Buscar este blog

martes, 24 de septiembre de 2013

Glee. 3ª temporada (¡Ojo Spoilers!)

Bueno, suelo ver esta serie no más de una temporada al año y siempre con bastante retraso (cuando la veo, la siguiente temporada está ya muy avanzada), pues me da mucha pereza tener que tragarme la parte culebrón, pero esta vez quise ver la 3ª temporada ya como homenaje a Corey Monteith, uno de los actores principales de la serie, que apareció muerto no hace mucho tiempo, debido a un coctel de drogas y alcohol. Es una pena porque era joven, 31 años, y tenía una larga carrera por delante. Espero que lo que voy a decir no suene insensible, pero lo primero que pensé al saberlo fue que se había cargado la serie. Lo siento, pero así es como somos los incondicionales de series y libros.
Es como lo de George R. R. Martin. Dudo mucho que los fans como yo de CDHYF que leyeron la noticia falsa de su muerte pensaran “Oh, pobrecito, descanse en paz”, sino “¡No puede morir, aún faltan dos libros!” Es lo que hay, pero vayamos al lío.

Esta temporada va a ser importante para algunos de los protagonistas, pues este es su último año en el instituto y tendrán que tomar decisiones trascendentales sobre su futuro.
Rachel y Kurt planean entrar en la Earny, una prestigiosa escuela de arte escénico de Nueva York en la que entrar no es nada fácil, así que para ganar puntos Kurt se presenta a presidente estudiantil, compitiendo con Brittany. De entrada Rachel también se presenta, pero luego se retira al darse cuenta de que no está bien enfrentarse a un amigo y ayuda a Kurt a ganar, pero lo hace manipulando la votación y al final se acaba descubriendo, Kurt es desclasificado y hacen constar el fraude en el expediente de Rachel.

En la audición para la Earny, Kurt interpreta una canción bastante difícil, pero consigue impresionar a la jueza, interpretada por Whoppi Goldberg, que está superseria. Rachel escoge cantar “D'ont Rain on my Parade”, que ya ha interpretado un centenar de veces, pero por primera vez se queda en blanco durante la canción, no una sino dos veces, y la jueza la deja fuera. Rachel se queda destrozada, claro, pues era su sueño, pero no se rinde y tras mucho insistir consigue convencerla para que vaya a ver la actuación del Glee Club en los Nacionales en Chicago, y así al final consigue entrar en la Earny, mientras que Kurt, sorprendentemente, es rechazado.

Finn ve frustrado su sueño de que le den una beca para jugar al fútbol en la universidad, y durante un tiempo no sabe qué es lo que va a hacer, hasta que decide alistarse en el Ejército para honrar la memoria de su padre, y para evitar que cometa un terrible error, su madre le cuenta la verdad sobre la muerte de su padre,, que no fue en acto de servicio, sino que acabó muriendo en la calle, drogadicto.
Finn se enfada con su madre por no habérselo dicho antes y nuevamente se queda sin saber qué hará, hasta que decide ingresar en una escuela de interpretación. Pero no pasa la audición y al final se alista en el Ejército, para hacerle justicia a su padre.

Menuda hostia
Shelbie, la madre biológica de Rachel y que fuera directora de Vocal Adrenaline en la 1ª temporada, entra en el Mckinley de profesora sustituta y forma un segundo coro que compite, amistosamente, con el Glee Club. Uno de los nuevos personajes de la temporada, Sugar, una pija hija de papá que canta como el culo, quiere entrar en el coro pero el sr. Schuester la rechaza, pues quieren llegar a los Nacionales en Chicago, así que ella es la primera en entrar en el coro de Shelbie. Mercedes también, ya que está harta de hacerle los coros a Rachel y como es su último año quiere hacer algo importante (en mi opinión se comporta como una niña estúpida) y también la siguen Santana, Brittany y Tina. Para rellenar los huecos dejados por las chicas el sr. Schuester recluta nuevos miembros, como son Rory, un estudiante irlandés de intercambio y Joe, un hippie cristiano con rastas (estos dos salieron de Glee Project, una especie de OT para adolescentes). Y también regresa Sam, que por el trabajo del padre tuvo que irse a otro estado.
Pero despuñes del Estatal las chicas regresan al Glee Club, con la promesa de cantar un solo cada una de vez en cuando.

Granizado con sal gorda en todo el ojo. ¡Zas!
Esta temporada Quinn pasa por una etapa bastante rebelde. Ha dejado el Glee Club y a las animadoras, se ha teñido el pelo de distintos colores y se ha unido a una pandilla de tías chungas que le quitan el dinero a las chicas de primer año. Al descubrir que Shelbie está en el Mckinley decide que quiere recuperar a su hija (Shlebie la adoptó al final de la 1ª temporada) y para ello vuelve al Glee Club y vuelve a vestir y comportarse como era antes, aunque en realidad está fingiendo. Quinn se une al coro de Shelbie para así estar más cerca suya y planea hacerla quedar mal como madre ante Asuntos Sociales y así recuperar la custodia de Beth.
Puck también quiere formar parte de la vida de Beth y empieza a pasarse muy a menudo por el piso de Shelbie. No le parece bien lo que está haciendo Quinn, así que acaba contándoselo a Shlebie y tras una confrontación entre ambas, Quinn reconoce que Shlebie está siendo una buena madre para Beth, así que desiste de su plan. Y Puck, de tanto ir a casa de Shelbie, se enamora de ella, pero ella le hace ver que su relación no tiene futuro y que sus sentimientos son fruto de un calentón.

¡Blaine sin gomina!
Finn le pide matrimonio a Rachel y a esta se la va tanto la olla que acepta (la verdad, no sé qué se fumaron los guinositas, pero eso de dos chicos de 18 años que quieran casarse no hay quien se lo crea; tengo casi 30 y ni de lejos se me pasó por la cabeza) Quinn cree que están locos y no piensa ir a la boda, lo cual entristece a Rachel porque quería que fuera su dama de honor. Finn y Rachel deciden casarse después del Estatal, el cual ganan frente a los Gorriones y aun coro religioso, y Quinn cambia de idea en el último momento, pero por el camino tiene un accidente de coche y la boda se pospone.
Quinn acaba en silla de ruedas y Artie la ayuda a moverse en ella y a aceptar su nueva situación, mientras que Jore, el hippie, la ayuda con la rehabilitación, y en los últimos capítulos vuelve a andar de nuevo.

Su se presenta al Congreso para mejorar los derechos de los deficientes mentales y la base de su campaña es acabat con las artes escénicas en los institutos, como la música y el baile. Si gana será el final del Glee Club, así que convencen al padre de Kurt para que se presente contra ella, y éste logra derrotarla. Después de esto Sue centra sus esfuerzos en acabar con Rose Washington, la entrenadora del equipo de natación sincronizada (y ganadora de una medalla de bronce en los últimos Juegos Olímpicos, algo que siempre aprovecha para echarle en cara a Sue), que quiere quitarle el puesto como entrenadora de las animadoras. El director pone a Rose como ayudante de Sue, pues apoya a ésta ya que Sue ya lleva unos años sin ganar ningún título, pero Sue consigue hacer un trato con él: si logra que el Glee Club gane el Nacional en Chicago (el premio son 10.000 $), le quitará a Rose de encima, así que Sue hace una tregua con Will y le ayuda a preparar a los chicos.

Los padres gays de Rachel. ¡Jeff Goldblum!
La homosexualidad de Santana sale a la luz, corriendo como la pólvora en el instituto y esto es algo que la afecta mucho pues aún no se sentía preparada para anunciarlo, y sobretodo porque su familia no tenía ni idea. Sus padres lo aceptan bien, pero no así su abuela, que la echa de su casa y no quere saber nada de ella, y esto le destroza el corazón, pues mantenía con ella una relación muy estrecha.

Blaine deja los Gorriones y se matricula en el Mckinley para estar más cerca de Kurt, y al principio choca algo con Finn, pues este estaba acostumbrado a ser el solista principal, aunque luego hacen las paces.
Los Gorriones tienen un nuevo líder, Sebastian, que hablando en plata, es una mala pécora. Sebastian flirtea con Blaine cada vez que se ven, sin importarle una leche que esté con Kurt, ni que este esté delante, y les hace a él y al Glee Club un montón de putadas, porque está dispuesto a todo con tal de ganar el concurso de coros. Pero cuando ocurre lo de Karowsky decide dejarse de bromas pesadas y entierran el hacha de guerra. Pues es alfo que les afecta a todos duramente. Karowsky es aquel matón que le hizo la vida imposible a Kurt en la 2ª temporada, y que resultó ser un gay en el armario que se enamoraba de Kurt.
En esta 3ª temporada está en otro instituto y las cosas le van bien, pero se descubre que es gay y aparecen pintadas en su taquilla y sus compañeros se burlan de él en las redes sociales, y la cosa llega a un punto que que intenta suicidarse. Esta es una de las razones por las que le di largas a esta temporada. Esta intolerancia y crueldad juvenil es algo que me cabrea que no veas y me dan ganas de coger a estos abusones y darles unas hostias bien dadas. Panda de retrasados...

Ricky Martin en Glee
Luego con la entrenadora Beiste tocan otro tema igual de serio, como es el maltrato conyugal. Conoce a un hombre, Cooter, ojeador deportivo, con el que empieza a salir y al poco se casa con él en un viaje rápido a las Vegas. Una noche llega a casa borracho y discutiendo por una tontería le deja el ojo a la funerala. Lo sorprendente es que con el tamaño que tiene, grande como un armario, se comporta como la típica víctima de maltrato, mintiendo a sus compañeros de trabajo y quitándole importancia. Incluso les dice que lo ha echado de casa cuando en realidad sigue con él. Aunque más adelante abre por fin los ojos y se enfrenta a él, hace que te preguntes, ¿por qué ha esperado tanto? A la primera insinuación de maltrato, patada en el culo y fuera, se acabó. Pero bueno, tampoco voy a ponerme ahora a debatir sobre esto. Lo que sí podrían es dejarse de tanto drama y centrarse en la parte musical, que es lo suyo.

Y hablando de la parte musical...
Sobre eso la temporada no me ha gustado tanto, porque muchas de las canciones o no las conocía o pertenecían a estilos musicales que no me eran afines, pero hay unas cuantas sueltas que sí me gustaron.
Los temas escogidos por el Glee Club para sus actuaciones en el Estatal y en el Nacional no me parecieron tan espectaculares como en las temporadas anteriores, pero sí me gustaron mucho algunos de los capítulos temáticos, como los que se dedican al musicañ de West Side Story, a Michael Jackson, Whitney Houston, Fiebre del Sábado Noche y ese capítulo en que cantan canciones en español, muy divertido.

Bueno, como este año me he visto dos temporadas de la serie, me esperaré bastante a ver la 4ª temporada. Mucho se puede hacer cansino.

No hay comentarios:

Publicar un comentario