Buscar este blog

lunes, 29 de septiembre de 2014

Roswell. 1ª temporada


Roswell es una serie de ciencia-ficción basada en las novelas juveniles de Roswell High escritas por Melinda Metz y duró tres temporadas, de 1999 a 2002. yo la vi de adolescente por la tele, pero me quedé en los primeros 9 o 10 capítulos, porque o bien cambió de horario o de día, o decidieron quitarla de la parrilla. Hace unos años me dio por buscarla pero no tuve suerte y pensé que jamás la vería entera, pero sorprendentemente el año pasado la encontré completa, así que no lo dudé.

La serie transcurre en el pueblo de Roswell, Nuevo Méjico, donde, como sabrás, se estrelló un OVNI en 1947 (supuestamente). El pueblo ha convertido esto en un filón y muchos negocios hacen su agosto con el tema alienígena; hay un museo alienígena, las camareras de las cafeterías llevan delantal con la cara estampada de un alienígena y una diadema con unas antenas y en el aniversario del día que se estrelló la nave se hace una recreación seguida de una gran fiesta con fuegos artificiales a la que la gente acude disfrazada... en definitiva el pueblo subsiste gracias a los miles de turistas que llegan para saber si lo del OVNI es verdad o no, muchos de ellos frikis del fenómeno OVNI.

La protagonista es Liz Parker, una chica de 16 años que trabaja en la cafetería de su padre con su mejor amiga Maria y además es la narradora (Liz escribe todo lo que le pasa en un diario y la voz en off es ella escribiendo).Un día se produce un altercado en la cafetería y alguien dispara con su pistola, alcanzando a Liz en el abdomen. Max Evans, el chico raro del instituto, se encuentra allí y durante el alboroto se acerca a ella, le pone la mano en el abdomen y hace desaparecer la herida. Luego rompe una botella de ketchup y se lo echa por encima y le dice que lo que ha pasado es que se le cayó la botella, pero que está bien, y le pide que guarde silencio y luego se marcha corriendo con su amigo Michael, antes de que llegue el sheriff.
Para Liz ya nada volverá a ser igual.
Los dos son compañeros de clase y en clase de ciencias Liz aprovecha para ver al microscopio una muestra de la saliva de Max (al saber que tenían que hacer esto Max pidió permiso para ir al baño, ejem) y descubre que sus células son muy diferentes de las de ella. Liz lo lleva aparte y le pide una explicación sobre lo que ocurrió en la cafetería, mostrándole el abdomen, donde tiene la huella fosforescente de la mano de Max, y le habla del análisis de su saliva, y Max le confiesa la verdad: que es un alienígena.

Liz se asusta y se marcha apresuradamente, pero Max le hace prometer que no se lo dirá a nadie, ni a sus padres y nisiquiera a Maria, pues su existencia depende de ello.
Liz está saliendo con Kyle, el hijo del sheriff Valenti (William Sadler) y éste le ve la huella de la mano en el vientre y se lo menciona a su padre. Al interrogarla, el sheriff le pregunta por la huella, pero Liz niega saber nada de ninguna huella y entonces el sheriff le muestra la foto de un cadáver encontrado en 1959, en el que también había la huella fosforescente de una mano y la obliga a enseñarle el abdomen. Afortunadamente la huella ha desaparecido, pero esto no convence al sheriff, ya que en el cadáver del 59 la huella de la mano también desapareció al cabo de unas horas, y le pregunta por Max Evans, pues sabe que estuvo allí, pero Liz le dice que no lo vio en la cafetería y que de hecho apenas lo conoce, y el sheriff la deja marchar.

Sin que ella lo sepa, Valenti se ha llevado su uniforme de camarera y ha encontrado un agujero de bala, y llama al FBI para informarles del caso, pero éstos no le dan demasiada credibilidad, siendo quien fue su padre, y se marchan, aunque se llevan consigo el uniforme para analizarlo. Resulta que el padre de Valenti fue sheriff en el 59, cuando tuvo lugar lo del cadáver, y defendió la teoría de que fue cosa de alienígenas, lo que lo convirtió en el hazmerreír y acabó sus días interno en un asilo. El sheriff Valenti siempre pensó que estaba loco, pero ahora empieza a creer que tenía razón (de hecho piensa que Max puede ser el que mató a aquel hombre en el 59) y convierte a Max en el centro de su investigación.
Liz por su parte vuelve a interrogar a Max y le pide que se lo cuente todo sobre él, que no es mucho. Max, su hermana Isabel y su amigo Michael llegaron en la nave que se estrelló en Roswell en 1947, aunque no salieron de las cápsulas hasta 1989, con el aspecto de niños de 8-9 años, pero no saben quiénes son ni de dónde ni qué hacen aquí. Tienen el poder de manipular las moléculas de los objetos (así fue cómo curó Max a Liz) e Isabel puede meterse en los sueños de las personas, pero por lo demás son igual que cualquier ser humano. Liz le habla de la foto que le enseñó Valenti, que es la primera pista que tienen sobre su origen, y al saber que Valenti sospecha de él decide que los tres deben abandonar Roswell. 
 
Al final Liz acaba contándole a Maria lo de Max, que reacciona como una histérica, y la noche en que Max, Isabel y Michael deciden abandonar el pueblo se cruzan con ellos, y Liz los convence de que se queden, que si huyen estarán demostrándole a Valenti que tenía razón al sospechar de ellos, y les cuenta su plan para hacerle ver al sheriff que se equivoca sospechando de Max. Pero lo único que consiguen es reafirmarlo en sus sospechas y durante la temporada no le quitará el ojo de encima a Max, llegando a obsesionarse de tal forma que no lo dejará ni a sol ni a sombra.
Aparte de eludir el radar de Valenti los tres alienígenas adolescentes también tendrán que esquivar a los federales, que se dejarán ver por Roswell, uno de los cuales se infiltrará en el instituto haciéndose pasar por la nueva orientadora (Julie Benz), aunque Liz y Max enseguida sospecharán de ella. La temporada se centra sobretodo en la búsqueda por parte de Max, Isabel y Michael del cuarto alienígena, el que asesinó a aquel hombre en el 59, pues creen que él tiene las respuestas a todas sus preguntas, yendo de una pista a otra a lo largo de la temporada. Y como en toda serie juvenil de instituto, también se centra en el romance de los protagonistas, Max y Liz por un lado y Michael y Maria por otro. Al curar a Liz, entre ella y Max se creó un vínculo especial y ambos se gustan y atraen, pero son claramente diferentes y de entrada no pueden estar juntos, pero ya sabes cómo son estas cosas y a lo largo de la temporada se juntan y se separan por lo menos hasta en tres ocasiones. Pero bueno, es una historia bastante bonita y me recuerda a la de Clark y Lana en la serie “Smallville”.

Pese a que es una serie juvenil, lo cierto es que me ha gustado bastante. El tema alienígena es muy interesante y tiene su intriga, que está bien llevada, y las respuestas de la temporada llegan en el último capítulo, dejando las cosas más que interesantes para la 2ª temporada. La única pega es que Max es un sosainas y parece no tener sangre. Menudo muermo.



No hay comentarios:

Publicar un comentario