Geraldine McCaughrean es una escritora inglesa de libros infantiles y juveniles muy conocida en su país, y ha ganado numerosos premios en ambas categorías. Aquí es conocida principalmente por ser la autora de la segunda parte oficial de Peter Pan, "Peter Pan de rojo escarlata". Si bien aún no me lo he leído, lo tienen en la biblioteca y puede que me lo lea más adelante, pero dejemos a Peter Pan y sus Niños Perdidos y hablemos del libro que nos ocupa.
Se trata de una novela juvenil ambientada en la Antártida y esta es la principal razón por la que lo he leído, ya que no abundan los libros cuya acción transcurra en el continente helado. La protagonista es Symone, una chica de 14 años bastante tímida y sorda que está obsesionada con la Antártida, y enamorada del capitán Lawrence "Titus" Oates, miembro de la malograda expedición del capitán Robert Scott que partió hacia la Antártida en 1911 (Scott quería ser el primero en llegar allá abajo, pero cuando finalmente lo hizo descubrió que Amundsen se le había adelantado. Ningún miembro de su expedición sobrevivió, y el cuerpo de Oates jamás fue hallado). De hecho está tan enamorada que lo ha convertido en su amigo imaginario y mantiene con él conversaciones muy interesantes.
El sueño de Symone se hace realidad cuando su tío víctor la invita a pasar unas semanas en la Antártida, visitando los lugares por los que pasó la expedición de Scott, ir en trineo, ver animales, etc. Pero al poco de llegar al Campamento Aurora descubre el verdadero motivo del viaje. Al parecer en algún punto del continente helado existe un agujero que lleva a un mundo subterráneo y el tío Víctor lleva años obsesionado con encontrarlo. Entonces empiezan a pasar cosas: el grupo comienza a ponerse enfermo, las ventiscas no les deja realizar sus actividades, la radio se estropea, el avión en el que iban a irse explota... Y aprovechando que todos están dormidos, el tío víctor roba un vehículo oruga y se va con Symone, un director de cine que formaba parte del grupo interesado en el proyecto, y su hijo en busca del legendario agujero.
El libro no me ha gustado demasiado. La parte en que habla de la expedición de Scott sí, porque no tenía ni idea y siempre me gusta aprender algo nuevo, y también la odisea de la búsqueda del agujero, pero las conversaciones de Symone con el Titus Oates imaginario me saben a relleno y la identidad del responsable de todo lo que pasa en el Campamento Aurora no es ninguna sorpresa. De hecho ya se veía venir. Para un chaval de 10-12 años este libro será lo más, pero para un lector experimentado como yo ha sido una lectura bastante indiferente. Vamos, que te lo acabas y ya te olvidas de él.
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