MAUS es una
novela gráfica de Art Spiegelman galardonada con el Pulitzer en 1992. Ha ganado
muchos otros premios, pero es la única que ha recibido el Pulitzer y eso es
algo a tener en cuenta.
MAUS trata
sobre Vladek Spiegelman, el padre del autor, un judío polaco que vivió en sus
propias carnes el infierno del Holocausto. Art Spiegelman planeaba plasmar la
historia de su padre en una novela gráfica así que en 1978 empezó a
entrevistarle y éste le habló de cómo conoció a su madre en los años 30, el
ascenso del nazismo, cómo los enviaron a todos al ghetto de Sosnowiec, en el
que a duras penas podían conseguir alimento y donde fueron perdiendo a sus
amigos y familiares, bien a manos de los colaboracionistas polacos o siendo
enviados en tren a Auschwitz y otros campos, no volviendo a verlos jamás.
Pese a sus
intentos de fuga y de evitar ser apresados, Vladek y su esposa también acabaron
en Auschwitz, donde fueron enviados a zonas distintas y en el tiempo que
permanecieron allí apenas pudieron verse unas pocas veces. Allí Vladek fue
testigo de lo peor de la especie humana, pero consiguió sobrevivir gracias a la
esperanza de volver a ver a su esposa, y cuando la guerra llegó a su fin, ambos
lograron reunirse y empezar una nueva vida en Estados Unidos.
Tenía muchas
ganas de leer esta conocida novela gráfica, pero no me imaginaba que sería una
historia tan dura. Llevaba mucho tiempo viéndola en la biblioteca y pese a que
conocía su reputación no sabía de qué trataba (sabía que iba sobre el
Holocausto pero no que se centraba en el padre del autor). La obra contiene
pequeñas pinceladas de humor y lo que más llama la atención es que los judíos
sean ratones, los nazis gatos y los colaboracionistas polacos cerdos, pero una
vez Vladek empieza a relatar su historia esto pasa a un segundo plano y te
sumerges en ella. Como he dicho antes es una historia muy dura. Vladek le
cuenta a su hijo (y a nosotros) todas las terribles cosas de las que fue
testigo en Auschwitz y que vivió en persona, sin ahorrarse ningún detalle, y no
deja al lector indiferente. Pese al formato que utiliza Spiegleman para
presentarnos la historia esta resulta muy impactante y hay momentos en los que
no puedes evitar quedarte pensando en todo lo que tuvieron que sufrir sus
padres. Cuando llegas a la última página aún te quedas con ganas de saber más
sobre la familia del autor, pero por desgracia en Internet no hay mucha más
información.
Sin duda esta
es una de las mejores novelas gráficas que se han escrito nunca y debería ser
de lectura obligatoria.
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