y el ver a Sherlock borracho. Son unos momentos únicos.
En el último capítulo, “Su último juramento”, conocemos al
villano de la temporada, Charles Augustus Magnussen, sacado de “La
aventura de Charles Augustus Riverton”, un chantajista que tiene en
su poder unas cartas comprometedoras con las que chantajea a lady
Elisabeth Smallwood, y esta contrata a Sherlock Holmes para que las
recupere. Parecía imposible que hubiera un villano que pudiera
hacerle sombra a Moriarty, pero Magnussen consigue que te olvides de
él. Es un tipo de lo más grimoso (en cierto momento le lame la cara
a lady Elisabeth y luego, cuando se presenta en Baker Street se mea
en la chimenea de Sherlock) y resulta ser un más que digno rival de
Sherlock Holmes. Al igual que S. H. lo sabe todo sobre ti solo con
echarte un vistazo, Magnussen hace lo mismo pero con tus puntos
débiles, y como Sherlock, también tiene su propio palacio mental.
Este último capítulo es impresionante y el final de temporada te
deja con el corazón en un puño, al igual que el anterior. Lo malo
de esto es que te echas dos años esperando por la temporada, te la
ves enseguida y luego tienes que esperar otros dos años, y eso no
mola nada. Ahora espero que no pase como con esta, que haya que
esperar dos años para que nos expliquen cómo es posible este final
de temporada y que luego se rían de nosotros y no nos lo digan.