Murakami es un escritor que me tiraba bastante para atrás, porque tenía pinta de ser demasiado serio para mi gusto, crítica y público rendidos a sus pies, siempre ganando premios y es considerado uno de los mejores autores actuales,, y todo esto junto me intimidaba bastante. Pero leí "Tokio blues" y enseguida se convirtió en uno de mis escritores favoritos.
"After dark" es el segundo libro suyo que me leo y me decidí por él porque es corto (250 páginas) y uno de los pocos libros "normales" que tiene, amén de que no sé si estoy preparado para atreverme con sus libros tochos surrealistas como "Crónica del pájaro que da cuerda al mundo", "Kafka en la orilla" o "1Q84". Aunque a decir verdad en este libro una de las historias es bastante surrealista, así que...
Aunque en el libro ocurren pocas cosas, me ha encantado y descubrí mientras lo leía que no podía parar de leer. ¡Cuánto echaba de menos la prosa de Murakami! Este es uno de esos libros donde no ocurre casi nada y en el que lo importante son los personajes, personajes solitarios que se encuentran fortuitamente durante una noche y se dedican a conversar para pasar el tiempo, sobre sus metas y aspiraciones, su pasado, sobre tal personas, los que les gusta y lo que no, etc. El libro transcurre en una sola noche, desde medianoche hasta el alba, y la principal protagonista es Mari, una chica que ha perdido el tren y que decide quedarse toda la noche leyendo en un bar-restaurante. Mari se ve interrumpida por Takahashi, un chico que va a estar ensayando con su grupo toda la noche y ha parado a comer algo. Se sienta en la mesa de Mari porque es la única que hay libre, y también porque conoce a Mari de una vez que salió con su hermana Eri, modelo profesional, en una cita en grupo. Takahashi se pone a hablar con ella mientras come, aunque Mari no le hace mucho caso, y cuando se va al ensayo le promete volver más tarde. Mari sigue leyendo y se ve nuevamente interrumpida. Esta vez se trata de Kaoru, la encargada de un "hotel por horas", que le pide ayuda con una prostituta china a la que un cliente le ha dado una soberana paliza. La chica solo habla chino y Kaoru ni tiene ni idea, pero le han dicho que Mari lo domina, así que Mari se presta a ayudarla. Mientras ocurre todo esto, Eri, la hermana de Mari, duerme en su habitación, sumida en un sueño "demasiado puro, demasiado perfecto". Entonces la televisión de su habitación se enciende y muestra la figura de un hombre que la observa. Pero la televisión no está enchufada...
La trama de Eri es la más surrealista de todas y personalmente me ha dejado algo confuso, porque al finalizar no te explica por qué ha pasado lo que ha pasado, sino que ha pasado porque sí y no hay más vueltas que darle. Quitando esto, el libro es fabuloso, la prueba de que no hace falta una historia de acción trepidante para mantener atrapado al lector.
Curiosamente este es uno de los libros de Murakami que menos me ha gustado (le he leído siete u ocho). En cualquier caso el libro me gustó bastante, el problema es que otros de sus títulos me gustan demasiado ;D
ResponderEliminarUn saludo.